Capítulo VI: Sorpresa

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Ya era de noche, había pasado el día con mis amigas y, como siempre, no me había atrevido a contarles nada, es muy frustrante esto, no entiendo por qué no lo hacía, bueno si lo sé, Max se enojaría si se entera, y como siempre me negaba a desobedecerle, ¡que mierda de vida! - pensaba mientras me preparaba para dormir.

Al día siguiente...

Me encontraba dando vueltas por mi cama sin querer levantarme cuando siento mi teléfono vibrar, era un mensaje:

Mi rey: ¿Estás ocupada?

Al cabo de unos segundos reaccioné, aún estando medio dormida.

Yo: Para ti nunca cariño, lo sabes.

Mi rey: Que bien nena, es que me gustaría que vinieras a mi casa, ¿quieres?

Yo: Mmm, sí, por qué no🤷🏻‍♀️. ¿Tengo que ir vestida de una manera especial o algo?

Mi rey: No hace falta, solo llega en una hora😉.

Yo: Ok mi amor, ahí estaré.

Guardé mi teléfono y fui a prepararme, me puse un top verde con una chaqueta de cuero negra y unos jeans de cuero también negros, me puse una evilla de perlas para apartarme el pelo de los ojos y me encamine a casa de Max.

Media hora después...

Ya me encontraba en la puerta de su casa, estaba un poco nerviosa por si me encontraba a su papá por ahí, (su mamá murió cuando él era niño) aunque generalmente no estaba por cuestiones de trabajo, la casa era grande, con un jardín delantero pulcro y sencillo y una fachada moderna y sofisticada, estaba pintada de gris y era de dos pisos y tenía varias ventanas que en estos momentos estaban cubiertas por cortinas oscuras.

Llamé al timbre y casi al instante Max me abrió, lucía diferente, noté que se había peinado el pelo hacia detrás, tenía un perfume que le daba un toque muy varonil y llevaba ropa bastante elegante, por un momento pensé que íbamos a salir, hasta que escuché en el fondo canciones de mis cantantes favoritos, no me lo podía creer.

Bienvenida Mademoiselle - me dijo mientras hacía una reverencia y yo entraba a su casa.

Muchas gracias Monsieur - le respondí mientras hacía una reverencia y levantaba una falda imaginaria.

Al entrar me sorprendí mucho, todo estaba adornado, había una mesa con una botella y dos copas, provenía un olor a pasta de la cocina y todo se veía muy limpio y ordenado, miré a Max sorprendida, hacía demasiado tiempo que no me me sentía así.

¿Qué es todo esto? - pregunté entre asombrada y emocionada.

Ah porque la señorita lo olvido - me dijo mientras chasqueaba la lengua - hace un año que nos conocimos Lau y pues quería hacerte algo especial, para no olvidar la fecha.

Estaba estupefacta, nunca habían hecho esto por mí, ni siquiera el propio Max, me sorprendió mucho y para bien, no sabía que decirle, los ojos me escocían mientras las lágrimas luchaban por salir así que solo me abalance sobre él para abrazarlo.

Muchas gracias mi amor - le dije entre sollozos, era demasiado bonito todo.

No es nada enana, aquí estoy para ti - hablo mientras se separaba y me daba un beso en la frente - espera aquí, te tengo un regalo.

En unos minutos regresó con una caja pequeña adornada con un lazo, me la tendió y me animó a abrirla, era un anillo, un precioso anillo de lo que parecía plata con una piedra rosada adornándolo, no sabía que decir.

Yo, eh, es muy, como decirlo, precioso Max, pero no creo poder aceptarlo, te debe haber costado un dineral, no debes gastar tanto en mi - dije mientras tartamudeaba un poco por la impresión.

No seas tonta Lau, lo elegí especialmente para ti - tomó el anillo y me lo puso en el dedo del centro.

Después de eso nos sentamos a comer un delicioso espagueti (el cual apostaría que no hizo él porque se le quema hasta el agua) y tomamos vino, fue uno de los mejores días de mi vida.

Un rato después...

Ya habíamos terminado de almorzar así que nos pusimos a jugar videojuegos, yo le estaba ganando hasta que de pronto apagó la consola, me miró, y así, de la nada, se abalanzó sobre mi para besarme, al principio no reaccioné por la sorpresa, pero cuando sentí sus labios sobre mi cuello y sus manos en mi espalda le respondí al instante, no fue un beso ingenuo, era uno cargado de pasión y entrega, el cual nos llevó de un momento a otro a su cuarto, y así terminó nuestra velada, ambos desnudos en su cama y yo pensando en que será de mí.

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Perdonen por la tardanza, echenle la culpa a Etecsa, llevaba una semana sin poder abrir nada, pero bueno aquí nuevo capítulo, espero y les guste este intento de libro, amor y brillitoz para todos 😙

Amor Tóxico 😈❤💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora