Propuesta

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Golpes, chasquidos, jadeos y gritos, de eso estaba inundada la habitación de la joven pareja a esas horas de la noche

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Golpes, chasquidos, jadeos y gritos, de eso estaba inundada la habitación de la joven pareja a esas horas de la noche.

Todo empezó porque Jeno estaba muy cariñoso después de la cena, mimando a Jaemin y besandolo por todos lados mientras le decía varias cosas bonitas. Jaemin sólo reía y disfrutaba de la atención de su novio, extrañandose porque estaba actuando especialmente cariñoso sin razón aparente.

O al menos sin razón que él conociera.

En cierto momento los besos se alargaron, las caricias subieron de tono y la ropa comenzó a ser un estorbo.

Y así, ahora estaban teniendo sexo, pero sexo salvaje, del que raras veces tenían porque usualmente Jeno trataba con mucho cariño al menor, cosa que amaba el más bajito, pero también disfrutaba mucho cuando su novio le dejaba moretes, nalgadas, tirones del cabello y uno que otro insulto.

— Demonios, Jeno — Jadeó fuerte y apretó su abdomen controlando su cuerpo para no correrse, no aún y no por la boca de Jeno, quería más y tenerlo dentro de nuevo

El mayor estaba lamiendo la entrada de Jaemin con fuerza, pasando su lengua repetidas veces mientras dos de sus dedos jugaban con su próstata ahí dentro

— ¡Jeno! — Gritó cuando su otra mano comenzó a masturbarlo rápidamente, si no fuera porque ya estaba con el pecho contra el colchón se hubiera desplomado sin duda

Jeno sonrió sobre su bella entrada y sacó la lengua de nuevo para lamer desde su perineo hasta su ano, dejando sonoros besos que resonaban por toda la habitación.

Con sus dedos dio certeros golpes en su próstata mientras hundía todo su rostro en el rojizo trasero del menor, acariciando con su nariz su ano y besando su perineo y sus testículos.

Jeno tenía un gusto particular por comerse el trasero de Jaemin, amaba hacerlo, tocar con sus labios esa zona que nunca nadie ha tocado además de él, probando su sabor tan único y enloqueciendo siempre a su novio, no era por alardear pero era demasiado bueno en lo que hacía, tanto que, si se lo proponía, Jaemin se corría sólo por tenerlo haciendo eso.

— Voy a entrar — Le dijo a su novio y se alzó sobre sus rodillas para meterse, no sin antes darle una última lamida y un dulce beso, sacando sus dedos

Jaemin asintió desesperado y se empujó hacia atrás meneando sus caderas ansiando el grandioso pene de su novio, no había tenido contacto con otros penes, Jeno fue el primero y ha sido el único, pero no necesitaba de otros para darse cuenta de que el de su pareja era perfecto así como estaba.

El pelinegro sonrió al ver la desesperación del menor y entró de una hasta el fondo, gimiendo fuerte y temblando, sorprendiendose por la sensación, fue más fuerte de lo que esperaba.

Jaemin gimió fuerte y un espasmo lo recorrió entero, haciéndolo temblar. De inmediato movió sus caderas contra Jeno, empujadolo hacia atrás y haciendo que casi se cayera por el empuje.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2022 ⏰

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