➸ La muerte de su madre ha dejado un gran vacío en él. En el príncipe Hwang Hyun-Jin. Conocido como el hombre más bello del mundo, como el mejor bailarín de la época, Como el rey de las llamas.
Una noche después de la coronación de su hermana Hwang...
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"I've always liked to play with fire"
— Mamá, me gusta el fuego. Es tan rápido y colorido. — expresaba el pequeño Hwang, con 12 años —
— Es peligroso, cariño. Cuidado con eso. — advirtió la bella mujer quitándole los pedazos de madera que había prendido en fuego — Eso solo hace los mayores.
— Esta bien. — aceptó, caminando detrás de su madre —
— ¡Mami! — grito su hermana mayor — ¡Encontré un campo lleno de rosas, pero está siendo robado por invasores y además hay niños jugando ahí! —
— ¡Oh no! Cuida a tu hermano, iré a ver. — dejo a Ye-Ji Junto al menor y corrió al lugar —
— ¿Qué sucede? — preguntó asustado —
— Personas malas quieren matar a otras personas, no te preocupes. Vayamos a dentro.
Hyun-Jin aceptó y entraron al castillo. Escucharon algunos estruendos afuera pero su madre entró de inmediato. Abrazo a sus hijos y fueron a otro lugar. La pequeña guerra por el territorio había cesado.
— Hijo, vamos a bailar — ofreció la madre con una sonrisa —
— ¡Claro mamá! — respondió entusiasmado —
— Madre, seguiré practicando. — dijo Ye-Ji —
— Esta bien, mucho cuidado con las espadas.
Si, parecía raro, pero a Hyun-Jin le encantaba bailar pero a su hermana le encantaban las armas de aquella época. Eso no me molestaba a su madre, pues le gustaba verlos felices.
— Debes ejercer fuerza en cada paso, debes ser cuidadoso con cada movimiento o gesto, cada cosa tiene su significado. — explicaba mientras movía su cuerpo al son de la música clásica que la orquesta pequeña tocaba —
El hijo comenzó a bailar junto a su madre, mientras que varias niñas y señoritas se asomaban a ver el espectáculo. Suspiraban enamoradas y eso le daba más fuerzas a seguir con el baile. Eran tan perfectos en los que hacían, digno de presentarlo a los dioses y ángeles.
Al pasar algunas horas, dejaron de bailar. Exhaustos regresaron a la gran sala en donde platillo deliciosos yacían en el comedor.
