''Capítulo 28''

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Por JR:

¿Y bien?—insistí, esperando una respuesta por parte de mi madre, la cual llevaba varios minutos mirándome fijamente en silencio.

Calma, todo a su tiempo.—mencionó, con demasiada tranquilidad, haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.—Ahora dime, ¿porqué el afán de recordar ese día tan horrible?

¿Acaso no es lógico?—pregunté de vuelta, intrigado ante su pregunta.—Ese día no solo tuve ese dichoso accidente, también perdí mi memoria, mi vida. Todo es un gran caos y misterio para mí; y por eso necesito recordar, necesito respuestas.

¿Y qué clase de respuestas estás buscando?—preguntó, frunciendo ligeramente el ceño.—¿Hay algo que quieras saber en especial?

La verdad sí.—respondí, serio, intentando no mostrar lo nervioso que estaba.—Quiero saber si tú estabas al tanto de mi verdadera orientación sexual; y de mi relación con Ren.

No tengo ni idea de que estás hablando, ni mucho menos quien es ese chico.—respondió de vuelta, solo para darme la espalda y caminar hacia la ventana.

Hablo del chico que se presentó aquí, el día de mi boda, armando un gran escándalo.—indiqué, observando como la luna iluminaba su rostro. Pero ella no tardó en voltear el rostro y fulminarme con la mirada.—Porque, sino lo sabes, ese chico también era mi prometido. No solo JaeBin, como ustedes me hicieron creer.

Entonces, ¡¿prefieres creerle a ese tipo, antes que a tu propia madre?!—exclamó, bastante alterada e indignada. Aunque la verdad me costaba creerle un poco, a mi parecer, estaba fingiendo.

No solo le creo a él, también le creo a todas las personas que sabían de mi compromiso con Ren.—expliqué sin ningún reparo. Sintiendo como mi sangre comenzaba a hervir.—Además, por lo poco que hemos convivido desde mi accidente, sé que no eres tolerante. Al contrario, eres una mujer muy homofobica y clasista.

No pienso discutir eso contigo.—indicó, aún molesta.Es más, no sé porque te mortificas tanto, JongHyun. Tú ahora eres un hombre felizmente casado, deberías estar durmiendo al lado de tu esposa, en vez de estar dándole disgustos a tu madre.

¿Felizmente casado? ¿Qué te hace creer que soy feliz al lado de JaeBin?—pregunté, no solo igual de molesto que ella, sino que además pensando en mi "esposa". La cual debía estar escuchando tras la puerta, como buena cómplice de mi madre.—Realmente mi relación con ella es un dilema, no la amo y mucho menos me siento a gusto estando con ella.

¿Cómo puedes decir eso? Hasta hace poco, ustedes aún estaban de luna de miel.—comentó, volviendo a fingir indignación.

Desde mi accidente, no lograba descifrar bien a mi madre. No sabía cuando estaba siendo sincera y honesta conmigo, y cuando no. Pero con la poca convivencia que hemos tenido, me he dado cuenta de lo falsa y manipuladora que es. Y fue gracias a esto, que logró convencerme de seguir con mi supuesto compromiso con JaeBin, hasta finalmente casarme con ella.

Eso fue al inicio, cuando no sabía nada acerca de mi verdadera vida.—mencioné sincero. Desde que comencé a descubrir la verdad, gracias a BumZu, mi "amor" por JaeBin se convirtió en resentimiento.—Porque yo tenía una vida fuera de aquí, una lejos de ti. Una vida al lado de Ren y mis amigos, donde realmente era feliz.

Todos ellos te están mintiendo.—indicó, intentando negar lo que era más que evidente.

Lo siento, pero esta vez prefiero creerle a ellos.—indiqué de vuelta. No iba a dejarme engañar por ella de nuevo, no tan fácilmente.—Pero no es de eso de lo que quería hablar contigo. Lo único que quiero que me cuentes, es lo que en verdad pasó el día de mi accidente.

Esta bien, si eso es lo que quieres saber...—mencionó, dándose por vencida. O eso quería hacerme creer.—Esa tarde, estabas dando un paseo con JaeBin por el jardín. Pero tuviste un pequeño altercado con ella, por lo que decidiste tomar tus cosas e irte de la casa.

¿Irme, por un simple altercado?—pregunté, confundido. No podía imaginarme que clase de disgusto o discusión pudiera haber tenido con ella, como para tomar una decisión tan drástica.

En realidad no fue tan pequeño, después de todo, JaeBin tenía sus razones para estar molesta.—comentó, caminando hasta la cama y luego tomar asiento a la orilla de esta.—Ella descubrió tu infidelidad. No solo estabas saliendo con ella, sino también con ese chico. Fue entonces que ella decidió enfrentarte y pedirte una explicación.

Y quizás, si no hubiera hablado con BumZu y Ren, le habría creído. Pero ya no era el mismo ingenuo desmemoriado de antes. Sabía muy bien que mi madre era capaz de mentirme a su conveniencia, incluso de crearse falsas historias para confundirme. Todo con tal de que no regresara con Ren. Pero tarde o temprano descubriría la verdad.

¿Y cómo fue qué ocurrió mi accidente?—pregunté, aún más intrigado. Si había discutido con ella, eso podría explicar el que me haya empujado escaleras abajo.—¿No me habrá empujado JaeBin por las escaleras, o sí?

¡Claro que no!—exclamó enseguida, bastante disgustada.—Ella es una buena chica, incapaz de cometer semejante locura.

¿Entonces, que sucedió?—pregunté de nuevo, queriendo saber lo que pasó de una buena vez por todas.

Ibas muy alterado, bajaste las escaleras muy deprisa y las maletas no fueron de ayuda.—explicó, retomando la compostura.—Cuando escuché el golpe, corrí de inmediato, encontrándote al final de las escaleras. Un gran charco de sangre rodeaba tu cabeza, fue una escena horrible.

¿Estás segura de que así sucedieron las cosas?—repliqué, incrédulo. Quería creerle, pero no podía. Para estas alturas, mi corazón prefería creerle a Ren.

¿No estarás dudando de mí, cierto?—preguntó de vuelta, otra vez disgustada. Pero está vez era diferente, su rostro se veía un poco pálido. Su semblante ya no era el mismo, se notaba ligeramente cansada.—No puedo creer que tú, mi único hijo, desconfíes de mí.

Lo siento, pero aunque quisiera creerte, algo me dice que las cosas realmente no sucedieron así.—mencioné, aún incrédulo, pero al mismo tiempo preocupado. Mi madre no se veía del todo bien, incluso parecía un poco agitada, como si le faltara el aire.

¡Eres un...!—intentó exclamar y levantarse de la cama pero, de pronto, colocó sus manos sobre su pecho y cayó al suelo, casi descompuesta. Parecía tratarse de un ataque al corazón.

¡Omma!—exclamé de vuelta, asustado y preocupado, corriendo a levantarla y acostarla en la cama. Su temperatura era baja, podía sentir su piel fría como la nieve.—Tranquila, vas a estar bien.

¿JongHyun, está todo bien?—preguntó JaeBin, al otro lado de la puerta. Se escuchaba preocupada.

¡Por favor, llama una ambulancia!—indiqué, tomando la mano de mi madre y estrechandola con fuerza.—¡Creo que mi Omma está sufriendo un infarto!

Y sin tener que decir una sola palabra más, pude escuchar los pasos de JaeBin alejándose por el pasillo. Fue entonces cuando supe que tenía razón, ella había estado escuchando detrás de la puerta, todo este tiempo. Pero ahora eso era lo de menos, lo único que me importaba era que mi madre se pusiera bien. A pesar de nuestra mala relación, yo jamás le desearía la muerte. Después de todo, es mi madre.

Además, si ella moría justo ahora, jamás conseguiría saber la verdad. Y yo necesitaba recordar, necesitaba recuperar mi vida al lado de Ren. Aún si mi madre dejara de hablarme, no iba a renunciar a él. Mucho menos después de la noche que pasamos juntos. Nuestros cuerpos siendo uno mismo, fue la mejor sensación de todas. Sin contar con que, de nuevo, me estaba enamorando de él.

Luego de un rato, la ambulancia llegó y los paramédicos no tardaron en atenderla. Finalmente, tuvieron que llevársela al hospital. JaeBin decidió irse con ella en la ambulancia, mientras que yo iba en mi auto, detrás de la ambulancia. Y, definitivamente, aquella sería una noche muy larga.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora