enamorados de la música

capitulo 6

Las cosas habían dado un giro que nunca hubiera esperado. Kawaki-kun había venido a verme, me había besado y me había dicho lo mejor que podía cómo se sentía. Había sido tan dulce y me había sonreído de una manera que sabía que tenía que ser real. Conocer sus sentimientos me ayudó a reconocer y aceptar los míos, pero había estado caminando por ese camino desde antes de que él apareciera. Pensé en muchas cosas después de esa noche en su apartamento. Lo que significó para mí. . . cómo me hizo sentir. . . Necesitaba arreglarlo todo. Independientemente de si pensaba que era inútil o no, no podía ignorarlo y no podía negar que estaba empezando a querer explorar esos sentimientos.

Estar cerca de él me hacía feliz y quería pasar más y más tiempo juntos. Valoraba su opinión como colega letrista y admiraba su talento. Aunque no presioné por eso, siempre quise saber más sobre él. Su nombre parecía estar en mi mente constantemente y mis pensamientos vagaban hacia él con tanta naturalidad. Me di cuenta de que tenía miedo de insinuar que lo veía más que un amigo, pensando que terminaría con todo y lo perdería. Nunca permití que la idea pasara por mi mente por eso y luego se me había ocurrido en su apartamento. Todavía estaba sorprendido de cómo actuaba en la tienda de música, pero no me arrepiento de golpearlo.

Estaba tan preocupado. . . Me había enojado mucho. . . y me mataba pensar que mi presencia le causaba dolor. Estaba dispuesto a irme a pesar de cómo me sentía si eso significaba que él no tendría que sufrir. Luego las fotos. . . habían hecho estallar algo dentro de mí. Habían provocado que este revocado asomara la cabeza y estaba confundido. No podía determinar cuándo me había enamorado de él, solo sabía que lo había hecho. Me gustaba Kawaki-kun y no podía negarlo. Quería hacerlo reír y sonreír. Quería estar ahí para él y verlo feliz. No importaba si no entendía, no importaba si salía de la nada, no importaba si no tenía sentido. Lo único que era importante era lo que hacía ahora. Me gustaba, pero ¿qué iba a hacer al respecto?

Estaba paralizado cuando cambié al álbum, pensando en lo que Kawaki-kun significaba para mí. Él fue la última nota que tocaste, a la que te deleitaste y te aferraste. Era insustituible. Un hombre con el que nunca volverías a encontrarte en otra vida, alguien que me atrapó sin siquiera intentarlo. Alguien sin quien ya no podía imaginarme. Kawaki-kun era como la luna. . . mi luna.

Pensar que vendría a mí después de que acepté mis nuevos sentimientos por él, era una locura. Que fue el destino. Seguí diciendo eso una y otra vez porque lo creía. Lo creí más que nada. Estando con él ahora, acostados juntos en la cama después de una noche de confesiones y música, me permito sentir, desear y esperar hasta el fondo de mi corazón. Observé su rostro dormido y quemé la imagen en mi mente. Se sintió como un sueño. Anoche realmente pensé que estaba imaginando cosas, que la forma en que me miraba y la forma en que sonreía era solo que yo viera lo que quería ver. Pensé que aceptar mis sentimientos de alguna manera había afectado mi juicio y me estaba haciendo ver cosas que no eran reales. Entonces Kawaki-kun, a su manera torpe y perfecta, me mostró lo que había en su corazón. A pesar de que estaba asustado, decidió saltar junto a mí.

Mientras estaba perdido en mis pensamientos, Kawaki-kun se movió. Sus brazos alrededor de mí se tensaron ligeramente y bostezó. "Boruto". Llamó con una voz más profunda de lo que jamás la había escuchado.

"¿Hm?" Tarareé, deseando volver a escuchar ese profundo estruendo.

"Salir conmigo."

Sonreí ampliamente y me incliné hacia adelante para darle un beso en la mandíbula. "Me encantaría." Dije contra su piel.

"Bien." Respiró, la voz todavía teñida de sueño. Rodó sobre su espalda, llevándome junto con él de modo que yo estuviera acostado encima de él, enganchado en su lugar por sus brazos mientras se estiraba. "Ahora mismo."