En cierta peluquería...
- ¿De verdad esto es necesario?
- Confía en mí, Fuu-kun. Un cambio de imagen no está completo sin un nuevo peinado.
Fuutarou realmente no estaba convencido de ello. La verdad, todavía no sabía con certeza cómo era que había terminado aquí, de todos los lugares, en una peluquería para hacerse un nuevo peinado. Y le preocupaba un poco lo que pensaría Raiha al verlo llegar a casa con esas pintas.
Pero así eran las cosas: era su primera cita oficial con Nino, por lo que le había prometido que la complacería en todo lo que ella quisiera, y tenía toda la intención de mantener su palabra. Lo que fuera por verla feliz, incluso si no supiera lo mal que podría pasarlo con una Nino enojada.
Ese día habían ido a todas partes: primero, ella lo arrastró a su chocolatería favorita para buscar nuevas ideas para dulces de San Valentín y comerse algunos compartidos (la muy atrevida insistió en dárselos directamente de boca a boca). Luego, un pequeño paseo por el parque donde ella pasó todo el rato sujetando su brazo, sonriendo de oreja a oreja. Y después, fueron a una boutique para probarse algo de ropa nueva, y ella insistió en comprarle algunos conjuntos a él también. Él no tenía problema con eso, aunque ella lo convenció de salir con un atuendo que parecía de fetiche motociclista, con chaqueta y botas de cuero.
Ahora, habían ido a visitar a la estilista predilecta de Nino para que "le arreglara" el cabello. Él no estaba convencido ya que le gustaba su corte tradicional, pero Nino insistió hasta convencerlo, aunque le aseguró que sería solo por ese día.
- Listo, ya está. – dijo la estilista una vez que terminó de aplicar el fijador, y le dio la vuelta para que se mirase al espejo. Nino se plantó junto a él y le sonrió.
- ¿Qué tal? Este estilo te queda genial, ¿no te parece? – dijo la Nakano.
- ¿Tú crees? – dijo Fuutarou, girando la cabeza para verse su peinado desde todos los ángulos.
El peinado en cuestión no tenía mucha ciencia, pensaba él: simplemente le habían parado varios mechones hacia arriba y a los lados en un estilo salvaje, que de hecho le recordaba bastante a su padre Isanari. Nino incluso había sugerido que podría teñírselo de rubio, solo para aclarar que era una broma. Aún le gustaba recordarle eso de vez en cuando solo para jugar y molestarlo un poco, aunque después de un tiempo, dejó de molestarle y hasta le empezó a gustar un poco.
- Seguro, te ves como todo un chico rudo. Así mantendrás alejados a los indeseables y podremos estar tranquilos mientras presumo lo guapo que estás. – Nino luego se volteó a ver a la estilista. – ¿Cuánto les debemos?
Tras haber pagado la cuenta, los dos salieron de la peluquería, rumbo hacia su siguiente destino. Para ser honesto, Fuutarou seguía sin tener la más mínima idea de a dónde querría llevarlo Nino, o qué querría hacer a continuación. La chica se negaba a decirle hasta que ya estaban allí, argumentando que no quería arruinarle la sorpresa.
Y de sorprenderlo, vaya que lo hizo, una vez que vio cuál era el siguiente destino en su cita. Un bar de karaoke, lo cual significaba música, ponerse a cantar y todo eso. Y ese pensamiento provocó que un escalofrío le recorriera la espina, que solo se intensificó al ver la sonrisa de su chica. Incluso cuando era amable y dulce, era sorprendente lo mucho que era capaz de hacerlo temblar todavía, por más de una razón.
- Um... Nino, ¿estás segura de esto? Yo no soy exactamente un cantante, ¿sabes?
- ¿Y eso qué? Puedes sentarte y disfrutar del espectáculo conmigo. – dijo la chica. – Piensa que puedes tenerme como tu idol personal, ¿no es genial?
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Noche de karaoke con Nino
FanfictionEs su primera cita juntos, y Fuutarou se encuentra siendo arrastrado por Nino a lugares donde nunca antes había estado. Y el que menos se habría esperado de todos, habría sido un bar karaoke. AU FuutarouxNino, premio para Redflame7.