Cuando abrió los ojos lo único que había allí era una completa oscuridad, tanta que ni siquiera era capaz de ver la punta de su nariz. Al principio no hubo nada, las únicas cosas que le rodeaban eran tres paredes de piedra, barrotes, y un silencio tal que Luzu temió haberse vuelto ciego y sordo. Gritó, y solo fue su grito lo que llenó ese vacío durante un tiempo, pero a medida que pasaron las horas, tal vez los días, empezó a escuchar murmullos, después risitas, y por ultimo voces que trataban de llamar su atención desde la oscuridad. Primero incorpóreas, después mas tangibles, a cada momento se sentía observado, juzgado, y no importa que tanto quisiera convencerse de que estaba siendo tomado por la inevitable locura, cada vez se creía menos a si mismo.
Fue aquella voz, la que siempre le acompañó, la única que permanecía callada. Estaba ahí, ahora mas que nunca era capaz de sentirla revoloteando en las paredes de su mente como una mariposa indecisa, silenciosa, anormalmente distante incluso cuando desesperado buscó su presencia. Luzu le suplicó por un consejo, una palabra de aliento, hasta una burla si eso quería, el aceptaría cualquier cosa con tal de sentirse menos asustado y solo... pero nunca dijo nada. Trató de aferrarse entonces a la esperanza de que saldría de ahí, que sus compañeros ya deberían haber notado su ausencia y ahora estaban de camino hacia donde sea que estuviera para rescatarlo, tenían que estarlo, ellos son un equipo y seguramente no podían abandonarlo así... ¿Verdad?
Las voces a su alrededor solo se rieron de el y, atrapado entre el acoso constante y la falta de estímulos, su cordura pendía de un hilo cada vez mas delgado. Su estomago dolía de lo vacío que estaba, sus ojos estaban secos de tanto llorar y su garganta se sentía como papel de lija. En esos momentos Luzu hubiera sido capaz de matar a quien sea con tal de tener una sola gota de agua...
No hubo pasos, ni siquiera la mas mínima respiración, solo fue el berrido de los barrotes de hierro oxidado lo que le alertó que había alguien mas allí con el. Casi había perdido la capacidad de diferenciar entre lo real y los delirios de su mente en este punto, pero el sonido se había escuchado tan fuerte y claro que instintivamente se hizo hacia atrás todo lo posible, pegándose a una esquina en un intento inútil por escapar del agarre de hierro que lo arrojó fuera sin dificultad. Luzu puso todo de si en sus luchas, hizo todo lo que estuvo a su alcance para no ir a donde fuera que quisieran llevarlo, se agarró a las rejas como a su vida y trató de regresar a su prisión, pero quien lo sostenía era tan fuerte que ni siquiera lo detuvo un segundo. En su desesperación pateó, golpeó, incluso mordió, pero fue azotado contra una pared y, en un aturdimiento que casi se lleva su conciencia, fue arrastrado. Las voces a su alrededor estaban emocionadas, extasiadas por el festín de terror y miseria en el que estaba envuelto mientras se rompía las uñas hasta sangrar tratando de agarrarse a las rocas del suelo.
Es la hora
Había algo tan definitivo en esas palabras que le puso los pelos de punta, y aunque no sabía exactamente a que se estaba refiriendo aquella voz que por fin se dignaba a decir algo, lo supo muy pronto. Se abrió una puerta a su paso y las luces _ oh dioses finalmente luz _ eran tenues, pero aun así le hicieron arder los ojos casi como si mirara al mismo sol. Emitió un quejido de dolor que se unió a varios mas que, por el sonido del eco que producían junto al movimiento de algo metálico en alguna parte, debían estar en un lugar muy espacioso como un salón o una cueva grande. Había luces, oía aun mas voces que antes, sentía dolor, estaba tan abrumado por la cantidad brusca de estímulos que tenía de pronto que cuando fue dejado en el suelo tardó mas de lo que debería en registrar que estaba suelto. Trató de arrastrarse y tal vez correr, pero fue nuevamente restringido por varios hombres.
Luzu se sentía increíblemente débil, solo e impotente, su corazón trataba de aferrarse a la esperanza de que lo salvarían, de que alguien vendría a salvarlo.
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Lluvia Eterna
FanfictionTiempo perdido, esfuerzo perdido, tanto trabajo pegando carteles, buscando aliados, y armando toda una campaña, solo para que todo se derrumbara en el día de las elecciones. Deprimido y decepcionado con todo el mundo Luzu encerró en su casa, buscand...