Capítulo 34

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Cuando dio los golpes necesarios para quedar satisfecha finalmente dejó de atemorizar al par de bichos acuáticos (o lo que quedaba). Si era sincera, no sabía cuánto tiempo pasó dándoles una paliza, pero estaba segura de que cada segundo había valido la pena.

Arobrock, quien hace un rato se había alejado, la miraba con sus ojos casi saliéndose de su arrugado rostro. ¿Qué clase de ataque de violencia estaba tendiendo? Se deja a la imaginación para no perturbar a los lectores sensibles.

Quizá para evitar un asesinato en las instalaciones, alguien la tomó de la cintura para alejarla del par de hermanos y, aunque dio todo para resistirse, la persona era más alta y fuerte, así que solo pataleaba gritando amenazas.

"¡No puedes conmigo! Soy como una cucaracha; no me muero, me multiplico ¡Tengo a Dios de mi lado! ¿¡Me oyes!?"

Cuando alzó la miraba para insultar en su cara al personal de seguridad que la atendía, se dio cuenta que estaba en brazos del presidente.

Su cita del día de hoy, lo cual había olvidado entre tanto golpe.

Mierda.

Zafándose al fin de los bellos brazos del joven, miró a otro lado, ligeramente avergonzada, aunque solo en exterior porque seguía siendo una amante de la justicia y no se arrepentía de nada. Acomodó un poco su apariencia, sin dejar rastros de su demostración de violencia.

"...Lo siento." Dijo por lo bajo.

Tras algunos comentarios del Sr. Arobrock con Arwin (los cuales ignoró para evitar saber cómo era juzgada), se dispuso a salir de la habitación, pero en el momento en que abrió la puerta cayeron como dominó dos trabajadores.

Una cabellera azul y una roja, las cuales reconocía como el par de raros que no se decidían en como llamarla.

"¿Qué hacen aquí?" el jefe se cruzó de brazos.

"¡N-no es lo que parece!" se excusó uno de ellos. "¡Solo queríamos ver quien ganaba!"

"¡Idiota, cállate!" recibió un golpe de su colega "No le haga caso jefe, este pobre chico está delirando..."

El pelirrojo sobó su cabeza tras el golpe.

"Está nervioso porque no le fue bien con el tablón de apuestas..." parece que ese chico tenía la boca floja. "¡Yo aposté por la querida super clienta!"

"¡Cállate ya!" le dio otro golpe.

Aunque la situación era extraña (debía aceptar que nada en ese sitio podía ser normal), no pudo evitar sacar el pecho con orgullo.

Era agradable que alguien notara el verdadero talento de dar una paliza.

Viendo bien al par de empleados y ahora que lo pensaba, muchos de los trabajadores de la Torre eran realmente jóvenes, quizá entre sus 20s y 30s, así que seguramente todos eran jóvenes genios, incluso Bishot que siempre parecía tener mala suerte. Era muy refrescante a la vista, distinto a lo que esperaba de hombres calvos y viejos que gritaban por café en su cubículo.

Era un verdadero cuartel de bellezas.

"¿Cómo la llamaste?" preguntó Arwin, con una mirada extraña.

Querida súper clienta! ¿Le gusta? ¡Yo lo abrevié así!"

"Es mil veces mejor Querida especial clienta."

"El título correcto es Querida especial súper hiper mega rara espectacular clienta." Incluso Memoria interrumpió.

[¿Debería sentirme alagada por tener a 3 adultos discutir sobre como llamarme?]

Is she a Bridesmaid?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora