Lía beckett
—Esto está muy lleno—, voltee a ver a dash el cual estaba concentrado buscando a el resto de sus amigos.
—han habido días peores—, Contestó encogiéndose de hombros.
—¡¿Días peores?! ¡Si de por sí esto ya es un infierno con los que estamos!
Dashiell tenía mi mano con fuerza para no perdernos entre la multitud, era increíble como en este lugar hiciera tanto calor. Después de un rato dando un gran recorrido por el lugar logramos encontrar a sus amigos.
—¡Por fin los encontramos! No saben todo lo que nos costó—, menciona mi amigo haciendo un acto exagerado con sus manos.
Al rededor de esa mesa estaban dos chicas las cuales desconocía y »dominik« un amigo nuestro.
Así que vale, yo sería el mal tercio. No es que haya querido venir con la intención de ligar, pero me resultaba incómodo estar rodeada de parejas.
—¡Preciosa! ¿Que tal estás?—dominik se para de la silla y me da un fuerte abrazo junto con un beso en el cachete. Es un chico muy lindo y agradable, su pelo es negro y rizo con ojos color miel.
Perfecto, si antes estaba incómoda ahora mucho más, ambas chicas me veían rabiosas por dos razones. Uno; llegué de la mano de dashiell y dos Dominik dejo de prestarles atención a ellas para abrazarme a mi.
Está será una larga noche.
...
Eran al rededor de las una y yo seguía aquí aguantando sus miradas, tome algún que otro vaso de vodka pero nada a comparación de los chicos, había tanta tensión entre ellas y su odio hacia mi que se podría cortar con una tijera.
Me levanté de mi asiento y les hice señas de que iría al baño, así no se preocupaban si no me veían y podría librarme un rato de las chicas, Las cuales me presentaron.
Una de ellas era rubia ojos claros, cargaba un vestido corto color lila señido al cuerpo, mientras que la otra era morena ojos de un marrón muy oscuro. con un short y una camisa escotada, Amber y Monserrat son sus nombres.
Al salir del baño decidí que quería tomar algo fuerte, me dirigí a la barra para pedir pero al ser tan inexperta en cuanto a bebidas alcohólicas termine por pedir un shot de tequila.
Mi mirada se dirigió a la pista de baile en dónde al instante reconocí una mirada, La del chico de ojos azules del día de la cafetería, el cual se avecinaba para donde yo estaba.
Se posicionó a mi lado esperando a que uno de los bartender lo atendieran, no podía evitar verlo y el se dió cuenta de eso. »mierda«
—¿Tengo algo?
—¿Que? ¡No! Perdón—. Me sentía muy avergonzada, Ya la e cagado y eso que había tratado de mantener un límite está noche.
El chico me miró burlón más no menciono ninguna palabra. volví a voltear cuando ví que me trajeron mi bebida y lo atendían a el.
»¿Que es esto?« estaba muy confundida, ¿porque había un vasito con tequila, una rodaja de limón y sal al frente mío?
—¿Que pasa? Te has quedado espantada y es algo muy poco fuerte—. Me miró curioso esperando mi respuesta.
—¿Cómo se supone que se toma esto?—me atreví a preguntarle. ¡Que buena manera de hacer amigos, lía!
El me miró divertido y agarro mi mano izquierda. Sobre ella estaba hechando sal y puso entre mis dedos el limón, en mi mano derecha puso el vaso con tequila, luego me soltó y se me quedó viendo. Ahora sin duda estaba más confundida.
—¿Y ahora ?—lo mire, el no se podía aguantar la risa.
—tienes que lamer la sal, morder el limón y tomarte el tequila—dijo señalando cada una de las cosas que tenía en mis manos. —¡Hazlo!
Hice lo que me pidió y mi primer instinto fue arrugar la cara. ¡Esto es demaciado ácido para mí gusto! El solo se reía de mi y mis muecas, aunque admito que también me saco una sonrisa.
—¿Y? ¿Que tal?—pregunto el.
—No vuelvo a tomar esto en mi vida, ¡Es desagradable!
El sonrió de lado, Hace rato que el bartender le había traído su bebida, pude ver qué mientras que se la tomaba no hacía ninguna expresion, ¡Desde aquí se huele lo fuerte que es!
—¿viniste sola?
Es verdad, había olvidado a los chicos. Y ya hacía bastante desde que me había ido.
—No, vine con dos amigos. Quizás estén preocupados por mi, tengo que irme. ¡Gracias por ayudarme con lo que tome!—grite mientras me alejaba poco a poco y volvía hasta la mesa donde estaban ellos.
Ya eran casi las 3 de la mañana y la situación con las chicas se había relajado más, creo que se dieron cuenta de que no tenía ninguna intención con los chicos y agradezco no haber vuelto a tener la sensación de incomodidad de hace rato.
—Oye—, voltee a ver a dash—¿Quieres irte ya?
Asentí con mi cabeza y nos despedimos de Dominik y Amber, dashiell decidió que sería buena idea darle un aventón a Monserrat y no tenía problema con ello. A pesar de no haberme tratado tan bien no me gustaría que algo le pasará.
Nos montamos en el carro de dashiell, fue un regalo de su padre cuando cumplió los 19 y lo ama más que a su vida.
Dejamos a Monserrat en su casa y luego llegamos a la mía.
—¿Te quedas?—le pregunté.
El miro la hora en su reloj y asistió. Ambos nos bajamos del coche en silencio y entramos a mi pequeño apartamento. Le di las buenas noches y cada quien entró a una habitación, yo a la mía y el a la de invitados. Que para ser sincera ya parece más de el que cualquier otra cosa.
Mañana sería un dia más relajado, me concentraría en estudiar para los exámenes de esta semana y el resto de pruebas que tenga. Todo había Sido muy difícil estos últimos años pero se que conseguiré sacar mi carrera, después de todo este sería mi último año de universidad y oficialmente sería psicóloga.
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°~two roads, one place~°
Historia Corta•A veces para bien o para mal las cosas terminan justo donde todo comenzó• historia original mia. ºvaluº