Estás - Bajifuyu

1° Un amigo

A lo largo de toda la juventud te estuve buscando sin saber qué buscaba.

W. S. Merwin

Despertarse aquel día fue refrescante. O debería haberlo sido... Para ser sinceros, Chifuyu no había logrado conciliar su sueño la noche anterior.

Por mucho que lo intentara, su mente terminaba regresando al mismo tema que quería evitar; aquel sabelotodo.

—Eres un buen tipo.

Su voz expresando alegría, sus ojos centelleantes de esmero, su plena sonrisa, la forma en la que lo había defendido; cómo su concepto de él cambiaba de un momento a otro.

—Keisuke Baji— murmuró dándole énfasis, entrecerrando los ojos y chasqueando la lengua— ¿Pero qué...?

¿Por qué aquel nombre lo hacía sentir de esa manera?

O sea, con curiosidad. Se sentía curioso por saber más de él, expectante a encontrarlo de nuevo. De los minutos que había compartido a su lado, se había sentido... diferente. Excepcional. Distinto a sus días cotidianos.

Usualmente estaba aburrido, cansado; básicamente pensaba que ya nada podía sorprenderlo... pero qué equivocado estaba. 

Chifuyu chistó y arrugó ligeramente el entrecejo, repitiéndose que nada había cambiado. Nada de nada.

Baji seguía siendo un tipo al que recién acababa de conocer, uno por completo normal y del cual tenía que dejar de pensar.

Se levantó de un salto al escuchar de fondo su alarma, siendo consciente de que debía alistarse para ir a la escuela.

Al menos ahora tenía una razón para prestarle interés.

Sip.

Se alistó con rapidez, desayunó a tiempo récord y salió de su apartamento, yendo a la salida del edificio, sin saber si debía esperar a aquel Keisuke Baji para ir juntos a la escuela.

—¡Heeey, Chifuyu-— escuchó cuando llegó a la puerta.

Frente a él se encontraba Baji, con el cabello recogido y peinado de lado, sus lentes y su uniforme bien arreglado. Sonreía en su dirección, y le hacía señas para que se acercara.

Hmmm.

—Hola— optó por responder.

Su camino a clases fue ameno, entre bromas y preguntas personales. ¿Que qué les gustaba hacer en su tiempo libre? Leer mangas, ver alguna serie y pasar el tiempo con sus amigos y familia. Cosas superficialmente nimias, pero con una gran importancia para conocer a alguien.

Pasar el tiempo juntos se volvió uno más de sus pasatiempos.

A pesar de lo que Chifuyu había intentado opinar, era inevitable que Baji comenzara a agradarle. Su forma de ser, medio intenso, le hacía querer conocerlo más.

Un amigo. El día pasado, Baji se había referido a él como un amigo. También lo había salvado de terminar de recibir una paliza, y lo había invitado a comer a su casa después. Había mencionado ser el líder de la primera división de la Tokyo Manji, y eso explicaba por qué peleaba tan bien. 

—Para que no me vuelvan a arrestar— había aclarado cuando Chifuyu le preguntó por qué se vestía tan formal.

Aparentemente, su intención principal era no meterse en problemas, pero de todos modos lo había hecho al salvarlo.