𝐏 𝐇 𝐀 𝐒 𝐄 ; Taebin ▪︎ Soohyun ; ✓

𝒆 𝒔 𝒄 𝒂 𝒑 𝒆

- Soobin, Soobin - fue lo primero que escuchó el joven chico al abrir los ojos, al despertar ese día muy temprano por la mañana. Vió el rojizo cabello de Taehyun y entonces, se levantó lo más pronto posible.

- ¿Ya es hora? - fue lo que le dijo, con voz dormida y ansiosa.

Vió como el otro chico asentía mientras reía un poco.

- ¿Estabas esperando?

- Estoy emocionado.

- Se nota.

Toda la noche anterior se la había pasado pensando solo en eso, en el escape, en que lo harían juntos. A Soobin solo le palpitaba el corazón.

Taehyun lo ayudó a levantarse, a alistar las pertenencias que debió alistar ayer y a prepararse mentalmente para lo que vendría después.

- Pero, Tae, ¿a dónde iremos? - interrumpió Soobin mientras el pelirrojo repasaba el plan que tenían en voz alta. Él lo miró con ojos perdidos.

- A donde quieras - Fue lo que respondió, pero no lo dejó hablar.

Aún estaba oscuro, no eran más de las seis, era así porque justo a esa hora era cuando los profesores se encargaban de despertar al alumnado.

Debían irse antes de que eso pasara.

Soobin se puso cualquier cosa, sin preocuparse por combinar bien a comparación de otras personas. Se colocó un suéter por el frío que hacia y espero a que Taehyun se lo permitiera para comenzar a preocuparse.

- ¿Estás listo para dejar de llorar todos los días? - preguntó abriendo la manija de la puerta, indicando que ya debían irse. El sol comenzaba a asomarse y eso quería decir que se les hacia tarde.

El azabache solo le sonrió, asintiendo con desconfianza.

Taehyun lo había notado, pero él solo estaba pensando en salir de ese sitio rápidamente.

Abrió la puerta cuidadosamente, sin hacer mucho ruido, dejando al otro chico salir después de él.

Al haber salido los dos y tras cerrar la puerta, se miraron con una cara de nervios.

Soobin quería reírse, pensó que Taehyun lo regañaría con la mirada pero en cambio este le sonrió de vuelta.

Caminaron por los siguientes pasillos como pudieron, tratando de hacer el mínimo ruido que podían. Era como estar en un lugar lleno de criaturas malignas, en donde ellos trataban de librarse de ellas escapando silenciosamente.

Cada paso, cada respiración y cada intercambio de miradas hacia que el corazón de Soobin se sintiera cada vez más débil y tenso. Era increíble que estuviera haciendo eso en ese instante.

Recordaba cada cosa que había vivido con Taehyun, cada risa, cada llanto. Era como una película que se reproducía en su mente.

Después de recorrer un poco el lugar, tuvieron que detenerse a causa del evidente ruido de una presencia cercana, tuvieron que ocultarse en donde creyeron un buen lugar de inmediato.

Eran voces. De profesores, tal vez, eran adultos.

- ¿Kim Youngmin recibió su castigo el día de ayer?

- Sí, tuvo que regresar tarde a su dormitorio por eso.

Con eso se confirmaba que eran profesores. Taehyun mantenía su cuerpo quieto y sin respirar.

- Ellos.. - Soobin trató de hablar, pero la mano del otro chico lo calló tan rápido como se pudo.

- ¿Y Choi Soobin? ¿Ya sabes de él? Él...