Miércoles, 22 de marzo 1939.
Hanji se hundió en un sopor turbulento, atribuido quizás a una gripe a la cual no le había prestado la suficiente atención hasta ese momento.
De vez en cuando ella oía la voz lejana de Petra, obligándola a beber algunas infusiones para mantenerla hidratada y turnándose con Nanaba e Isabel, cambiando de vez en cuando los paños húmedos que le habían puesto en la frente para bajar la fiebre, sin embargo su cuerpo parecía sentir lo contrario y los escalofríos la hacían querer resguardarse a salvo bajo el calor de sus sábanas.
Cuánto más hubiera anhelado estar segura y cálida entre los brazos de ese hombre y de pronto, Hanji se sintió más solitaria que nunca.
La última mirada cargada de decepción por parte de Levi, se había convertido en su sueño recurrente durante ese estado febril.
Luego de unos días, la fiebre bajó y Hanji tuvo ánimos de levantarse para salir de su habitación, donde le dio la sensación de que había transcurrido mucho tiempo, pero solo habían sido un par de días.
—¿Te sientes mejor? —. Preguntó Petra quien estaba en casa, sorprendida de ver a Hanji deambulando por las habitaciones de uso común.
La castaña asintió y luego se sintió un poco avergonzada de que fuera Petra quien cuidara de ella gran parte del tiempo. Se sentía más bien en deuda con ella y no sabía cómo compensarlo para estar a mano.
—Gracias por cuidarme, si necesitas algo no dudes en pedírmelo—. Dijo Hanji finalmente.
Petra no dijo nada al respecto, pero obligó a Hanji a que comiera un poco, invitándola a desayunar junto a ella. La pobre muchacha parecía haber perdido algo de peso en poco tiempo.
—¿Tú y Levi son algo? —. Preguntó entonces Petra para sorpresa de Hanji.
—¿Por qué ese hombre y yo tendríamos algo que ver? Es un sujeto salvaje y poco gentil, además es más bajo de estatura y...
Hanji estaba tratando de ver los defectos dónde no los había, aunque eso pareció suficiente información para Petra quien no pudo evitar dibujar una sonrisa poco usual en ella. Era demasiado evidente que ambos tenían sentimientos el uno por el otro, pero que Hanji aún no fuera capaz de asumirlo, ese era otro asunto.
—No dejabas de murmurar su nombre mientras tenía fiebre. A mí y a las otras chicas, les pareció lo contrario.
Petra se mostró divertida ante la reacción de Hanji, que prefirió meterse más comida a la boca para así no tener que responder.
Aquello resignó finalmente a Hanji, quién no tenía forma de huir de lo que estaba pasando en su cabeza y en su corazón. Sin embargo, sería difícil que Levi volviera a confiar en ella.
Le dolía de verdad pensar en la idea de perder su amistad.
***
Martes, 28 de marzo 1939.
La ciudad se veía extrañamente llena de personas en sus calles.
Desde el último accidente, la producción en la mina se había detenido y las cosas habían tomado un nuevo rumbo.
Zeke había intentado reanudar las funciones habituales dentro de la mina, pero solo consiguió más mineros intoxicados y a ese paso se quedaría sin sus hombres.
Los ingenieros aún venían de camino hacia la ciudad y llegarían en los siguientes días. Sin embargo, su llegada no resolvería los problemas que estaban atravesando en la mina.
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Cartas para Hans (Levihan/Historia completa)
ФанфикLos años 1930 están finalizando y del tren desciende una hermosa mujer que llega a la ciudad para hacer latir más de un par de corazones en medio de la tensión del proletariado y la burguesía.