Dos locos [RONI]

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Capitulo con leve contenido +18

—Joder. —El teléfono del pelinegro fue lanzado con frustración, de nuevo su llamada había sido rechazada y es que el italiano, llevaba una semana sin responderle las llamadas.

Al llamarlo le enviaba un mensaje, preguntando qué era lo que quería, cuando Salinas empezaba a explicar que quería tiempo para poder explicarle el italiano era tajante con él y con una simple frase lo cortaba:

<<Te dije que me llamaras solo cuando quisieras que te follara>>

Y sin dejar dar más explicaciones dejaba de responder, estaba frustrado y decepcionado consigo mismo, sabía que la había cagado en grandes magnitudes pero Toni tampoco cooperaba para arreglar las cosas entre ellos.

Aunque la causa del problema era que no había terminado con Lina ¿Por qué no lo había hecho? Mentirle de manera tan descarada a la pelinegra, no pasar tiempo con ella y hacerla a un lado, solo lastimaba a Lina.

Pero tenía miedo, no sabía por qué pero en su interior se habían formado un puñado de inseguridades y miedo.

Sin darse cuenta estaba marcando el mismo patrón de cuando fueron jóvenes, el mismo miedo fue lo que orillo su separación años atrás con el rubio, suspiro frustrado.

Su celular comenzó a llamar, era Lina.

— ¿Qué sucede?

— ¿No vas a comer en casa, hoy?

Su estómago se revolvió en culpa.

—Ya he comido, querida. —Hablo suave. —Come tú.

Escucho el suspiro agotado de la pelinegra.

—De acuerdo. —Susurro para luego colgar sin despedirse.

Ni siquiera llevaba la cuenta de cuantas veces la había rechazado, pero sabía de antemano que eran muchísimas, su relación se había apagado.

Al llegar a casa, Lina se encontraba siempre dormida, llegaba tarde con el pretexto de papeleo y trabajo hasta el cuello, cuando la realidad era que simplemente no quería encontrarse con la pelinegra despierta. Ya no quería tocarla, ni siquiera besarla, la quería y mucho pero de esa manera, ya no.

Sabía que le estaba haciendo daño, tanto a Lina, como a Toni y también a él. Así que tomo una decisión.

Abrió el chat con el italiano y con un simple mensaje, dejo su celular en el escritorio.

<<Toni, quiero que me folles>>

(...)

El italiano se encontraba en un bar junto con su hermano, llevaba ya unas cervezas y show encima, Carlo también había bebido, pero se mantenía lo suficientemente cuerdo para cuidar de él y Toni.

—Necesito un sugar. —Carlo rio por la forma tan seria en que lo dijo Toni. — ¿De qué te ríes? Hablo en serio.

Sus palabras se tropezaban en su boca por el efecto del alcohol.

—Con todo el dinero que tenemos...—Bebió de su cerveza y comento con gracia. —Podrías ser tú el sugar, Toni.

—Joder.

Refunfuño y tomo de su bebida algo molesto, sacándole una risita a su hermano.

—Ya, ya, ya. —Acaricio los cabellos de Toni. —Es hora de irnos, ya estas demasiado borracho.

—No te lo voy a negar. —Trato de levantarse pero todo se movió, mareándolo, por suerte Carlo lo sostuvo antes de que se cayera.

Lo tomo, ayudándolo a caminar fuera del local hasta llegar al vehículo, dieron unos cuantos tropezones antes de subir pero pudieron llegar sin lastimarse.