CAPÍTULO 26 "DE VUELTA"

16 4 0
                                    

Deje mi celular en la cama de nuevo y Norman me miró fijamente.

-¿Qué sucede?. -Frunció el ceño.

-Nada... Solo que mañana volveremos a casa.

-¿Y eso?. -Levantó las cejas.

-Nuestros padres nos quieren ver.

-Bueno... Fue la mejor luna de miel. -Dijo sonriendo.

-Más de diez ciudades visitadas, que locura. Me agrado esta aventura. -Sonreí.

Me acerque de nuevo a Norman y le di un beso.

-Te amo. -Susurre.

Narra Sam
En cualquier momento llegarían Norman y Caroline y estaba más que nervioso, Joe lo había notado y se burló de verme caminar de lado a lado como viejita desesperada.

-Oh vamos Sam. Llegaran en cualquier momento... No te presiones.

-Es que estoy nervioso, nunca había estado tanto tiempo separado de mi hija.

-Y ese es solo el principio. -Hizo una mueca. -Deberás acostumbrarte a no verla. -Levantó una ceja.

Abrieron la puerta principal y vi entrar a Caroline y Norman, mi cara cambió a una de inmensa felicidad y me lance a ellos a abrazarlos con fuerza.

-Hola papá. -Dijo Caroline feliz. -Los extrañamos mucho.

Joe se acercó y abrazo a Norman y a Caroline y después nos sentamos en la sala a charlar, mientras tomábamos una taza de café y comer galletas.

-El viaje fue muy tedioso y creo que no me gusta viajar en avión. -Dijo Caroline mientras comía una galleta.

-Yo te había dicho que no es como en las películas. -Dije sonriendo.

-Bueno. Lo importante es que la pasamos bien. -Dijo mirando a Norman. -A propósito... ¿Puedo subir a mi cuarto?. -Sonrió nerviosa.

-Claro. Lo dejé exactamente como lo dejaste... Ya que no querías que nadie entrará desde que te fuiste. -Dije en voz baja.

Narra Caroline
Subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto, al llegar entre y vinieron a mi mente miles de recuerdos, uno de ellos fue el día de mi boda. Andaba como loca organizando todo y Minxie detrás de mí tratando de calmarme.
Fui al balcón y abrí las puertas, vi el balcón de Norman y recordé las veces en las que charlábamos por las noches, y me sentía feliz.

Salí de mis pensamientos al sentir unas manos en mi cintura, era Norman, me dio un beso en la mejilla y reposo su cabeza en mi hombro.

-¿Qué haces?. -Susurró.

-Nada. Solo recordar buenos momentos, como el día de la boda, que Minxie me estaba persiguiendo para calmarme, los nervios me mataron ese día. -Reí.

-Ese día quería asomarme por la ventana y verte, pero papá no me dejó... Dijo que es de mala suerte ver a la novia vestida de novia antes de la boda.

Reí a su comentario y me gire para verle la cara. Sonrió y me tomó del rostro para después darme un beso.

-¡Caroline, hora de cenar!. -Grito papá.

Norman y yo nos separamos y nos tomamos de la mano para poder bajar a cenar.

(...)
Durante la cena hubo un silencio total, solo sé escuchaban los cubiertos, vasos y platos.

-Hija. Joe y yo hemos tomado una decisión. -Dijo papá después de limpiarse la boca con su servilleta.

-¿De qué hablan?. -Frunci el ceño.

-Tu padre y yo hemos comprado una casa a unas cuantas calles de aquí. -Dijo Joe emocionado. -Es muy bonita y tiene su piscina y...

-¿A qué va todo esto?. -Pregunté interrumpiendo a Joe.

-Queremos darles esa casa... Además queremos que Norman trabaje en la empresa. -Dijo papá.

-No. -Negué con la cabeza. -Papá ¿De qué va a servir querer independizarnos si nos van a dar todo? ¿No crees que podemos conseguir una casa o un trabajo por nuestros propios méritos?.

-Claro que si... Solo que me gustaría tener a Norman en la empresa. Pará que sea un buen negocio familiar.

-Pero papá... No se...

Norman tomó mi mano y me miró a los ojos.

-Tranquila. -Sonrió. -Señor Harrison yo entiendo su punto... Pero creo que debemos pensarlo antes que nada. -Dijo Norman mirando a papá.

-Si. Estoy totalmente de acuerdo con ustedes... Así que piensen lo que van a hacer, pero acepten la casa por favor. -Suplico.

Mire a Norman y él solo hizo un gesto en modo de suplica, rodé los ojos y mire a papá.

-Esta bien. Aceptaremos la casa... Pero solo eso. -Lo mire fijamente.

Papá y Joe sonrieron victoriosos y Norman me miró y sonrió.
Seguimos comiendo y charlamos de nuestro viaje.

OCEAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora