No soy dueño de Naruto.
Era de noche y la aldea de Sunagakure estaba de celebración.
Todo el mundo celebraba el regreso de su Kazekage en la aldea de Suna. También se guardaba el respeto por el sacrificio de la anciana Chiyo, pero los aldeanos sabían bien que ella los regañaría si los encontrara con las caras largas. Con comida, bebida y bailes, todos disfrutaban de la celebración a su manera, todos excepto una persona.
En una esquina de un pequeño bar en donde no llegaba el alboroto de la fiesta, estaba cierto rubio con un aspecto bastante decaído.
Pocos entenderían dicha actitud, debido a que la fiesta era también para agradecerle a él y a su equipo por el trabajo ofrecido a la aldea, pero Naruto tenía sus razones para estar con los ánimos bajos. Nuevamente la chica que era la dueña de su corazón, lo había rechazado. No es como si no lo hubiera hecho ya unos cientos de veces antes, pero pensaba que ahora luego de demostrar lo fuerte que era, Sakura le daría una oportunidad.
Sólo para ser rechazado una vez más, sin embargo eso no era lo único que lo molestaba, sino también:
"No a cambiado nada, aun es un inmaduro".
Esas eran las palabras que Sakura le había dicho al resto de sus amigos en Konoha y a los hermanos Suna cuando le preguntaron sobre su regreso y que resonaban en su mente como el golpe de un martillo. Admitía que cometía a veces tonterías, pero él al menos no había traicionado a su aldea y todos sus amigos, sólo para entregarse voluntariamente a alguien que evidentemente quería poner su manos sobre su cuerpo como hizo el idiota de Sasuke.
Y era por eso que estaba aquí en la pequeña esquina de un bar, tomando pará aliviar sus problemas. En su viaje con Ero Senin, el sabio sapo le dijo que beber era una buena forma de ahogar tus problemas siempre y cuando no fueras demasiado lejos con el consumo de la bebida.
Cerca de donde el Uzumaki estaba, una Kunoichi de Suna corría a toda prisa, la Kunoichi llevaba una camisa oscura con una falda del mismo color y un chaleco táctico chunim de Suna.
Está era Matsuri que corría con prisa mientras luchaba inútilmente con todas sus fuerzas para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos.
Ella estaba así por lo que había presenciado a se poco.
Flash black
Matsuri caminaba a la torre del Kazekage para ver cómo estaba su líder trás todo lo ocurrido y tal vez incluso, si podía reunir el valor, invitarlo a salir.
Dirigiéndose a la torre del Kazekage, entró y estaba confundida sobre por qué estaba vacía. Al dirigirse a su oficina, se sorprendió al encontrar el pasillo oscurecido y su puerta entreabierta.
Mirando dentro, casi jadeó, pero se impidió hacerlo tapándose la boca con las manos. Dentro estaba su enamorado y su amiga Sari besándose apasionadamente.
Gaara estaba apoyado en su escritorio con los brazos alrededor de la cintura de Sari mientras se besaban en su oficina. Sari rompió el beso mirándolo a los ojos y preguntó: "¿Cuándo vamos a anunciar nuestra relación?"
"Pronto lo prometo" respondió Gaara.
Colocando su cabeza en su pecho, Sari dijo: "Sé gentil, por favor".
"Lo haré", fue la respuesta de Gaara, pero Matsuri ya no estaba allí para escucharlo.
Matsuri no pudo contener las lágrimas mientras salía corriendo de la oficina del Kazekage y salía corriendo asia cualquier dirección.
ESTÁS LEYENDO
Amor inesperado
FanfictionNaruto y Matsuri, ambos con el corazón roto por ser rechazados por las personas que sostienen su corazón, comparten una noche de tragos en donde beben más de la cuenta y debido a eso terminan entregandose el uno al otro en una noche de pasión buscan...