Capitulo 26

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   CAP 26     

        Durante el corto trayecto del viaje no pude sacarme de la cabeza la charla de hace unos minutos.

        Antes de irme Deborah me aconsejo que llamara a Andrew en cuanto pudiera, y eso misma iba a hacer.

         Llegue a las 8.30 p.m. justo a tiempo para la cena. El ambiente era muy agradable, conversábamos entre los tres y nos reíamos de viejas anécdotas.  

-Oye Sophie, ¿Cuándo es la fecha de la exposición? – preguntó de repente Charlie.

-Es el 17 de agosto- conteste mientras me llevaba un trozo de la tarta de verduras que había preparado Kate. Estaba riquísima.

-¡Oh mi niña! ¿Estás emocionada? – pregunto Kate con cierto entusiasmo.

-Sí, la verdad que si… - dije suavemente mientras los nervios hacían presencia de nuevo en mi cuerpo pensando en aquella fecha tan importante.

-Todo saldrá bien, ya verás. – agregó Charlie regalándome una dulce sonrisa, la cual devolví.

-Realmente sería muy importante para mí que ustedes asistieran.- dije mirándolos con sinceridad.  

        Y por supuesto que estaremos allí cariño.- contestó Kate cogiéndome la mano y sonriendo en un gesto muy maternal. 

-Gracias.- contesté con una pequeña chispa de alegría.

        Después de cenar ayude a Kate con los platos y luego subí a mi habitación para poder hablar con Andrew. Extrañaba sentir su voz.

        Cuando llegué a mi habitación lo primero que hice fue recostarme en la cama y marcar su número en el teléfono.

         Al tercer tono por fin contesto.

-¿Hola?  - decía una voz masculina desde el otro lado con un poco de lasitud. 

-¿Andrew? , Soy yo, Sophie. 

-¿Sophie? – contestó con sorpresa - ¿Cómo estás? – dijo  ahora con más alegría.

-Bien… ¿y tú? – no pude evitar sonreír un poco tras notarlo alegre al saber que era yo la que lo llamaba.  

-Bien… un poco cansado, el trabajo es muy agotador. – rió tristemente. ¿Y tú?  

-Bien… también algo agotada. 

- Día largo ¿ah? 

-Si… he estado extrañándote -¿Realmente eso salió de mi boca? Cielos, no puedo creer que haya dicho eso.

         Se quedo en silencio un momento,  luego pude percatarme de    su sonrisa mientras hablaba.  

-Yo también – contesto por fin, y en ese momento cualquier pensamiento razonable desapareció de mi mente.  

        No supe que decir hasta que sentí su voz desde el otro lado.  

-Sophie… ¿estás ahí?  

-¿Eh? Si sí, perdón, me distraje por un momento- dije mientras me sonrojaba, menos mal que él no podía verme.  

-Ya veo…- soltó una leve risita. – Y dime, ¿Cuándo será la exposición de cuadros? 

-El 17 de agosto… ¿Iras verdad? – pregunté un poco preocupada.

-Claro que sí pequeña, sabes que no me lo perdería por nada del mundo, y a un más sabiendo que es muy importante para ti, quería estar seguro para poder tener ese día libre.  

-Gracias, y si, es muy importante para mí que estés en ese momento.  

        Además de decir que era verdad, también sabía que ese no solo sería un gran día para mí, sino que lo sería igualmente para él… y para Charlie y Kate.

-Eso me motiva más para ir a esa exposición – dijo y yo solté una risita tímida.  

-Y yo estaré esperando con más ansias ese día.- continué con su juego. 

       Se produjo un silencio que duró unos minutos.                          

               

-Sophie… 

-¿Si Andrew?

-No puedo esperar hasta el lunes para poder verte. –dijo con lo que parecía, un tono de tristeza. 

-Yo tampoco. – respondí del mismo modo.  

-Hace tiempo que no pasamos tiempo a solas. 

-Sí, es verdad.  

-¿Te parece que salgamos a almorzar después de tu turno? – me pregunto esperanzado.  

-Ehh… sí, claro.  

-Genial,  entonces nos vemos el lunes, me iré a descansar. – pude notar el cansancio en su voz asique no lo alargué más. 

-Claro, yo igual, ha sido un día agotador.  

-Si… que descanses princesa. – dijo dulcemente.

- Gracias, igualmente para ti príncipe. – contesté y sonreí. Creo que él hizo lo mismo.

 -Adiós. – y finalmente cortó. 

          Me quedé como una boba mirando el teléfono, y en ese entonces comprendí que Deborah tenía razón, tenía un brillo de ilusión dentro de mí al pensar que yo lo hacía sentir especial al igual que el a mí. 

        Creo que no podía definir con palabras lo feliz que me sentía en ese momento. Cada momento que pasaba me enamoraba más de él, y fue realmente en ese instante que me di cuenta que haría cualquier cosa por él, y es por eso que tenía que empezar con mi plan lo más pronto posible.

      Simplemente porque lo amaba.

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