Capitulo único

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Agonia.

En una humilde choza hecha de paja y algunos maderos agujereados se encontraba una mujer en labor de parto, su tez era tan pálida que contrastaba con las viejas telas que cubrían el lecho donde se encontraba. Mientras una fuerte tormenta azotaba el lugar a altas horas de la noche el retumbar de los rayos fue silenciado por el llanto de un niño.

Xue Yuan fue llamado por su madre quien entre lágrimas besaba su frente acunandolo lo más posible contra ella con la poca fuerza que sus débiles podían darle misma que fueron abandonandola de a poco hasta que no hubo más.

Ella había muerto su último aliento fue regalado a su hijo.

El tiempo pasó y el niño creció ya tenía 8, vivía de lo poco que lograba conseguir haciendo trabajos forzados para su corta edad o robaba en los mercados para poder alimentarse ya que comer de la basura nunca fue una opción.

A la edad de 10 años toma su primera vida.

Fue el hijo de alguna noble familia que lo había humillado y cortado un dedo, a causa de ello se vio obligado a abandonar el lugar donde nació y fue empujado a vagar sin rumbo hasta convertirse en lo que es hoy.

El perro fiel del rey o Agares como lo llamó el pueblo después de masacrar por completo el clan que lo obligó a huir como un perro sin hogar.

Era poderoso, inteligente, ambicioso y orgulloso.

Todos le temían.

Desde los 14 años empezó a hacer trabajos susios para el rey, sus manos estaban llenas de sangre de inocentes.

Cualquiera que se opusiera a la voluntad del rey ahí estaba él para hacerlo someterse bajo el filo de su espada, la compasión no figuraba en su vocabulario.

Pero un día algo inesperado sucedió.

Ese corazón frío como una roca comenzó a sentir.

El hombre se enamoro.

Era el joven príncipe Xiao Xichen a quién pertenecía su corazón, lo supo desde la primera vez que lo vio en el castillo.

Lo enamoro su mirada y fue cautivo de su sonrisa.

Pero no todo fue rosas y felicidad como él esperaba.

El rey se enteró y lo impidió nunca dejaría que alguien como él estuviera cerca de su hijo, le prohibió verlo y como si no fuera suficiente lo desterró.

Agares quedó destrozado pues sin el príncipe a su lado su vida nuevamente perdía sentido.

Porque siempre era el quién tenía que perder.

¿Porque?

Su padre no lo conocía ni siquiera sabe su nombre, su madre la perdió cuando apenas había llegado al mundo, no tuvo un hogar, una familia y había días que siquiera tenía algún pan duro para comer y ahora que por fin se había enamorado lo iba a perder también.

¡No, esta vez no!

Así tomó su decisión.

Durante la noche se infiltró en el castillo, esa noche sin luna se volvió una sombra más y sin que nadie lo notará hasta que fue demasiado tarde creando un incendio como distracción entro en la habitación del príncipe y lo secuestro.

"Pobre príncipe, nadie sabe dónde está".

El tiempo pasa lentamente, buscaron un incluso bajo las piedras pero todo parecía ser inútil nadie sabía el paradero del príncipe. El rey cayó en depresión debido a ello y al no obtener resultados muchas personas fueron sentenciadas perdiendo así la poca cordura que le quedaba con cada día que pasaba su vida iba acabándose lentamente hasta que un día llegó a su fin.

En lo profundo de un bosque no hubo día que el príncipe no gritara por ayuda, suplicaba piedad mientras agares jugaba con el.

Tocarlo se había vuelto su adicción y como no podía obtener su corazón se conformaría con su cuerpo.

Un día el principio logró escapar pero no reconoció el lugar en donde estaba era totalmente desierto, camino sin mirar atrás durante 3 días y 3 noches pero fue en vano Agares lo encontró y lo llevó de vuelta dándole una pequeña lección al tiempo que susurraba en su oído:

"Desde que te conocí mi mente no podía pensar en otra cosa, desde que te conocí te volviste en mi única razón de existir y ahora que al fin estás junto a mí no te dejaré ir, por favor no grites y aunque trates de escapar siempre te encontraré".

"Sé que me amaras Y juntos vamos a ser felices".

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