The omega next door (OMEGAVERSE) [Adrinette]

∘°❉°∘ Epílogo °∘❉∘°

Tres años después...

—¿Estamos cerca?— Marinette preguntó.

—Solo un poco más...— Adrien dijo. —Ya casi...— se detuvo en la luz roja y sonrió a su pareja, aunque Marinette no pudiera verlo, ya que estaba vendada con una de sus bufandas – ponía cálido su corazón al ver la forma en la que Marinette confiaba en él.

En casa, solo le había dicho 'tengo algo que mostrarte. Es una sorpresa', y la omega ni siquiera le había preguntado qué era.

—Ok, ya llegamos,— dijo unos minutos después. Salió del auto y abrió la puerta para que Marinette saliera. Gentilmente la guió antes de quitarle la bufanda.

Marinette parpadeó unas cuantas veces, acostumbrándose a la luz. Estaba de pie frente a una bonita casa de dos pisos, la cual tenía un hermoso jardín enfrente.

—No lo entiendo,— dijo.

—¡Es nuestra!— Adrien anunció feliz.

Marinette lo miró con ojos bien abiertos.

—Pero acabas de conseguir el auto... No quiero que te hundas en deudas.

—Llegué a un acuerdo para componer las canciones para Kagami y Dominic. Además, he estado ahorrando para esto desde que empecé a trabajar, aparte... con tus padres aun pagando tus estudios, he podido ahorrar lo suficiente para conseguirla,— explicó, pero la expresión de su omega aún no lucía como esperaba. —¿...no te gusta?

—¡Oh, no, claro que me gusta!— Marinette dijo rápidamente. —Es que... ¿esta es la razón por la cual has estado llegando tarde los últimos 3 meses?— susurró con los ojos fijos en la casa.

—Bueno... sí.

—¿Es por esto que has estado trabajando los fines de semana, y por la que llegabas casi solo a dormir?— la voz de Marinette tembló.

Adrien no supo cómo responder, y antes de poder buscar las palabras, Marinette dejó salir un pequeño sollozo.

—¡¿Marinette?!— el Alfa dijo desesperado. Esta no era la reacción que había esperado. —Princesa... ¿qué pasa?

La menor movió la cabeza y Adrien la abrazó, acariciándole la espalda, esperando que se calmara un poco antes de presionar el tema.

—Marinette, dime ¿por qué lloras?— dijo suavemente.

Marinette lo miró, con ojos llenos de lágrimas.

—Porque...porque te amo...— respiró hondo. —Y de verdad... t-te extrañé,— ante esto su voz se quebró otra vez y escondió su rostro en la sudadera de Adrien. El Alfa esperó pacientemente a que hablara más tranquila. —...preferiría seguir viviendo en nuestro departamento sin auto si eso significa que estarás ahí.

Eso tenía sentido para Adrien.

—Princesa, yo...solo quería darte una mejor vida.

—La mejor vida que podría tener es contigo en ella... Además soy completamente autosuficiente, así que desde ahora yo pagare todos los gastos de la casa y no acepto un NO por respuesta. —Aclaró al ver que Adrien se preparaba para refutar su idea.

—¿Por qué no me dijiste que mi itinerario estaba poniéndote incómoda?

—Porque no quería que te enojaras... no quería entorpecerte...sé que a veces soy...— suspiró. —...pegajosa, y pensé que necesitabas espacio...

Adrien movió la cabeza.

—Marinette, ya te lo he dicho, puedes decirme todo. Quiero que me digas todo. ¡Sin importar lo que sea!— abrazó a su hermosa omega. —Lamento no haber pasado suficiente tiempo contigo, pero pensé que el resultado final valdría la pena.