Capítulo 14

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Kelsey tuvo una pesadez en el pecho por aquellas románticas palabras que sonaron sinceras; no logra creer que pueda ser amada por un hombre. No puede imaginar a algún varón conmoverle su corazón por ella y su sonrisa. No se visualiza siendo amada por alguien.

Entonces Kelsey soltó sus lágrimas de nuevo. No se siente lista para dar un paso a alguna relación seria: ama demasiado a Shouta, lo ama tanto que daría su vida por él, sin embargo no puede aceptar su amor tan fácilmente después de la tortura que vivió. Incluso al verse a si misma en el espejo, ella misma se aborrece.

—¿_______? —Aizawa se levantó del colchón, y aún con el cabello pelinegro alborotado se acercó a la menor que estaba en el marco de la puerta.

—No es nada —ella niega sin mirarlo —, creo que tomaré un baño… ¿puedo?

—Sí puedes —Aizawa le afirma alejándose de Kelsey para no sofocarla, logra ver una tristeza en su rostro.

En lugar de llamar a alguna de sus criadas para que encendieran la leña y calentaran el agua, Aizawa arremangó las mangas de su camisa y salió con dirección a al cocina. Es de noche, las sirvientas han terminado de hacer la cena y lavar trastes, puede que algunas estén despiertas en este momento, y aún así Aizawa no quiso molestarlas. Cuándo todo estuvo listo, fue de nuevo a la habitación dónde dejó a Kelsey y le dijo:

—La bañera… está lista.

Se halló con una Kelsey con cabello suelto, ahora todo los hilos de su pelo castaño estaban alrededor de su rostro y uno que otro mechón pequeño tapaba parte de su frente; Shouta suspiró al verla, es la mujer más hermosa que ha visto en su vida.

—¿Sucede algo? —ella le preguntó al verlo con la mirada perdida, Aizawa le asintió. Kelsey mordió sus labios con ansiedad; bajo su ropa hay algo de lo que no quiere mostrarle.

«Un cuerpo maldito y usado» ella se auto desprecia así.

—¿Estás bien? —Aizawa decide preguntar al verla así de ansiosa, comiéndose la uña de su pulgar.

La menor dejó de morder sus uñas para apretar con mucha fuerza la tela de su vestido. Ella desvía la mirada de los ojos negros de Aizawa y entonces ella dice:

—Nada. Es solo que pienso cuánto tiempo durará tus sentimientos hacía mí, y cuando será el día en el que me botes a la calle.

Fueron unas palabras tan deprimentes y dolidas. No estaba su voz llena de odio o rencor a como pensarían los demás; Kelsey habló con un tono de voz triste, nada más, despreciandose a ella misma.

Aizawa se hartó de que Kelsey no sostuviera su mirada, se acercó a ella a una distancia tan cercana en la que lograban escuchar sus propias respiraciones; Kelsey mantenía la cabeza de lado, mirando la pared.

¿Será su cuerpo?» Se preguntó al no saber aquella incógnita del problema. Aizawa no soportarba verla tan melancolía y deprimente, conoce su pasado, puede compadecerse y tener empatía por todo lo que sufrió, pero sin embargo no logrará nunca comprender el dolor y la soledad que vivió. Quizá deba ser gentil con ella y no sofocarla de palabras vacías cómo estuvo haciendo desde un principio.

—Toma mi mano —le dijo, rompiendo el hielo que se había formado en la habitación. Kelsey aflojó su expresión por una suave, y después volteó la cabeza para mirar sus ojos.

Era solo una sonrisa gentilezca que amortiguara el dolor en su corazón. Un rayo de esperanza, de luz. Casi como si estuviera hinoptozada, llevó su pequeña mano a la palma de Aizawa sin dejar de perderse en esos cariñosos ojos obscuros. Shouta le sonrió al sentir que ella accedía a sus peticiones sin miedo, sujetó muy fuerte su mano y ambos salieron de la habitación para llegar a la bañera.

Lover of Mine┊ Amada mía [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora