Era un día de verano cuando la pequeña Sara llegó a su casa con su hermano y su primo despué de pasar la mañana y parte de la tarde, en una escuela de verano. Los tres niños entraban por la puerta cuándo escucharon el sollozo de la madre de los hermanos. Aunque eran unos niños se preocuparon al escucharlo; su madre era una mujer fuerte que los mantenía sola, no lloraría por una tontería.
Fueron corriendo a ver que le pasaba. Entraron en la sala y se encontraron a su madre llorando y a sus tíos intentando consolarla. Los tres niños se quedaron estáticos en su sitio, no entendían que era lo que pasaba. A paso lento, la tía de Sara se acercó a ellos, pero no les dijo nada. Tan solo los miraba, triste.
La madre de Sara se acercó a ellos y les abrazó muy fuerte, mientras seguía llorando. Estubieron así un buen rato. Nadie decía nada, hasta que el hermano de Sara decidió preguntar.
- Mami, ¿qué pasa?- Su madre sollozó y le miró con el alma rota
- Niños.... mis niños...- Su voz se quebraba debido al llanto- Tengo algo que deciros....
- Mami, ¿Porqué lloras?- Preguntó ahora Sara con los ojos aguados de ver a su madre llorar.
- Mi pequeña Sara.... no llores, cariño...- Le dijo su madre al ver que empezaban a caerle lágrimas por las mejillas.
- Tía, ¿porqué están mamá y papá aquí? ¿No me quedaba a dormir a tu casa solito?- Dijo el primo de Sara tirando suavemente de la manga de su tía
- Sí, cielo, claro que sí- Le abrazó su tía.
-Podemos decirselo nosotros si quieres....- dijo la tía de Sara, que había empezado a llorar también al ver a esos tres niños, que a tan corta edad debían asimilar esa horrible noticia
- No.... Yo puedo hacerlo...- Contestó con alguna que otra dificultad la madre de Sara.
- ¿Que nos tienes que decir, mami?- Empezó a decir llorando el hermano de Sara, que al ser el más mayor se empezaba a asustar.
- Mi amor... Mis amores... Venid aquí los tres- Dijo ella mientras lo atraía hacia si misma- Lo que tengo que deciros no es fácil de asimilar... Por eso quiero que me atendais, ¿vale?- Los tres niños asintieron algo dudosos.- Bién.... Jayden, tu tío... Sara, Dereck... vuestro padre.... ha muerto..- Su voz se iba apagando a medida que pronunciaba esas terribles palabras.
Los pequeños entraron en un estado de shock. Sara empezó a llorar ruidosamente, Jayden corrió hacia su madre y empezó a llorar en sus brazos. Pero se podría decir que el más afectado fue Dereck. El pequeño de 10 años había pasado muy buenos momentos con su padre, era el que más recuerdos tenía de él. Dereck se quedó quieto en los brazos de su madre mientras silenciosas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. Por delante de sus ojos pasaron todos los recuerdos compartidos con su padre. Recordó aquel día que montaron un circuito de coches los dos juntos y jugaron por horas. Recordó cómo su hermana rechazó un regalo que le hizo su padre y él se ofreció a quedarselo. Recordó cómo su hermana se puso celosa y reclamó aquella muñeca. Recordó a ese hombre que solía ser su héroe. Recordó aquella sonrisa que le hacía feliz con tan solo verla. Recordó la afición de su padre por los videojuegos.
Después de unos minutos que parecieron eternos, los tres niños corrieron hacia la habitación que solía ser de su padre y tío como si se hubieran puesto de acuerdo para hacerlo. Allí estubieron llorando por horas hasta que prácticamente se les secaron las lágrimas y quedaron dormidos.
* * * * * * * * * * * * * *
" Hay veces en que lo duro no es despedirse, sino el hecho de no poder hacerlo. Más vale decir adiós cuándo se puede, que no poder decir nada. Es mejor correr y despedirte, que quedarte quieto a llorar y después arrepentirte."
Pumpyking*
^ ^ ^ ^ ^ ^ ^
Este es el primer relato corto que escribo. Voten y comenten. Si ven alguna falta de ortografía avísenme. Gracias por leer mi historia.
Un saludo.
King*
