El tiempo es limitado

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Las grietas en los cielos son cosas que a él no le interesan, el moho que ha crecido sin reparo en lo alto es incierto, las raíces tan profundas sostienen al árbol más alto con gran labor.

El sonido del viento parece tener la desagradable canción más melancólica y dolorosa, es tan voraz. Tan cruel y desdichado es el que logra identificar los lamentos escondidos en cada brisa que recorre su largo cabello.

Las notas parecen ser tocadas por los dedos malditos de un desdichado y desafortunado que perdió todo rastro de calor y alegría.

Afortunados los que pasan la noche en tranquilidad, acompañados por ese que le brinda calor y seguridad.

Hua Cheng desde que regreso a ciudad fantasma ha escuchado los rumores que corren por todas partes, rumores acerca de un demonio que desaparece a fantasmas con poder moderado. En este momento es lo que menos le interesa.

Se encuentra molesto, enojado consigo mismo.

No es para menos, lastimo no solo una vez a su esposo.

No esperaba que Xie Lian se encontrara con Lan Wangji ¿Entonces Xie Lian es el joven guapo y atractivo que describían todos?

¿Cuánto tiempo llevan juntos?

¿Qué tipo de relación tienen aquellos dos para que Lan Wangji tomara el brazo de su Gege y llevárselo?

¿Tan desvergonzado es?

Es obvio que su Gege es fuerte y no tiene necesidad de que lo cuiden todo el tiempo. Al contrario de Wei Wuxian que se volvió tan débil en ese nuevo cuerpo.

Sus pensamientos se desviaron nuevamente, regresando al punto de preguntarse ¿Gege, podrás perdonarme?

Xie Lian no puede ser tan tonto como para dejarse llevar por la ira y el rencor, entonces ¿que se supone que está haciendo junto a Lan Wangji?

Esa respuesta puede ser respondida, Xie Lian se encuentra frente a Hua Cheng en medio del bullicio de ciudad fantasma, a su alrededor varios fantasmas los miran con ansiedad, implorando que todo se solucione.

- ¡Gege! – Hua Cheng se acercó rápidamente para abrazar a Xie Lian quien al principio se mostró errático al sentir los brazos fuertes envolviendo su cuerpo, desistió de lo que sea que estuviera pensando, abrazando con fuerza a Hua Cheng quien sonrió al sentir sus manos nuevamente sobre su espalda en un fuerte abrazo.

- ¿Dónde estabas? ¿Qué hacías con ese Lan? Yo... - Fue callado por un dedo que se posó sobre sus labios, no respondió en ese momento.

Xie Lian llevo de la mano a Hua Cheng dentro de la Mansión Paraíso, haciendo una señal a Yin Yu para que alejara a todos los fantasmas no solicitados lejos de la presencia de este par que debía hablar seriamente.

Dentro de la habitación que compartieron por varios años Hua Cheng sintió como si le apretaran todo el cuerpo con un objeto tan pesado.

- Gege, lo que viste la otra vez... - Nuevamente fue silenciado por Xie Lian, pero esta vez fue por los labios suaves.

Un beso lleno de deseo, rápidamente escalando a algo más, ambos no se habían tocado por bastante tiempo y su reencuentro ameritaba una merecida tarde desbordando deseo sobre el cuerpo del otro.

Guiado directo hacia la cama de aquella habitación, las rojas telas sobre esta hacían resaltar el cuerpo de ambos mientras se enredaban lentamente.

Xie Lian sobre el cuerpo de Hua Cheng era la mejor de las vistas, su cabello castaño y los ojos que... Ignorando el hecho de que Xie Lian le evite la mirada dejo de importar al instante, ambos continuaron con los besos llenos de fiereza y destreza.

Sin vuelta atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora