El papel aguanta

intriga, deseo y adiós.

Prueba y error, una y otra vez, prueba y error, es todo lo que obtengo tras días de insatisfactorio trabajo.
Como tema, el amor ha sido y será siempre la fuente más grande de inspiración para un escritor y, al mismo tiempo, la de infinitas interrogantes.

Amater enamorado, así es como me llamo ahora, pues desde hace tiempo que en mi mente y corazón vive una persona, una que llegó y me hizo cuestionarme el amor, causando así lo peor que le puede pasar a un escritor y eso es ser incapaz de plasmar en papel lo que tengo dentro de mí.

¡Pero finalmente llegué a algo!, un momento de eureka;  "no debe tener sentido ni razón, solo es, existe y es real... Si el amor es verdadero, es inexplicable".
Y aún dentro de lo inexplicable que hay en el amor, algo lo tengo claro: su sola presencia llena de vida mi existencia.

. . .

Algo tienen noches como ésta, de madrugada y con lluvia, que permiten imaginarse historias que aunque pecan de simples, están llenas de significado.
Como un tu y yo tomando café, tu y yo paseando por el parque, tu y yo viendo una película tratando de no asustarnos, en donde tú fallas y yo te abrazo.

La lluvia sigue y yo permanezco aquí.
Escucho música y te imagino en la habitación, porqué cuando la música suena trae de vuelta la calidez que siento contigo cerca.

La lluvia ha parado y está amaneciendo.
Y me doy cuenta que en el amor, no existe la meritocracia. Pues aunque creo ser lo que necesitas y quiero ser lo que mereces, la realidad es que no soy lo que quieres.

. . .

Con esto me doy cuenta de que amar no es poseer
De que el amor no es finito
Que, aunque estoy triste, me voy más sabio
Me voy erguido y con esperanza
Y te agradezco, porque contigo supe que podria amar de nuevo.

Miro hacia atrás por última vez, te veo a lo lejos, te dedico una ultima lagrima
Y con una sonrisa te digo
adiós, querida.