Era el año 1991, una joven señorita caminaba por el jardín de su hogar ;le gustaba disfrutar de esos días soleados sin tener que estar encerrada en el salón recibiendo algunas de las clases, un poco aburridas a su parecer. Estaba feliz que su tutor se encontrará indispuesto a ir impartirle las clases; respiro profundamente el aire fresco, le hubiera gustado pasar más tiempo con sus padres pero ellos siempre estaban ocupados, no se daban un descanso de las cosas que hacían para poder pasar un tiempo con su hija.
Mientras estaba concentrada en sus pensamientos, vio movimiento entre unos arbustos, se detuvo un momento para ver que animal salía de ahí, el movimiento se detuvo y ella espero pero nada salió. Dio un paso al frente dubitativo, al no percibir ningún ruido, decidió acercarse más al encontrarse al frente del arbusto, acercó su mano para poder ver a través de él, cuando separó las ramas escucho un quejido, no se esperaba encontrar a un chico ahí, tenía una herida en su brazo, podía ver en sus ojos el miedo y el dolor.
-Hola- hablo tímidamente, él la miró con curiosidad -¿Quién te hirió?- quiso acercar su mano para poder bien la herida, pero él muchacho se alejo -No te haré daño, lo prometo- le sonrió -No te vayas, iré por algo para curarte-lo miro y se fue corriendo a casa, al entrar fue directo a buscar el botiquín de primeros auxilios, al encontrarlo reviso que tuviera vendas y alcohol, lo cerró y fue a la cocina por algo de comida y agua para el chico, salió sin que nadie la viera con las cosas en sus manos, no quería que el sr. Frank le dijera a sus padres.
Sin hacer ruido cerró bien la puerta, se fue rápidamente y con cuidado a donde estaba el joven, se sorprendió de que no se haya ido. Le sonrió y dejo las cosas en el pasto, acercó sus manos al brazo, el chico se resistió un poco al final decidió confiar en ella. La joven abrió el botiquín, sacó un algodón con alcohol, lo acercó a la herida antes de limpiar se detuvo.
-Esto ardera un poco, sólo será por un momento es para limpiar tu herida- le sonrió gentil, él asintió. Ella puso suavemente el algodón en la herida, reviso si la herida estaba por ambos lados, al cerciorarse se dijo que no hubiera nada dentro de la herida, uso unas pinzas pequeñas para poder quitar la el resto de una astilla, limpio cuidadosamente, saco una aguja esterilizada con hilo quirúrgico, miró al chico antes de empezar pidiendo su permiso para continuar, él volvió asentir y ella procedió a coser la herida, al terminar corto el hilo con unas tijeras, guardo lo que utilizo en una bolsa para poder tirarlas después, tomó la venda y cubrió la zona herida.
-Gracias-habló por primera vez el muchacho -Me llamo Des- hizo una leve mueca tratando de sonreír como ella, nunca había sonreído, no sabía cómo se hacía. Ella soltó una pequeña risa.
-De nada, mucho gusto Des. Mi nombre es Anne- estiró su mano y le sonrió. Des sintió que su corazón se aceleró, tomó tímidamente la mano extendida y le sonrió devuelta.
Ninguno de los dos quería dejar de tomar sus manos, deshicieron el agarre porque no querían incomodar al otro.
-¿Quién te hirió, Des?- tomó asiento al frente de él.
-Un cazador- respondió, Anne abrió sus ojos sorprendida.
-¿Por qué te lastimaria?- preguntó curiosa.
-Me atravesé cuando le disparaba a un ciervo- hizo una mueca.
-Eres un héroe por haberlo salvado- él no podía creer eso, como alguien como él sería un héroe.
-Traje comida y agua, ya que no sabía si tenías hambre- acercó hacia él los platos y bote.
-Gracias- comió el pollo con puré, pan y arroz tranquilamente, disfrutando del sabor y de poder probar bocado después de dos días sin comer.
-La comida estuvo muy rica, gracias- limpio su boca con la servilleta.
-De nada, me alegra que te haya gustado- acomodo los platos y el botiquín -Dejo volver a casa, cuidate mucho- se puso de pie.
-Espera- se levantó rápidamente -Yo.... quería saber si podemos vernos otra vez- rasco su brazo de manera nerviosa.
-Claro, mañana nos vemos Des- se despidió y volvió a su casa. Des tuvo una sonrisa grande en su rostro.
Días después
Cada vez que podían se veían, empezaron a conocerse cada vez más, Des supo que Anne estudiaba en cada con un tutor, sus padres eran de clase alta ya que ambas familias tenían una fábrica de textiles, por lo tanto no pasaban tanto tiempo con su hija, por esa razón Anne aprovechaba la ausencia de sus padres para poder salir y caminar por el extenso jardín, ya que cerca de este hay un bosque; Des le contó a Anne que había huido de su casa porque no quería obedecer las órdenes de su padre, también que había encontrado una pequeña cabaña abandonada en la cual se quedaba; el tiempo que pasaban juntos los volvió más cercanos, sin poder evitarlo ambos jóvenes se enamoraron y declararon su amor.
Un día como cualquier otro, ambos jóvenes se encontraban caminando por el bosque, cuando de repente un hombre los atacó, Des peleaba con el desconocido, sin poder verlo de antemano recibió un fuerte golpe en el estómago, eso lo dejó sin aire y cayó al suelo; Anne tomó una rama y golpeo en la espalda del hombre tan fuerte como pudo, este se volteo y le arrebato la rama, le dio una cachetada, al momento en que Des vio a Anne siendo lastimada, sintió su sangre hervir y sin poder evitarlo mostró su forma natural, en sus manos crecieron las uñas como garras, sus ojos se hicieron rojos, le salieron unos cuernos y una cola, el hombre al ver en lo que se había transformado se asustó no pudo huir porque Des lo tomo del cuello para empezar apretarlo fuertemente y sin contemplación hirió su cara y pecho hasta verlo desangrarse lentamente.
-Des-
