UNICA PARTE.

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El líquido amargo le quemó la lengua y la garganta, pasó con una mueca entre disgusto y excitación.

Miró alrededor buscando una silueta masculina danzar al son de la música, ahí estaba, su pequeño, Julio en una falda azul hasta arriba de sus rodillas, calcetas blancas y un top blanco liso.
Movía sus caderas en un vaivén lento y caliente, todo al mismo tiempo.
Veronica sintió una ola de placer que se convirtió un cosquilleo en su intimidad .

Tosió algunas veces y centró su mirada una vez más en el pequeño trasero de Julio, deseaba pasar sus manos por ahí y amasar la carne caliente.

Se puso de pie y camino hasta el mirando directamente a sus orbes cafés oscuros, tenía las pupilas dilatas y en general se veía extasiado, Verónica pasó sus manos y brazos por el cuello de Julio haciéndolos descansar en sus hombros, Julio la tomó por la cintura y la acercó un poco más.

"Creo que deberíamos ir al cuarto pequeño" hablo Verónica muy cerca del oído del chico.

Julio sintió una presión en su pelvis, sabiendo la razón por la cual su dueña quería ir a la habitación.

"claro" acepto Julio mirando esos labios irresistibles de aquella mujer, en general era una mujer hermosa, cabello negro liso, ojos azules, piel morena y una necesidad de querer tener todo bajo control, excitante.

"Buen chico" dijo la mujer, antes de separarse, tomar de la mano y dirigirse a la salida del club del hotel.

Lo primero que hizo Verónica cuando ella y Julio se encontraban dentro de la enorme habitación blanca y pulcra, fue abalanzarse hacia los labios del pequeño, degustando su forma y la manera en la que se molían contra los suyos.
Su saliva sabía a licor de frutos rojos y su lengua se sentía caliente.

Aún de pie, Verónica trazó sus manos sobre los glúteos del hombre, masajeándolos y disfrutando de la sensación mojada que tenía ahí abajo.
Su lengua hizo un trayecto a las clavículas marcadas de Julio, besándolas y mordiendo un poco, provocando jadeos de parte de los dos.

Veronica recostó a Julio sobre la cama y subió su falda, dejando ver unas bragas azules justo a la medida, la mujer sonrió y mordió sus labios, bajo el encaje y la polla dura, con la punta goteando de semen salió disparada, rebotando y haciendo un choque sucio con el estómago de Julio.
La boca de Verónica se convirtió en lago, lamió su labio inferior deseando tener la longitud adentro suyo de todas las maneras posibles.

Acercó su boca y beso con delicadeza la punta, sintiendo como Julio temblaba por el contacto.
Primero acaricio con su mano derecha los testiculos, lamió estos para después meterse toda la longitud en su boca, subió y bajo lentamente, con la punta casi tocando su garganta, los gemidos de Julio reinaban en todo el lugar, entre maldiciones que acompañaban golpes con palma abierta en los muslos de este, hasta el mismo nombre de Verónica ser gritado una y mil veces.

Después de un minuto exacto, Julio sentía ese nudo en su estómago bajo hacerse, una bola de presión en su pelvis, y su cadera queriendo ser liberada para poder acercarse a su orgasmo, y follar la boca de Verónica, pero le era imposible, porque ella lo sostenía con fuerza con las manos en su cadera, y también porque justo cuando estaba a punto de llegar, Verónica paro abruptamente, Julio lloriqueo e iba a quejarse si no fuera porque Verónica hablo.

"Cállate"

El hombre obedeció y asintió con su cabeza.

"Me gustaría hacerte correr con mis dedos enterrados en tu culo, o tal vez te pueda montar..." Veronica hablaba mientras se quitaba su traje y camisa blanca, dejando ver su desnudez al completo, comenzó a repartir besos mojados en el cuello de Julio, antes de volver a mirarlo a los ojos.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2021 ⏰

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