Apenas volvieron a abrir sus ojos, Doyoung cayó con debilidad a los brazos de Jaehyun quien lo recibió con cuidado, tomó su rostro entre sus manos con adoración verificando que estuviera bien y después se lanzó a sus labios. Lo besó como nunca antes, hasta que sus labios ardían de tanto ser maltratados, pero no importaba, el aire o el dolor eran lejanos, ajenos. Sin embargo, se detuvieron por un momento juntando sus frentes intentando tranquilizarse aunque la desesperación era latente, como un ente queriendo poseerlo.
Jaehyun todavía lo apretaba con fuerza contra sus brazos, así de esa forma se aseguraría de protegerlo y defenderlo de todo aquel que quisiera hacerle daño. Él sería su escudo.
Doyoung se separó un poco aunque solo fue para brindarle un suave beso en su frente que sirvió como un narcótico, una especie de calmante.
—Están furiosos, Jae —Murmuró pasando los dedos por su cabello castaño—. Deben estar igual o aún más cansados que nosotros y están hartos de la situación de mierda. Quieren terminar con esto ya.
—Qué se jodan, Doyoung. ¡Qué se joda todo el maldito mundo! No puedo permitir jamás que te vuelvan a hacer daño. De ninguna puta forma. ¡Casi me muero Doyoung! ¡Todavía puedo sentir cómo mi corazón late desenfrenado!, mira —Jaehyun tomó su mano y la colocó contra su pecho para que él fuera capaz de sentir toda su angustia—. Fue tan horrible...
Doyoung suspiró acongojado y volvió a dejar un beso en su frente, su olor provocando una súbita perdición.
—Debemos irnos. Tenemos que descubrir dónde está el rastreador que hay en mi cuerpo. Ya no hay tiempo —el mayor se separó y lo miró a los ojos con una leve sonrisa—. Pese a que nosotros tenemos todo el tiempo del puto universo.
Jaehyun sonrió besándolo no estando tan seguro de si realmente "tenían todo el tiempo" del mundo porque ayer había sido el peor día de toda su maldita existencia y aquello no era una buena señal.
—Antes de salir, espera.
Se dirigió a una chica que estaba bailando con una de sus amigas y tocó su hombro mientras Doyoung lo observaba sin entender qué demonios estaba haciendo.
—¿Sabes cómo se llama esa canción? La que está sonando en este momento.
—Creo que es Streets de Doja Cat. —Les respondió ella un poco ruborizada, el típico efecto que solía causar en las personas.
—¡Lo sabía! ¡Cariño! —Miró a Doyoung quien le sonrió sin entenderlo—. ¡TE LA DEDICO!
—Si tan solo entendiera lo que dice...
—Después te la traduzco toda, gracias linda —le guiñó un ojo a la chica antes de que ambos salieran del lugar teniendo cuidado de no encontrarse a Johnny en la entrada.
Observaron con precaución a cada lado de las calles porque, probablemente, ya estaban rodeando el centro comercial. Intentaron pasar desapercibidos, Doyoung colocándose su capota y Jaehyun un cubrebocas que compró en una tienda unos minutos antes. Pasó su brazo protectoramente sobre los hombros del mayor y caminaron rápido mezclándose entre las personas. Cambiaron de baño al que siempre entraban y Jaehyun logró desactivar los relojes en un par de minutos, cada vez era más ágil. Sin embargo, se aseguró de tomar las caderas de Doyoung quien estaba encima del lavabo y besarlo de nuevo mientras el mayor rodeaba su cuerpo con sus piernas. Era adicto a esos labios y esa boca tan perfecta, aunque Doyoung reía algunas veces por sus gafas.
—Ya, ya —lo detuvo cuando metió su mano debajo de su camisa—. Tendremos tiempo para esto después, cariño.
Doyoung sabía exactamente lo que provocaba porque sonrió con malicia al decir lo último y Jaehyun no tuvo otro remedio más que levantarlo y clavarlo contra la puerta de los baños mientras lo devoraba.
ESTÁS LEYENDO
El imperfecto azul [ JaeDo ]
FanfictionEs un juego cómico y cruel de la vida. En un mundo donde, cuando conoces a tu alma gemela, el tiempo se detiene por un instante y luego se siguen reviviendo las mismas 24 horas hasta que ambos se enamoren, Jung Jaehyun y Kim Doyoung se han encontrad...