Luis y Laura en multimedia.
Estaba en mi cama, acostada. Tenía mis ojos cerrados, pues aún quería seguir durmiendo.
Claro que no todo en esta vida es posible. Eso jamás.
Los rayos del sol que atravesaban la ventana fueron la causa de un gemido molesto que salió de mi.
Me senté en el borde de la cama, bostezé y me tallé los ojos suavemente, para que no se me irriten.
Me levanté de la cama, me puse mis pantunflas de Stitch (De "Lilo & Stitch") y caminé hacia el armario para tomar algo de ropa.
Tomé una blusa gris con maga de 3/4 (Tres cuartos) y que tiene un corazón negro en el centro, unos jeans ajustados y mis vans negras.
Me metí a la ducha, no sin antes dejar la ropa en el mueble que se encuentra a un lado de ésta. Las ventajas de tener baño privado, es que no tienes que salir de tu habitación, además, así te vistes agusto.
Salí de la ducha, me puse mi ropa interior (Brassiere y "calzones" o "bragas" o como quieran llamarlos) y enseguida me puse la demás ropa.
Me sequé el pelo y me lo cepillé. Me puse mi gorrito gris, tomé mi mochila y bajé las escaleras, en dirección a la mesa.
-Buenos días mamá- Saludé a mi mamá, quien estaba sirviendo el desayuno.
-Buenos días hija, ¿Cómo amaneciste?
-¡Muy bien! No sé por qué, pero estoy algo ansiosa por entrar a la escuela.
-Te entiendo linda. Me alegra que te hayan permitido entrar a una escuela normal, y que no te hayan mandado a una escuela especial.
-Lo sé mamá. ¿Crées que los demás entiendan mis problemas?
-¡Claro que sí! Además, si los demás no lo entienden o te ignoran, tu dales la espalda tambien, ellos no merecen de tu respeto ni tu atención.
-Tienes zarón mamá. Siempre la tienes- Me acerco a ella y le doy un abrazo.
-No hay de qué, Laura. Ahora siéntate a desayunar, que se te hará tarde.
-Está bien- Me senté y comenzé a deborar mis hot cakes. Amo los hot cakes. Si pudiera casarme con ellos, ya lo habría hecho. Aunque... Sería ilegal casarse a los 16 con unos hot cakes, ¿Verdad? ¿O no? Dá igual.
Terminé mi desayuno, me despedí de mamá, tomé mi mochila y salí de la casa, para tomar camino a mi nueva escuela.
La escuela está increíblemente cerca, así que no tardo ni más de diez minutos en llegar.
Llegué, entré y noté que por el pasillo varios me miraban como si fuera cosa de otro planeta. Es eso o tengo un moco de fuera.
Necesitaba mi horario y mi casillero, así que caminé hacia lo era la oficina de la secretária, creo.
Toqué la puerta, y entré después de un "Pase" de una mujer.
Entré y ví como una mujer de unos 35 años me sonriera amablemente, y me pidiera que me sentara con movimientos de sus manos.
-Buenos días...
-Laura. Laura Lacrosse- Terminé la oración.
-Srita. Lacrosse. ¿Usted es la nueva, verdad?
-Sip. Vine aquí porque necesito mi horario y mi casillero.
-Enseguida te lo entrego, solo espera un momento- Asentí y esperé sentada mientras la secretária se levantaba de su silla y se dirijía a su computadora. Tecleó quien sabe que cosas y de la impresora salieron dos hojas.
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Juntos Hasta El Fin
Teen FictionEstar enferma es algo horrible, no puedes hacerlo todo tu sola. No tengo permitido ver películas de horror ni desvelarme seguido. Así es mi vida diaria, siempre es aburrida, pero hay veces en las que se pone interesante, como ahora... Mi nombre es L...