n i n e t e e n. another girl?

3.1K 401 158
                                    

Había llegado la hora de despedirse, por más que James quisiera, no podía quedarse un poco más pues al siguiente día tenía otro largo día de jornada laboral.

Se despidió como siempre de Ann, con un fuerte abrazo, un beso en la frente y la promesa de que al siguiente día volvería. Bajo cuidadosamente por el balcón y esperó a que la chica se adentrara a su habitación, con un gesto de mano ambos se despidieron y James se dispuso en seguir su camino, pero fue una voz femenina lo que lo detuvo.

— Veo que no te darás por vencido.— al girar su mirada se encontró con Alice, quien le dio una gran calada al cigarrillo que sostenía entre sus dedos.

— No me lo tome como una falta de respeto. Yo quiero a su hija, la quiero de verdad.— hablo lo más firme que pudo.

— ¿Qué no te lo tome como una falta de respeto?— sonrió cínicamente.— Te metes a mi casa a escondidas y hacen quien sabe qué cosas aún cuando ella ya está comprometida. ¿Cómo lo tomarías?

— Yo respeto mucho a Ann, créame que entre ambos no ha pasado nada.

— Se dicen muchas cosas de ti en el vecindario, joven Barnes.

— Permítame demostrarle que soy todo lo contrario.— quizás esta era una oportunidad para finalmente ganarse a su madre.

— Yo no necesito que me demuestres nada. El futuro de Ann ya está decidido y lo mejor para todos será que tú desaparezcas de su vida.

— Entonces es una lástima que no hayamos podido llegar a un acuerdo. No me iré.

— Bien, entonces grábate estas palabras en tu cabeza, jovencito. A partir de este día yo misma me encargaré de mantenerte alejado de mi hija, no descansaré hasta que ella quede completamente decepcionada de ti, no voy a permitir que entre ustedes exista ningún tipo de romance y siempre seré la piedra en su camino.

— ¿Por qué no quiere que su hija sea feliz?— preguntó horrorizado por las palabras de la mujer.

— ¿Qué felicidad le puedes brindar tu? Eres solo un capricho, conozco a mi hija, James, ella solo se ha aferrado a ti porque se lo prohibimos, si las cosas hubiesen sido de otra forma, créeme que su amorío no hubiese durado ni un mes.

— Cuando Ann sea mi esposa me reiré en su cara y en su absurda idea de que solo es un "capricho".

— Si tanto quieres a mi hija, como dices, aléjate, porque si te vuelvo a ver cerca de ella me encargaré de hacerla vivir un infierno dentro de casa. Tú la ves un par de horas, yo la tengo todo el día. Ahórrame la molestia de enviarla a Londres.

— ¿Cómo puede ser así de cruel con su propia hija?

— Fue un placer hablar contigo.— tiro al suelo la colilla de su cigarro y piso de está dando media vuelta volviendo a su hogar.

James suspiró pesadamente conteniendo las lágrimas que amenazaban con salir. Nunca se quitaría a sus padres de encima, eso quedaba más que claro y, debía de tomar una decisión por más dura que esta fuera.

Diciembre 1936...

El año está pronto a terminar, la organización de la boda había sido bastante rápida y solo quedaban algunos meses de espera para el gran evento. Alice, quien se encargaba de todos los preparativos había elegido el mes de Marzo para llevar acabo la ceremonia, exactamente el día diez.

Sabía a la perfección que James cumplía años en ese día, lo sabía por aquel encuentro que habían tenido fuera de su casa donde lo había amenazado, y a pesar de que Ann estuvo en contra de la fecha asignada, poco le importo a la mujer quien disfrutaba de ver sufrir a James.

Wembley, no supo nada más del chico desde su cumpleaños, era como si este hubiese desaparecido de su vida, y, por más que intentara enfadarse con él, no podía, entendía completamente sus motivos. Sabía perfectamente que solo sería cuestión de tiempo para que James se alejara, y así había sido.

Steve, era quien frecuentaba bastante seguido a la rubia, supo cómo ganarse nuevamente la confianza de Alice a base de mentiras, quien hasta la fecha lamentaba mucho el hecho de que no sea Rogers el prometido de su hija.

— ¿Y ya sabes dónde será la boda?— preguntó el ojiazul mirando a su amiga fijamente con tristeza.

— ¿No te ha llegado la invitación?— Steve negó. 

Ann, camino hasta su pequeña cómoda y del cajón sacó un par de invitaciones entregándoselas a Steve.

— Está es para ti, y...

— No creo que sea buena idea.— se negó a recibir la otra.— No he sabido nada de él.

— ¿En serio?— todo este tiempo había creído que ambos mantenían contacto.

— Hace meses que no hablamos. Se distanció de todos y de todo, si le entregó esto...— señaló el pedazo de papel blanco.— seguramente lo matará.

— No lo hago con mala intención.— se disculpó.— Pero hace tanto que no lo veo que... tienes razón, es una pésima idea.— lanzó la invitación.

Steve sintió como su corazón se estrujaba

La noche llego obligándolos a despedirse, Rogers estrujaba en sus brazos a su queridísima amiga mientras le deseaba solo cosas buenas, y al mirarlo cruzar el marco de la puerta, Ann no pudo evitar el volver a sentirse sola.

La chica no podía parar de pensar en James, lo recordaba con tristeza, pues era la promesa de un amor que no había podido ser. Se lamentaba todas las noches por la vida que le había tocado, y sobre todo, por la familia que tenía.

Alice no paraba de traerle rumores sobre el chico, todos los días tenía que escuchar cosas no tan buenas sobre James que, siendo sinceros, Ann no creía verdaderas, pero aún así lograban afectarla, no eran las noticias lo que la dañaban, era la malicia con la que su madre se las decía, pues notaba como solo buscaba romperle el corazón con sus palabras.

— He visto a James hoy.

— Que bueno, madre.

— Iba tomado de la mano con una jovencita. Muy guapa, por cierto.

— Mmmju.

— Llevaba un anillo precioso, esa piedra brillaba más que el sol.

— Que bueno.

— Empieza a correr el rumor de que ambos están comprometidos, ¿no te parece increíble?

— Si.

— Espero que seamos invitados a la boda.

Ann no pudo seguir escuchando, tomó sus cosas y enfadada subió hasta su habitación encerrándose una vez más en esta.

Se tumbó en su cama permitiéndose ahogar en llanto, no pudo seguir reprimiendo sus sentimientos y por primera vez después de mucho dejo salir todo.

Tenía muchas cosas en la cabeza, muchos problemas, pero James era el principal motivo de su llanto, pues, por más falsa que sonara la historia de su madre, no podía evitar darse el beneficio de la duda imaginando miles de escenarios donde James contraía matrimonio con otra chica que no fuese ella.

El solo pensarlo la mataba por dentro, obligándola a querer desaparecer.

Pudiera ser que, después de todo, resultaba ser verdad, si bien, hacía tiempo que James ya no la visitaba más, quizás durante su encierro el chico se dio el tiempo de conocer a alguna otra mujer la cual no ofrecía ningún tipo de problemas y decidió comprometerse con ella olvidándose por completo de Ann, quizás y era verdad, Barnes ya estaba comprometido.

LOVER BOY━━ BUCKY BARNES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora