El paraíso en la tierra

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Mi nombre es Alejandra y la historia que contaré es lo más extraño que me ha pasado en la vida. La verdad solo quería relajarme y bueno, acabe haciéndolo aunque no de la manera que esperaba. Todo comienza cuando quiero irme de vacaciones al extranjero, vivo en México y quería conocer otros lugares, pero en otro continente. En vez de optar por Asia o Europa, elegí África, en concreto, la República del Congo. Compré mi boleto y viaje hacia allá. Al llegar me sentí muy contenta porque por fin estaba en un lugar diferente, así que tome mis cosas y me instalé en el hotel. Tomé un baño debido a que hacía mucho calor y la verdad es que lo necesitaba. Luego me dormí puesto que me sentía muy cansada por el cambio de horario y decidí seguir al día siguiente.

Ya en la mañana me cambié y me dije a mi misma que quería ver de cerca la selva, pero no como te la enseñan los guías, sino que quería adentrarme un poco más, saber que se escondía ahí (y si lo sabría). Comí algo en el restaurante del hotel (huevos fritos, tocino jugo y pan, algo clásico) y despues me cambié y me puse unos shorts marrones, unas botas con mis medias y un chaleco marrón con una camiseta blanca debajo. Ah y un sombrero marrón. Una indumentaria bastante estándar para mi gusto pero no me importó al final, además me hacía ver sexy. Soy una chica rubia estatura promedio, tetas pequeñas, culo levantado, abdomen marcado y muslos grandes. La verdad me sentía cómoda. Me fui en un taxi a las afueras de la ciudad y allí pude vislumbrar la selva y rápidamente me fui adentrando.

Ciertamente no quería adentrarme mucho pero la curiosidad me hizo hacerlo más y más. Podía ver un montón de árboles y otras plantas que me rodeaban, enredaderas que podía cortar con mi machete y otras herramientas que traía conmigo. Había mucho lodo puesto que llovió en días pasados según investigué, pero mis botas fueron bastante útiles y llegué a ver algunos insectos y aves muy coloridas por la zona. Miré el reloj en mi celular luego de un tiempo y me di cuenta que eran casi las 5 de la tarde por que quería regresar, y es en ese momento me di cuenta que estaba perdida. No había rastro de la ciudad por ningún lado y de hecho no sabía como volver. Traté de usar mi celular pero no había señal de ningún tipo. No me quedó mas remedio que vagar por la zona. Estuve así por unas 2 horas y cuando ya casi no había luz veo a lo lejos un lugar y pienso que conseguí salir y que todo fue un susto, pero al acercarme se aproximan un grupo de hombres, estaban desnudos y yo les grito:

- Alejandra: Suelténme, son pendejos o que? ¡Quiténse de encima!

Es entonces cuando uno de ellos habla:

- ¿Tu hablas español? Bien entonces te explicaré rapidamente, eres nuestra prisionera sexual. Vas para una celda ¡Llévensela!

En lo poco que pude ver de camino a la celda fue una tribu muy extraña porque si bien sus casas parecían muy primitivas, hechas con ramas y elementos de la selva, tenían algunos elementos modernos como celulares y algunos sitios asfaltados, pero no pude pensar mucho porque fui arrojada a una prisión. Era pequeña, 4 pareces de cemento con una cama y un lugar para mis necesidades. Me parecía muy extraño que una tribu así tuviese este tipo de cosas, pero un detalle que me llamó más la atención es que la tribu estaba formada por hombres blancos y negros, fue un detalle que cuando lo pensé me hizo preguntarme realmente ¿Dónde carajos estoy?

Me quede en la celda hasta el día siguiente cuando un guardia vino y me dijo:

- ¡Tu sales! Tu prueba afuera

- Alejandra: ¿Qué prueba?!!

- ¡Solo camina!

Me llevan a una especie de lugar al aire libre. Allí hay un grupo de personas y alguien que pareciera ser el líder sentado en un trono. Entonces aparece el mismo que me capturó y me dice

- Nos vemos de nuevo ¿Cuál es tu nombre?

- Alejandra: ¿Para qué quieres saber?

- Te lo estoy pidiendo por las buenas, dilo o no saldrás viva de aquí.

- Alejandra: Soy Alejandra...

- Bien, por cortesía te diré el mío, Culiac, Comandante de la Defensa de la Tribu Placeres. Primer comandante blanco por cierto.

- Alejandra: ¿Te aplaudo?

- Culiac: No precisamente con las manos, es tu culo quien lo hará ¡Desnúdenla!

Me desnudaron y me llevaron al centro de ese lugar donde Culiac dijo:

- Culiac: ¡Que comience la fiesta! Hemos recibido una nueva gloria, Alejandra ha llegado hasta nosotros ¡Provemos ante nuestro líder que somos dignos de ella! ¡Marchen ante ella nuestros 5 Maestros Sexuales!

Fue entonces cuando vi aparecer a 4 hombres desnudos negros con unos penes enormes y 1 chico blanco algo bajo y cuyo pene estaba caído. Pensé,  qué haría un chico así aquí, aunque luego lo descubriría. Me empezaron a restregar sus penes los 4 hombres mientras ese chico se quedaba ahí. Cuando estuvieron duros me dieron dos para masturbarlos y uno en mi boca. Eran venosos y gordos y tenían un sabor como a pene mojado, la verdad no se como describirlo pero lo metían hasta mi garganta. El otro empezó a entrar lentamentr a mi ano mientras me nalgueaba, grité debido al dolor y más al tamaño de esa cosa. Lo entró y dolió muchísimo y grité, pero no pareció importarle a nadie. Estaba rodeada por 4 penes que me penetraban muy fuerte. Fue cuando uno de los tipos me dijo:

- Tu culo se siente muy bien, duro y húmedo como me gusta ¡Me voy a venir dentro de ti!

- Alejandra: ¡No lo hagas! ¡Eres idiota o qué!

Luego de una media hora los tipos se empezaron a venir, el de mi boca lanzó un chorro enorme en mi boca, los que masturbaba se corrieron en todo mi abdomen y mi ano se llenó de semen. Me dejaron tirada en el suelo con todo el semen, y fue ahí cuando vino el chico bajito me tomo y me comenzó a besar y a frotar su pene contra mi vagina. Me cargó y me empezó a penetrar suavemente mientras me decía:

- Tu vagina es una delicia, tan mojada y me aprieta mucho mi pene. ¡Bésame!

- Alejandra: No sé por qué, pero no pareces como los demás.

- Yo sé tratar a una dama bien. ¿Te parece si seguimos?

- Alejandra: Sí, vamos.

Mientras me penetraba me empecé a mover y su pene se sentía maravilloso, nos besamos con lengua y todo y las personas a nuestro alrededor se sorprendía. Yo les dije:

-Alejandra: ¿Qué les pasa? Si tienen una buena persona y un buen pene, lo tienen todo ya.

- Alejandra, puedo agarrate el culo?

- Alejandra: ¡Con mucho gusto!

Me penetró duro pero rico, me hablaba con respeto y nos besamos y movimos como locos:

- ¡Ese movimiento de tus caderas me va a hacer venirme dentro y mucho! Se siente muy rico cuando te agarro ese abdomen y piernas tan ricas ¡Ahhhhhh!

- ¡Sí córrete! ¡Necesito toda tu leche! ¡Damelo todo! ¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡Ahhhhhhh! ¡Esto es demasiado rico! ¡Tu pene me llenaaaa!

Fue ahí cuando nos corrimos y me llenó la vagina de semen. Me dejó en el suelo y me dijo que debía irse. No me dio ni tiempo de preguntarle su nombre, pero al menos sabía que no todo el mundo estaba loco aquí, pero estaba segura que muchas cosas me pasarían por aquí.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2021 ⏰

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