CAPÍTULO 03

229 26 86
                                    

El octavo sueño fue… particularmente distinto.

Tener a Christopher constantemente rondando en sus pensamientos era demasiado, y no conforme con eso, ahora el hombre se estaba apoderando de su subconsciente también. Erick comenzaba a pensar en el de forma diferente. Si, era inteligente, bien educado, bien leído y elocuente, pero también era tan guapo. Tanto que su mente comenzaba a jugarle trucos de una forma bastante peculiar.

Erick cayó dormido alrededor de las 10 p.m. Madison estaba acurrucada cerca de su pecho cuando lo hizo, y en el momento en que se adentró en un sueño más profundo, estaba… haciéndole el amor, se podría decir.

Todo su sueño fue demasiado confuso. Todo era tan abstracto, como si se fuera desvaneciendo lentamente. El escenario era completamente blanco, descolorido, cegador ante los ojos de Erick. Miró hacia abajo y vio a Madison, recostada debajo de él, tenía la boca abierta al igual que sus ojos, su cabello rubio extendido a su alrededor. Estaba desnuda y Erick se dio cuenta de que sostenía su cintura mientras se movía dentro y fuera de ella. Sus gemidos eran silenciosos, no había sonidos saliendo de su boca.

Continuó haciéndolo a un ritmo que pronto se hizo aburrido, pero pronto su mente se llenó de numerosos sonidos, voces y señales, hasta que Madison ya no estuvo ahí.

Era Christopher.

Y el ritmo de sus movimientos incrementó, las embestidas de sus caderas contra las de Christopher siendo cada vez mas rápidas, y el blanco cegador pronto se convirtió en un suave y cálido tono de naranjas y cafés. Erick estaba tan cerca de Christopher, admirando su suave piel y sus ojos cafés que lo observaban. Se inclinó, presionando su oreja contra la mejilla de Christopher, hasta que sus gemidos agudos fue lo único que pudo escuchar, hasta que sus gritos llenaron la habitación, embistiendo contra él como nunca antes lo había hecho, hasta que-

“¡Erick!”

Sus ojos se abrieron repentinamente, su corazón latiendo muy rápido, un bulto en sus pantalones, el cual era más que evidente. Volteó hacia un lado y vió a Madison sentada ahí, con una mano posada en su muslo. “¿Estás bien?”

“Yo…” Comenzó a decir, quitando la mano de Madison de su muslo, tragándose la vergüenza, la culpa, el horror de haber soñado algo tan espantoso. “E-estoy bien.”

“Te ves muy nervioso” Madison le dijo suavemente y la boca de Erick se secó.

“Dije que estoy-“ Erick comenzó a decir, pero Madison se acercó a él, presionando sus labios contra su frente.

“Déjame encargarme de eso” Ella susurró. Erick apretaba las sabanas con fuerza, asintiendo sin ganas, sintiendo tanta vergüenza cuando Madison le quitó las sabanas de encima y vió su miembro erecto.

Madison comenzó a trabajar en ello mientras la mente de Erick vagaba, unas cuantas sensaciones placenteras entrando a su sistema, dejando salir unos gruñidos leves como respuesta. No podía entender por qué había soñado con eso. Besar era una cosa, pero hacer el amor era demasiado. Quizá lo que necesita es algo de medicina, eso es lo que recomiendan los doctores cuando alguien tiene pensamientos homoeróticos.

Madison movía su pequeña mano arriba y abajo de su pene, viéndolo comenzar a derramar unas gotas de presemen. “Tenemos que ir a la cena de Camila esta noche” susurró, siguiéndole acariciando suavemente. Erick asintió en silencio, mordiendo su labio para reprimir un gemido.

“Christopher estará ahí” Madison continuó como si fuera una conversación casual, la mención del nombre de Christopher ocasionando que Erick gimiera complacido, saltando hacia adelante para agarrar el camisón de Madison, hundiendo la cara en su cuello.

Somebody To Love  | ChrisErick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora