𝐂𝐞𝐥𝐨𝐬

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Salí de la ducha al escuchar mi teléfono sonar.

-¿Hola?- dije.

-Vic, ya voy para allá amor, sólo dame 5 minutos para cambiarme- dijo Adam.

¡Dios!, apenas terminé de bañarme y él ya casi viene.

-Claro cariño, te estaré esperando-

-Adiós linda- colgué.

Rápidamente tomé mi ropa y me la coloqué, ricé mis pestañas y coloqué bálsamo en mis labios.

-Ay no, ¿qué hago con mi cabello?- dije, unté crema en mi cabello y lo dejé suelto.

Sonó el timbre y bajé las escaleras corriendo.

-Ya estoy lista, Adam- abrí la puerta- Mi cab...- paré de hablar.

-Hola pequeña Vic, ¿me recuerdas?- quedé en shock al ver a la persona frente a mí.

-Marco...- susurré, él sonrió y lo abracé- Wow, pasaron... no lo sé, ¿8 años?- sonreí.

-Increíbles ocho años Vic- dijo- Te ves hermosa- revolvió mi cabello.

-Grac...-

-¿Estás lista amor?- dijo Adam llegando.

-Hola cariño- lo besé- Mira... él es Marco, mi mejor amigo desde los 7 años- sonreí.

-Mucho gusto, Marco Fideth- sonrió y le tendió la mano a mi novio.

-Adam Jones, novio de Victoria- miró su mano y Marco la alejó algo incómodo.

Algo está pasando aquí.

-Si nos disculpas, Mario, nosotros tenemos que ir a NUESTRA cita de aniversario- dijo serio.

Ay no.

-Me alegro por ustedes chicos, ¿cuánto tiempo llevan juntos?- dijo mi amigo alegremente.

-4 años- entrecerró sus ojos- JUNTOS-

Está celoso.

-Bien, supongo que me voy, nos vemos después Vic, te daré mi num...-

-Si, si, luego se lo das- Adam tomó mi cintura.

Definitivamente lo está.

-Adiós Marco, te quiero- grité agitando mi mano.

-Hasta luego, Vic- dijo imitando mi acción.

Entramos al auto lo encendió.

-¿Estás celoso cierto?- dije.

-No sé de qué hablas- lo miré y tensó su mandíbula.

-Estás celoso de Marco, pero no tienes por qué preocuparte, porque sólo te amo a ti, se supone que confías en mí, ¿no?, hazlo, así no te preocuparás- le sonreí tranquilamente y me giré a ver el paisaje.

Después de unos segundos en silencio sentí su mano acariciar mi pierna tiernamente.

-Contigo no me puedo enojar cariño, y claro que confío en ti, eres la única a la que le confiaría mis papás fritas- dijo haciendo que riera.

-Uuuuu, menos eso, si me comería tus papás, pero sólo si no tienen ketchup, no me gusta-

-Eso es lo mejor se las papas fritas- hizo un gesto de indignación- ¿En qué mundo vives nena?- reí y me acerqué a besarlo.

-En el nuestro- sonreí.

𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐥𝐲 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭- 𝐂𝐨𝐫𝐭𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora