Cᴜᴀʀᴇɴᴛᴇɴᴀ ➞ Bɪᴢᴀʀʀᴀᴘ

veintiocho

Oriana ✾

Ayer, Paulo aviso que iba a volver; pero no volvió más.

Entonces, yo había entendido bien; me había dejado.

A eso de las 20 de la noche, Biza me trajo nuevamente a Alina,
y de paso, se quedó un rato.

Incluso, ahora está durmiendo en el sillón; se me está haciendo costumbre que venga ver a Alina y se quede a dormir.

¡Y, justamente eso, es lo que no quiero!

(...)

Ahora son las 11 de la mañana, estoy preparando unos mates, para cuando se despierte Biza.

De Paulo; no se nada, hace de ayer a las 10 de la mañana, que terminamos de discutir y se fue.

No preocupa, porque seguramente, ya tiene a otra; cómo hizo Gonzalo.

Enseguida encuentran alguien para reemplazarme. Todos.

Mientras se calentaba el agua; fui a ver qué hacía Alina, que estaba en el moisés al lado del sillón.

Biza me había pedido si la podía dejar dormir así, como antes de ayer, que se quedó a dormir.

Se ve que estaba en pedo, pero se acuerda bastante las cosas.

-Am...Ori, ¿que haces?- me preguntó Biza desde el sillón.

-Estoy haciendo mates, ¿Ya te despertaste?- le pregunté.

-No, te estoy hablando dormido- soltó una carcajada.

Rodé los ojos y no dije más nada.

La pava eléctrica, había saltado; avisando que ya estaba lista el agua.

Coloqué el agua en el termo; preparé el mate y me senté en el sillón a tomar mates con Biza.

-¿Puedo pasar al baño?- me preguntó con vergüenza.

-Obvio Gonza, pasa- me reí por como lo preguntó.

Gonza asintió.

Alina empezó a llorar, no entiendo por qué, si estaba perfecta; seguramente, porque escuchó que Biza fue algún lado.

La alcé a upa, la empecé hamacar y no, no había forma de que se calle la boca; le ofrecí la teta, tampoco quiso.

Gonzalo volvé rápido del baño... dije para mí.

5 minutos después apareció Biza, alzó a Alina a upa y se cayó la boca por fin, pero esos 5 minutos los lloro sin parar.

-Acá está papá- le dijo con voz tierna.

Alina soltó una carcajada.

Yo los miraba callada la boca, mucha ternura junta.

-¿Viste como se tranquilizó?- me preguntó contento.

-Si Gonza, te ama- respondí sonriendo.

-Y obvio que yo a ella- sonrió.

Asentí sonriendo.

-Y a vos también- me dijo serio.

-¿Me amas?- me reí.

-Un montón- confesó.

Asentí sin decir nada.

Después de un ratito lo pensé bien; si yo también lo amo un montón, ¿Porque no se lo voy a decir?

-Yo también te amo un montón- sonreí.

Biza sonrió, me abrazó por los hombros, y así nos quedamos.

Los dos abrazados, mirando a nuestra hija, quien se había dormido y se quejaba; por eso nos reíamos.

🌼🤍

Maratón 2/3

Por momentos, siento que Biza y Ori están juntos.

Quiero que vuelvan 🥺

'romina•🏹