Cap. 1: Conociendo a la organización

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Un nuevo día comienza en el mundo Pokémon. Más especificamente en un pequeño bosque en el que se encuentra la Organización de Rescatadores Pokémon, u O.R.P para abreviar, un grupo de valientes Pokémon capaces de hacer cualquier trabajo, a cambio de un recompensa, claro.

La organización se reunía todos los días en un edificio de madera donde podían descansar y prepararse para las misiones. Era como un centro de mando. También había un tablón de anuncios en la entrada donde otros Pokémon ponían sus peticiones para misiones.

El primero en llegar al edificio fue Dragonite, el lider de la O.R.P, que siempre preparaba todo para que los Rescatadores pudiesen empezar con sus misiones.

Más tarde empezaron a llegar otros Pokémon, mirando al pasar por la entrada el tablón de anuncios para ver si había alguna misión que les pudiese interesar.

Cada día solían llegar unas 10 misiones nuevas aproximadamente, algunas de Pokémon que buscaban ciertos objetos, o de Pokémon que necesitaban ser rescatados.

Las misiones empezaron a ser escogidas por los Pokémon presentes, haciendo que solo quedasen unas pocas en el tablón.

Al poco tiempo, entró un duo de Pokémon. Eran una Vaporeon y una Ralts.

-Te dije que teníamos que haber salido antes, -dijo Vaporeon- seguro que ya se han llevado todas las misiones fáciles.

Vaporeon y Ralts eran una pareja de rescatadoras que se habían reunido recientemente. Vaporeon llevaba un tiempo en la organización, haciendo varias misiones sola, llegando al Rango Normal, mientras que Ralts había entrado en la O.R.P hace unos pocos días. Al no ser muy fuerte ni muy experimentada con las misiones se le asignó a Vaporeon que la acompañase para ayudarla a practicar en misiones de baja dificultad.

Vaporeon no estaba muy contenta con que tuviese que trabajar en grupo, ya que ella siempre solía trabajar sola, pero comprendía que eran órdenes de sus superiores, por lo que no podía quejarse.

-Perdona, pensaba que aún teníamos más tiempo -respondió Ralts.

Las dos miraron el tablón, casi vacio, solo quedando 3 misiones demasiado complicadas para las dos.

-Sabes que tenemos que llegar pronto para escoger las misiones faciles. -dijo Vaporeon- Son las únicas que nos sirven para entrenarte.

-Lo se, lo se... -respondió Ralts en un tono triste.

Mientras las dos Pokémon hablaban, Dragonite apareció detrás suya:

-Oigan, chicas. -dijo Dragonite- me estaba dirigiendo a mi oficina y justo las escuché hablar. ¿Es verdad que no encuentran ninguna misión para entrenar?

Las dos asintieron al unísono.

-Creo que tengo algo que las puede interesar. Siganme a mi oficina.

Vaporeon y Ralts siguieron a Dragonite hasta que llegaron a su oficina. Al entrar, las dos Pokémon tomaron asiento en un par de sillas que se encontaban frente a una robusta mesa de roble, pertenciente a Dragonite. Él se sento tras su mesa, donde empezó a rebuscar entre montones de papeles y archivos.

-Justo ayer me llegó una carta del Buizel de la granja del sur, pidiendo ayuda para recoger su plantación de bayas ya que él no puede solo.

Vaporeon ya conocía al susodicho Buizel y su granja, pero Ralts no había oido hablar de ello.

-¿Me podrías explicar un poco más sobre el tema? -preguntó Ralts.

-Claro que si. Te leeré la carta que me envió:

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2021 ⏰

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