Capítulo 1 : La dama en las cenizas

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Era una tarde en un cementerio me dirigía a el mausoleo de un pequeño pueblo de cataluña un lugar bonito de Europa, me asegure de acatar el plan, deje unas rosas en la tumba de ese mausoleo, la tumba de un hombre llamado Torres Rojas era un desconocido para mi pues solo estaba ahí por un trabajo y esto era una fachada para mi propósito real, ahí en un lugar lejos de casa, con un muerto que seguramente nadie recuerda algo que me deja siempre meditando a solas con mis pensamientos, mientras me alistaba vi la lápida a mi lado un tal Antonio tal vez un buen padre o tal vez un ermitaño jamás te habré conocido o tal vez en otra vida yo te puse en esta tumba.

Pensaba en eso mientras me ponía en posición, todo el equipo estaba listo con su mira en el objetivo, cada quien cubriendo una posición en el lugar, no se iría eso seguro, un hombre millonario, un bastardo pero con sentimientos por suerte, haciendo más fácil el trabajo.

Nos habían dado un archivo con toda la información necesaria sobre él, un tal Rodolfo, mal tipo, detrás de muchos actos abominables, sin embargo esa noche venía a dejar claro que le quedaba algo de humanidad, su propósito aquí era dejar flores a la tumba de su hermano, su único momento de humanidad en eso empezó a caer la noche y un sol rojo se desvaneció como anuncio el atardecer acabando señal para nosotros.

En ello un relámpago sonó como una campanada de la muerte que asechaba a aquel bastardo .junto con las nubes que empezaron a llegar cual buitres, alrededor del cementerio, y sobre de el vaticinando la tormenta que venía como un augurio.

En ese momento se escuchó como un auto llego al lugar con las luces encendidas y en la penumbra se escucharon dos portazos y tras esto pasos de dos personas uno era firme y seco un hombre queriendo hacer notar su presencia, los otros eran suaves pero claros de tacones una mujer.

Todos se prepararon a apuntas, cuando se empezaron a dejar caer sobre nosotros las primeras gotas de lluvia por lo que rápidamente nos re ubicamos en lugares a cubierto pero techados, debido a la obscuridad y la lluvia creciente apenas veíamos sin embargo esa noche lluviosa algo nos tomó por sorpresa, pues era turno de Johnny de hacer el disparo así que nadie se sorprendió al escuchar un disparo en la obscuridad, lo que si nos alarmo fue percatarnos de que Johnny ni corto ni perezoso nos contactó por su comunicador, pero no fue para alardear, tampoco para corroborar, si no para preguntar molesto y para nuestra sorpresa

-¡¿Quién me robo el tiro?!

Tras escuchar estas palabras, me encontré sorprendido al igual que el resto de mi equipo, por lo que volteamos a ver y sacamos mirillas y lentes de visión nocturna, pero lo que deslumbramos nos sorprendió, pues a un lado del cadáver de nuestro objetivo se erguía una mujer de pie ante la lluvia con un arma en la mano, su rostro era dulce como de un ángel, mientras su vestimenta negra pero elegante sus ojos aun con una mirada perdida relucían esplendorosos ante la lluvia su mirada perdida pero no era asustada, casi parecía en calma.

Fue entonces que la reconocí, ella era la esposa de la víctima, calmada, casi parecía querer sonreír, y levantado la cabeza hacia los cielos esta dejo que la lluvia recorriese su rostro, que bajo el agua parecía porcelana y cerrando los ojos simplemente se dejó caer de rodillas y quedo como una estatua inmóvil mientras estaba en completa calma cerro los ojos dejando que la lluvia la cubriese.

De repente Sharon rompería aquel silencio radial.

- -Chicos me copian, hay que retirarnos

Todos le respondimos uno por uno, pues el trabajo hecho por nosotros o no estaba acabado, por lo que se nos pagaría de igual modo, por lo que empezamos a guardar nuestro equipo, en mi caso un rifle de francotirador, con sus accesorios, un silenciador, un compensador, entre otros accesorios, por lo que me tomo un tiempo acabar de guardar todo mi equipo.

Mientras guardaba cada uno de ellos me quede pensando en aquella mujer, si bien no es la primera vez que pasa algo así hay algo en su mirada que me hace pensar en que mientras se empapa a la intemperie que pasara por su cabeza tras haber matado a su pareja ¿Qué es lo que la hace estar aún aquí?

De algún modo algo en ella, me llamo la atención, es como si sintiera que está mal dejarla ahí solamente en aquel estado, sola, en la nada, no pude dejar de pensarlo.

En eso acabe de guardar todo y vi como mi equipo se retiraba, pero en ese instante, no pude retirarme, así que decidí dar media vuelta y camine lentamente hacia ella bajo la lluvia, a lo que saque un paraguas de i equipo personal era pequeño pero eficaz.

Mientras yo caminaba parecía que el tiempo se alentaba y escuchaba claramente a mis compañeros preguntando ¿qué hacía? Y la verdad lo mismo me preguntaba, pues sabía que esto no era apropiado ni siquiera sabía qué hacía era como actuar en piloto automático, pero muy en el fondo me sentía bien de acercarme a ella.

- Buenas noches- le dije mientras la cubría con la sombrilla y me paraba a su lado.

Para mi sorpresa ella abrió lentamente y calmada sus ojos, casi como si no hubiera un cuerpo a su, ella sonrió y me respondió de forma educada y tranquila.

- Hola, no te había visto buena noche para ti también

- Una disculpa no puede evitar ver que te estas empapando esta noche lluviosa y me preguntaba si no querías que te acompañe fuera de este lugar tormentoso.

- Claro con gusto una disculpa si me pego mucho a ti con mi ropa mojada pero no hay mucho espacio bajo tu sombrilla.

- Descuida está bien

Tras esto caminamos juntos hasta el mausoleo donde un techo frente a la misma nos cubrió luego pasamos a un pasillo lleno de féretros y muchos donde mi equipo esperaba claramente con una cara que denoto una mezcla de enojo y duda sobre mis acciones, sin embargo sé que es porque les preocupo.

No tenían que decirme nada ya sabía que pensaban que so era una locura yo pensaba lo mismo, pero no pude evitar sentirme bien de traerla adentro, bajo la tormenta nos encontramos juntos y rodeados por una mirada no muy amigable, sin embargo algo cambiaria eso pues de la nada tres sucesos cambiarían esa noche dándole un giro de 360 gados a la situación.

Bajo aquella lluvia un relámpago caería que cual disparo de mi equipo precedió a que la luz del mausoleo se apagase y posterior a ello un granizo por fuera del lugar impidió nuestra salida, por lo que debido a todo lo acontecido deberíamos pasar la noche juntos en aquel mausoleo.

Por lo que por fortuna estábamos preparados aunque esta chica no lo estaba, por lo que me preocupaba, aun sin conocerla, había algo en ella que sus foros no podían decir un sentimiento que transmitía de confianza, al menos eso pienso yo

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2021 ⏰

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