Regalo de bodas |Intenabo| (One-Shot)

Parte Única

Caminaba con dificultad, tambaleándose de un lado al otro por momentos, el peso del cuerpo que llevaba en brazos las últimas horas le impedía el andar bien, pero no parecía importarle en lo absoluto. Estaba conciente del camino de sangre que iba dejando atrás suyo, pero evitaba voltear a verlo sabiendo que si lo hacía las imágenes de los acontecimientos se repetirían en su cabeza nuevamente.

Un recordatorio del supuesto horrible acto que cometió.

De nuevo y en contra suya, todo volvía a su mente. Las risas, los besos, las promesas, las tiernas palabras que siempre se dedicaban. Aquellas noches enredados en las sábanas mostrándose lo que sentian, haciendo el amor una y otra vez con la luna como único testigo.

El intercambio de anillos, la promesa de amarse por siempre, los aplausos de sus amigos.

El último "te amo" que escuchó de aquellos labios.

Toda esa felicidad, hecha pedazos en cuestión de segundos por un simple regalo.

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46 horas antes...

Los Santos
7 am

El rubio se removió entre las sábanas gruñendo al escuchar el molesto sonido que lo despertó de su descanso. Las blancas sábanas enredadas en su cuerpo dificultaban un poco su movimiento.

Joder

Eran las 7 de la mañana de su día libre, lo único que deseaba hacer era dormir un poco más; posiblemente despertar en la tarde antes que venga alguien a sacarlo de ahí con el pretexto de que aún quedaban muchas cosas por hacer como venía sucediendo en las últimas semanas.

Sacando su mano de la calidez que le proporcionaba la amplia cama, la estiró hacia la mesa de noche a su derecha, y tomó el móvil, contestando sin ver de quién se trataba

- ¿Y ahora que pasa? - preguntó irritado y con la voz ronca debido al sueño

- Ostia Gusnabo ¿esas son formas de contestarle a tu padrino de bodas? - respondieron al otro lado de línea.

Reconoció de inmediato la voz de su hermano y sonrío de manera divertida, pasando una mano por su rostro quitándose todo rastro de sueño.

- Mira te lo paso solo por eso, ¿Qué querías?

- ¿Como que que quería? Hoy recogemos tu traje y el mío, el lugar está apartado hasta las 9, así que te quiero listo, desayunado y esperándome afuera que pasaré por ti en 1 hora. No quiero excusas.

- ¿Cómo que 1 hora? Horacio que ni tiempo me da de-

- Voy a colgar, necesito hacer más llamadas y el comisario bombón está perdido sin mi

Sin darle tiempo de responder, colgó la llamada. Gustabo suspiró, exasperado por la situación. Horacio lo tuvo las ultimas 4 semanas de un lado al otro con los preparativos para la boda. Se atrevía a decir que incluso desde el día de su pedida de mano, cuando empezó a planear junto a Volkov y Greco todos y hasta los más mínimos detalles.

Y sí, eso incluía la luna de miel. Explicada de forma detallada y explícita por parte de su hermano.

Bien, al parecer hoy tampoco dormiría. Con suerte conseguiría tomar una siesta en la tarde.

Colocó el móvil a un lado dándose por vencido y al disponerse a levantar para alistarse, unos brazos se lo impidieron cogiéndolo de la cintura, jalandolo y atrayendolo nuevamente hacia el pecho desnudo de su acompañante, sacándole un par de risas