Cuando Más Te Amé

One Shot- Cuando Más Te Amé

A pesar de la ansiedad que siente, Levi Ackerman mantiene su estoico rostro y desciende del asiento trasero de su vehículo, despidiéndose de la persona que lo acompañaba. Repasa su vestuario formal, revisa la hora de su reloj de pulsera, se aprueba a sí mismo e ingresa en centro de ceremonias que se presenta frente a él. Aunque acostumbra a llegar hasta media hora antes a las actividades y reuniones, ese día se da el trabajo de hacerlo a la hora en punto: ni un minuto más o menos.

Su estancia en la cuidad es novedosa, hace ya más de dos años que no vive ahí. Alguna vez planificó una vida entera, con su trabajo de arquitecto en ascenso y una familia en formación. Pero los planes son eso, planes. Fácilmente desechables y modificables que te llevan al otro lado del país o a otro país en su caso.

Su regreso es temporal y por una razón poderosa: sus mejores amigos, Hange y Erwin se casan ese día y lo quieren presente en la ceremonia. En un principio querían que fuese padrino, pero se negó a viajar intermitentemente para cumplir con esos deberes. Así fue como se vio obligado a asistir sólo el día de la boda: Hange era capaz de llevar hasta los cubiertos a su departamento con tal de que Levi estuviera ahí.

Una vez recorrido el pasillo con blancas decoraciones típicas de los matrimonios, llega al salón donde se oficia la ceremonia. Ya todos están ahí, exceptuando por los novios, por lo que se ubica en una de las últimas hileras y espera pasar desapercibido. Es una prueba que sabe no va pasar, debido a que muchos de los que estaban ahí lo conocen y sabe que se escandalizarán al verlo. Es un riesgo que estaba dispuesto a correr por cumplir su promesa a sus mejores amigos: ya pasaron dos años para sentir nostalgia.

Comienza a sonar la música de la orquesta que tienen dispuesta al lado del altar, y su alto y rubio amigo Erwin hace presencia en el mismo lado. Todos se ponen de pie y voltean hacia la entrada. Levi genera su primera sonrisa natural en mucho tiempo al ver a la cuatro ojos de su amiga en vestido de novia: es hermosa. Ella lo ve de inmediato al estar cerca, sus ojos brillan y amenazan con soltar la primera lágrima. Pero, como nunca, reprime sus impulsos y sólo sonríe, mas no evita estirar su mano para apretar la de su amigo y ser correspondida.

Es ahí cuando comienzan los primeros susurros, y Levi es consciente que no es exclusivamente por la belleza de la protagonista del día. Tal como lo temía, es reconocido por antiguos conocidos. Antiguos conocidos que él ni se molestó en buscar e identificar, porque la idea es no alterar la ceremonia y despedirse apenas terminase ésta. Pero, al girar para seguir la vista de la novia nota pares de miradas puestas sobre él. No les hace caso y se enfoca en los novios. Erwin desde el altar también levanta una mano para saludarlo a la distancia, mirando de forma cómplice a la mujer que se convertirá en su esposa.

Está feliz por ellos. Desde que los conoce han sabido trabajar juntos y quererse a pesar de lo contrario de sus personalidades. Se apoyaban y eran leales al otro. Fueron mucho tiempo amigos antes de sentir otra cosa y actuar en base a ello. Si había una pareja que merecía casarse hasta que la muerte los separe, eran Erwin y Hange.

No todos contamos con esa ventaja, lamentablemente.

Una vez convertidos en los Zoe-Smith, todos son invitados por el anfitrión hacia el amplio patio exquisitamente decorado para pasar a la cena y posterior fiesta. Ya que no está en sus planes participar de eso, aprovecha la masa de gente para acercarse a sus amigos ignorando a los demás. Por extraño que fuese, ambos lo esperaban y aún no se alejaban del altar.

-Te hubiera preguntado si estabas seguro de querer hacer esto cejotas, pero...

No pudo decir nada más, ya que la pareja lo aborda en un enorme abrazo. Hange obviamente incluye un salto y chillido emocionado propio de su personalidad. Erwin es la gran sorpresa al imitarla y dejar al bajo hombre rápidamente sin oxígeno.