"No son celos"
Días después, Mau y yo ya nos habíamos instalado en el departamento completamente, así que le pedimos a Aidan que viniera a vivir con nosotros, pero él se negó. No tenía claro porque Aidan no aceptó, pero supuse que sus padres no se lo habían permitido, de todas maneras, él y yo nos veíamos todos los días. Las clases en la universidad estaban por comenzar y afortunadamente Mau, Aidan y yo compartíamos la mayoría.
–¿Y esa cara? -preguntó Mau cuando entramos al salón en nuestro primer día de clases-
–¿Sabes qué clase tenemos ahora? -pregunté con enfado-
–Matemáticas, creo -dijo sin importancia-
–¡Exacto! No puede ser posible que siempre en mi primer día de clases tenga matemáticas en la primera hora -dije quejándome con molestia-
–¿Lo siento? -preguntó Mau encogiendo los hombros- Pero que mala suerte la tuya, la única clase que no compartimos con Aidan es esta -dijo en tono de burla haciendo énfasis en el "no"-
–Mala suerte para ti también. Tú tampoco eres bueno en matemáticas
–Ya valimos queso -dijo asintiendo pero despreocupado-
Horas después, en el descanso, Mau yo esperábamos a Aidan y a Roby en la cafetería de la escuela, pero ellos ya habían demorado, así que yo me adelanté y compré mi almuerzo, Mau quiso esperar.
–¿Sabes qué? Ya se tardaron mucho. Voy por comida -dijo Mau levantándose de la silla y dirigiéndose a comprar su almuerzo-
Mientras Mau fue por su comida, yo saqué el libro Orgullo y Prejuicio de mi mochila y empecé a releerlo.
–¿Orgullo y Prejuicio de Jane Austen? ¡Ese es mi libro favorito! -dijo sonriendo y acercándose a mí una chica de cabello rizado y dorado-
–¿Hablas español? -pregunté sonriendo amablemente a aquella chica de ojos azules-
–Sí -confirmó la chica aún sonriente-
Después de entablar un corta pero larga conversación con aquella chica sobre libros, en específico sobre Orgullo y Prejuicio, por fin nos presentamos; le dije mi nombre y ella el suyo, la chica tenía un lindo pero sorpresivo nombre.
–Soy T/N. ¿Tú? -dije sonriendo amablemente-
–Nadia -dijo la chica sonriendo-
–Disculpa, ¿podrías repetirlo?
–Sí, dije que me llamo Nadia
Después de que la chica me dijo su nombre, yo quedé boquiabierta hasta que Mau regresó y a él le pasó lo mismo.
–¿Y ella quién es? -preguntó Mau cuando regresó con su comida y volvió a sentarse a mi lado- ¡Ah, ya sé! ¡Ricitos de Oro! -dijo y la chica rio- Mucho gusto, soy Mau -sonrió amablemente-
–No vas a creer cuál es su nombre -dije a Mau aún sorprendida-
–¿Sí se llama Ricitos de Oro? -preguntó Mau emocionado creyendo que había adivinado el nombre de la chica y luego él bebió de su botella de agua-
–¡Se llama Nadia! -dije sonriendo con sorpresa y Mau escupió el agua de su boca-
–No entiendo porqué les causa asombro mi nombre -dijo la chica encogiendo los hombros- ¿De dónde ustedes vienen llamarse Nadia es un delito o un pecado?
–No, no, no, para Nadia, digo, para nada -respondió Mau-
–¿Sabías que tu nombre al revés es Aidan? -pregunté-
–Uh, no. ¿Quién piensa en cómo es su nombre al revés?
–La señorita brazos de espagueti, T/N. Su novio se llama Aidan, Nadia al revés -explicó Mau-
–¿En serio? -dijo la chica mostrando sorpresa-
–Sí, por eso me sorprende conocer a alguien llamado "Nadia" -expliqué sonriendo ligeramente-
–¿Y? ¿Cómo se conocieron Ricitos de Oro y tú? -preguntó Mau dando el primer mordisco a su almuerzo-
–Mi nombre es Nadia
–Lo sé, Aidan -dijo Mau y siguió comiendo-
–Yo estaba releyendo Orgullo y Prejuicio mientras tú ibas por tu comida y Aidan, digo, Nadia se acercó a mí -expliqué a Mau-
–¿Por el libro? -quiso saber Mau dando otro mordisco a su comida-
–¡Ajá! Orgullo y Prejuicio es mi libro favorito -explicó Nadia a Mau-
–Que interesante -dijo Mau con sarcasmo- Espera, ¿tú también eres una lectora?
–¡Sí! -respondió Nadia sonriendo-
–Me largo -dijo Mau levantándose de su silla y luego se marchó-
Mau se marchó de la cafetería y se llevó su almuerzo, Aidan y Roby, nunca llegaron al lugar. Nadia y yo seguimos conociéndonos; descubrimos que teníamos mucho en común, principalmente los libros, ambas éramos lectoras. Además, también compartíamos la clase después del descanso, que para fortuna de ambas, esa clase era literatura.
–¡T/N! -gritó Aidan detrás de mí cuando Nadia y yo nos dirigíamos al salón después del descanso-
Cuando Aidan por fin me alcanzó, me tomó del brazo y me giró hacia él.
–Hey! -dijo y me dio un beso corto en los labios-
–¿Dónde estabas? Mau y yo estuvimos esperándote en la cafetería, a ti y a Roby
–Lo sé y lo siento. Roby y yo vimos que hay una clase de música y estábamos inscribiéndonos -explicó-
–¿Clase de música? Yo también quiero inscribirme -dijo Nadia sonriendo-
–Uh... -dijo Aidan esperando a saber quién era ella-
–Oh, ella es una chica que conocí en la cafetería -expliqué- Y no vas a creer cómo se llama
–¿Cómo? -preguntó Aidan sonriendo ligeramente-
–Su nombre es Nadia -dije y Aidan soltó una ligera carcajada-
–¿Nadia? -preguntó Aidan sonriendo-
–Sí, hola -dijo Nadia sonriendo-
–¿Ella sabe que su nombre al revés es el mío? -preguntó aún sonriendo-
–No lo sabía, hasta hace un rato cuando tu novia y Mau me lo dijeron -explicó ella-
–Oh, ¿así que ya conociste a Mau? -preguntó Aidan-
–Sí. ¿Hay alguien más a quién debería conocer?
–Sí, a Roby; te la presentaré cuando vayamos juntos a clases de música, porque sí vas a inscribirte, ¿cierto?
–¡Sí!
Por un momento Aidan y Nadia estuvieron hablando sobre música, ignorando mi presencia.
–Oigan, no quisiera interrumpir, pero debemos entrar a clase -dije fingiendo una sonrisa-
–Oh sí, vamos -dijo Aidan y los tres empezamos a caminar hacia el salón, sólo que Nadia al lado de Aidan y a mí me dejaron atrás-
Aún dentro del salón y con el profesor explicando la clase, Aidan y Nadia siguieron hablando, al parecer ellos también tenían cosas en común.
–¿Podrías por favor decirles a tu nueva amiga y a tu novio que se callen por favor? -pidió Mau- Estoy tratando de prestar atención a la clase, pero sus risas no me dejan concentrarme
–Si tanto te molesta, tú pídeles que se callen -respondí a Mau con un ligero tono de molestia-
–Oye, conmigo no desquites tus celos, yo no soy quien le está coqueteando a Aidan
–No son celos
–Claro -dijo Mau con sarcasmo-
–No, en serio, no estoy celosa
–¿Entonces por qué estás molesta? -preguntó Mau con confusión pero yo no respondí-
No podía responder a la pregunta de Mau porque ni siquiera yo sabía la respuesta a mi molestia, pero estaba segura de que no eran celos. No sentía celos de ver a Aidan con alguien más y creo que eso era lo que me molestaba. Creo que me molestaba no sentir celos.
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Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]
FanfictionTodavía hay una promesa por cumplir y 268 aventuras más por vivir.