Prólogo.

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Narradora:

Dos familias se preparaban en sus respectivas casas para una reunión familiar hecha por sus hijos, Los Agreste Dupain y Los Grahen De Vanili Rossi .

La azabache de los Agreste se acomodaba el vestido rojo al cuerpo que ella misma diseñó, aparte de que se aplicaba algo de maquillaje , no mucho, pues aún con sus 27 años de edad no le gustaba maquillarse tanto.

–Querido, ve a ver si los niños ya están listos– Dijo la mujer hechandose una mirada más al espejo. Al no recibir respuesta volteó para ver como su esposo dormía tranquilo en aquella cama matrimonial que compartían desde hace 5 años– ¡Adrien Agreste!– Llamó la mujer molesta.

El rubio despertó de golpe medio perdido y observó a su bella esposa quien estaba por matarlo por no haberse vestido todavía.

–¿Pasa algo My' Lady?– Preguntó estirándose y bostezando.

–¿Que si pasa algo? En menos de media hora tenemos la cena con la familia de tu primo y tú sigues desnudo allí dormido– Contestó Marinette ya con una vena saliendo de su frente.

–Ahhhhhh era eso, creí que era algo importante – Dicho eso volvió a recostarse y cerrar los ojos.

–¡Pero no te duermas! Ahs– Se frotó las cien por milésima vez tratando de no dejar a sus pequeños sin padre– Si no te levantas ahora juro que te haré dormir en el sofá hasta que Louis y Emma se gradúen de la universidad – Amenazó.

Y como si de tira el blanco se tratara Adrien de un saltó salió de su cama para luego prácticamente correr al baño de la habitación.

Mientras que del otro lado de la ciudad se encontraba otra pareja alistándose para dicha cena, al igual que los anteriores, teniendo problemas.

–¡Félix Grahen de Vanili salga del baño ahora!– Ordenó la Italiana ya vestida con un vestido anaranjado al cuerpo y el cabello recogido, maquillada ligeramente y los nervios altos por culpa de su esposo.

–¡No iré a esa cena y no puedes obligarme!– Contestó este con voz infantil bloqueando la puerta con su cuerpo.

–¡Si no fuera porque te quiero y te di una hija ya te hubiera mandado lejos pero ese no es el caso así que sal!– Volvió a ordenar ya cansada.

–¡ÑO!– Continuó el rubio.

–¡¡¡Solo es una cena, ¿Tan difícil es que cenemos como una familia normal?!!!– Pidió ya harta del comportamiento infantil de su marido.

–¡BRUJA!– Gritó del otro lado, cosa que lamentó de inmediato pues de una patada la mujer entró al baño y jaló a su “hombre” a su habitación para vestirlo como se debe, pues no lo dejaría ir con pijama de Gánsters.

Mientras que en el patio se encontraba una niña rubia con mechas castañas jugando a la fiesta del té con sus muñecas escuchando los gritos de súplica de su padre.

–A veces pienso que entre mi Papi y yo soy más listo– Suspiró cansada– Si señor oso, le sirvo un poco de té con miel– Siguió jugando la niña tranquilamente mientras los vecinos consideraban llamar a la policía.

Continuará....

Espero que os guste a todos, la idea me vino a la mente mientras lavaba los cubiertos ayer y hoy recién me acordé, en fin, nos leemos luego.

Intercambiando Maridos [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora