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No fue un imprevisto.

No fue de improviso.

Orden, materia, jerarquía,

Son cartas de Truco en el vacío.

--Mis admirados soldados del aire- Procedió el mandatario parado en una mesa-Dado el conflictivo escenario mundial en que nos vemos insertos, es imperativa su partida a Oriente medio en apoyo del Ejército de OTAN-

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--Mis admirados soldados del aire- Procedió el mandatario parado en una mesa-Dado el conflictivo escenario mundial en que nos vemos insertos, es imperativa su partida a Oriente medio en apoyo del Ejército de OTAN-

-¿El armamento de la OTAN es tan terrible como para pedir nuestra asistencia?. Ni resguardar este país nos deja y aún así nos envía participar de los conflictos de otros- Consultó Matías interrumpiendo al mandatario.

-Son demasiado buenos como para estar arrumbados acá. Sería... como un trabajo. Hay guerras en el mundo y necesitan material con sus capacidades- Y continuó- Les serviría de experiencia. tendrían más horas de vuelo y las necesidades logísticas cubiertas como nunca-

-¿Usted cree que no sabemos cuando nos vacilan o nos mienten, Presidente?, ¿Qué somos ajenos al desarme por 30 años, la rendición definitiva y otros tratados secretos que firmó en nombre de todos?- La gravedad de Valentino puso a todos alerta- Sabemos perfectamente quién es implume, y quién pretende serlo.

-¡Silencio soldado!. ¡Es una orden! ¡Soy su Comandante en jefe!-

-No puedo visorar fructífera una operación militar a gran escala en cielos extranjeros y bajo las órdenes de totales desconocidos con dudosos expedientes cuando Ya ni podemos practicar combate en esta fuerza desarmada. Usted será mi primer blanco en mucho tiempo como no se retire inmediatamente. SI YA ABRÍ FUEGO por Argentina. ¿Cree que no volveré a hacerlo?- El Pampa la siguió sin ánimos de más fastidios. Las palabras habían consistido en un medio de intercambio y oxigenación, más con el tiempo entendió que podían construirse con ellas trampas mortales, laberintos, realidades lejanas a la verdad que podían perfectamente engatusar y confundir. No es que fuera avezado en ciencia política, psicoanálisis o "esas cosas raras que Mariel hace". Pero había conocido la honestidad, seriedad y profesionalismo. Los operarios de la brigada conservaron por años la gentileza de explicar todo lo posible sobre el mundo, mantener a la vanguardia de información a todo el grupo, y basado en esta asistencia particular   medianamente podía hacerse un mapita mental de quienes recibirían su confianza y quienes no recibirían ni sus favores. Y se aseguró de dejar en claro a que grupo pertenecía el intruso. 

-¡¿Sabe con quién está hablando?!, ¡¿No tienen claro que soy la ley?!, ¡Voy a mandarte a desmantelar!-Despotricó ahora si sin argumentos ni paciencia para continuar lo que se había transformado en un debate geopolítico. Estaba con ganas de estrangular a Boetto, quien tanto le había advertido que no sería fácil como le había indicado que en ese hangar se resguardaban los más abiertos al diálogo según su desprovisto criterio. Y algo de razón tenía porque los Pucará podían ser más intuitivos y observadores que muchas personas, los A4  eran calculadores e intransigentes, y Mauro y Rafael... En especial Mauro... Tenían paciencia selectiva. como dato curioso los disparates como planteaba el presidente no entraban en su lista de tolerancia mínima. Algo debía hacer ahora que su única posibilidad se chafaba como hierro al calor, y por supuesto al otro galpón no pensaba ir.  El mandatario Escuchó un sonido metálico que en la ocasión le puso los pelos de punta. Dejó los auriculares y salió arando del hangar.

-Si así se asusta porque bajé un alerón no lo quiero ver en la guerra- Comunicó Valentino.

-Sólo PARA TENER EN CUENTA... El Mayor lo trajo- Añadió Martín: El otro Pampa.

Aquella fugaz visita se volvió una anégdota de tantas. Nadie pensó que habría continuación, a la vez todos sabían que podía tenerla. Y la razón, para bien o para mal, la dio una mañana de dos semanas después.

-¡Hace dos meses no me escribe, en la cárcel no me dicen nada, solamente quiero saber qué pasó con mi marido!- Dejó Mariel caer un par de lágrimas mientras contaba a Lombardo y dos personas más su penosa situación. Realmente estaba desesperada al igual que el resto de familiares del distinguido oficial.

-¡David a tierra! ¡Bajaron a Valentino! ¡Latitud 33º 02' 43'', Longitud 80º 59' 58'' sobre el Campo de instrucción Magdalena! ¡Todas las unidades retornando a Base! Y fue suficiente para que nadie en tierra entienda nada. Más en blanco quedaron al encontrar en las máquinas impactos de armas de grueso calibre.

-¿Qué pasó exactamente?- Preguntó el Capitán Mercado

-hacíamos el circuito del día sin novedad. cuando pasamos sobre Magdalena, nos tiraron con artillería antiaérea y ametralladoras los que se instruían ahí. Como salimos inermes quedó retirarnos. Le dieron a Valentino en la puntera de ala. Aterrizó de emergencia- Resumió David revelando un panorama confuso que no podía encajar bajo ninguna lógica en las mentes artificiales. los aviones se sentían traisionados y no veían para esto una razón clara. Literalmente no habían hecho nada que comprometa a terceros, era muy poco lo que podían realmente salir, no encontraban conexiones coherentes entre los últimos sucesos y manejaban por esto un nivel máximo de alerta. Se comunicaban en fervientes diálogos mientras les era aplicado el mantenimiento pertinente... Y posible. Las manos de los mecánicos no temblaban ni claudicaban a pesar de los nervios que se habían contagiado en ellos mismos. 

-No hay mucho más. Úsenlo, y espero que sea porque vuelven los Burkas-Aclaró Lombardo después de aprovisionar de munición las ametralladoras de sus soldados para que al menos pudieran dar respuesta si se repetía el siniestro, o hacerles sentir más seguros calmando sus ánimos con esa mínima capacidad de combate. Aunque quisiera no podía proveerles más que eso. ni pudieron agradecer cuando regresó Mercado de Magdalena trayendo con su presencia un silencio a la frecuencia global.

-Nada. Absolutamente nada. Ni señales de que haya tocado tierra- Comenzó- Día perdido. Casi no me dejan entrar, nadie sabía de qué les hablaba, y cuando puedo ir a ver de hecho no hay nada-

-Mi Capitán. Todos lo vimos aterrizar. Valentino no volvió. Mírenos los planos. Mire los disparos. No podemos estar locos- Insistió Rafael sin poder realmente echar claridad al asunto.

Si bien nadie sabía qué pensar, menos pensaron en lo que realmente fue.

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