Dos locos [RONI]

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Musica en (...) Canción: Candy-Plan B

-Solo habla con él, Raúl.

Un ruso se encontraba con el pelinegro en la casa del primero, Salinas necesitaba desahogarse con alguien, así que la mejor opción, después de guardarse todo para el mismo, decidió hablar con su buen amigo, Fedor.

Anteriormente también le había pedido consejos a García, quien le había dicho lo mismo que el ruso, Lina no merece nada de lo que le haces, déjala, se feliz con el italiano y deja que Lina encuentre la felicidad en otro lugar, antes de que sea tarde y te odie, ya era tarde.

-Es fácil decirlo, pero seguramente me odia. -Su voz desanimada podía escucharse a kilómetros.

Habían pasado dos días donde el italiano no había contestado a sus llamadas, ni sus mensajes.

- ¿Lo buscaste?

-Seguramente me mandaría a la mierda.

El ruso frunció el ceño y le lanzo una almohada, el pelinegro se quejó viéndole extrañado.

- ¿Tu eres tonto, Raúl?

- ¿Por qué dices eso?

Fedor rodó los ojos, suspiro frustrado y se levantó para dirigirse al pelinegro, propinándole un golpe en su cabeza, Salinas se quejó, sobándose el golpe.

-Es que de verdad. -Llevo sus dedos al puente de la nariz, rogándole a dios paciencia porque si le daba fuerza, lo mataba aquí mismo. -La cagaste horrible, de seguro el chico aún espera que vayas por él y bueno a la chica, ni que decir, eres un imbécil. -Suspiro. -Tanto tu como el chico no debieron hacer eso, pero él hubiera no existe.

-No lo sé...-Miro hacia otro lado. -Ya lo he lastimado antes, parece como si, cada que está cerca de mí sale afectado de una manera u otra. -Miro al ruso. -Me prometí que no lo dañaría nuevamente, Fedor. No quería dañarlo, lo amo como no te imaginas, es solo que yo-

-Tienes miedo.

-Desde siempre lo he tenido. -Su voz empezó a quebrase. -Cuando lo deje por primera vez, creí que sería lo mejor para ambos, que nos dejarían en paz, lo hice solo para protegerlo de las cosas horribles que llegue a escuchar, no quería que el saliera afectado de ninguna manera, nunca quise eso.

- ¿Y funciono?

-No...

El ruso suspiro.

-Mira Raúl-Llamo la atención del pelinegro, quien le miro, con ya visibles gotas saladas resbalando por sus mejillas.-Equivocarse es normal, tener miedo e inseguridades es normal, eres humano después de todo.-Coloco una de sus manos en sus cabellos, acariciándolos.-El amor no es fácil, es tan adictivo y doloroso, pero si ambos realmente están dispuestos a luchar por algo que nunca acabo, pese a los años, estoy seguro que ni la más grande ola va a poder derrumbar su barco. ¿Lo amas, no?

-Con todo mi corazón, Fedor.

-Lo único que puedes hacer, es aceptar los errores, tanto del pasado y el presente. Y por sobretodo, Raúl, tienes que perdonarte porque seguramente el único que no se ha perdonado por todo lo que ha pasado eres tú. -Con una mano le dio leves palmaditas.-No te quedes llorando y lamentándote, ve allá afuera y resuelve esto, tanto con la persona que amas, como con la que en algún momento le tomaste cariño.-Le sonrió levemente.

Agradecía con todo el corazón al ruso por no juzgarlo, por no tenerle asco, si no por orientarlo y guiarlo desde que lo había conocido.

Podía entender los sabios consejos del ruso, Fedor estaba casado con una hermosa mujer y sus hijos, ya mayores, una hermosa familia que vivía feliz, pero que el ruso contaba mil veces las historias que su esposa y el pasaron, al final ambos terminaron juntos, en la vida que habían imaginado.