|| ASE||
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Ella dijo que entregó todo su amor hacía él, que hasta soñaron una nueva vida... Un lugar para estar en paz. Pero las cosas cambiaron, repentinamente.
Él perdió sus sueños en ése desastre. Él se encuentra llorando, en f...
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⌜ 失われた愛 ⌟ ⌜ Un amor perdido. ⌟
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[15 DE FEBRERO, RESIDENCIA AKABANE.]
Ese día, el 15 de febrero. Un día después del 14 de febrero, cuando ocurrió la gran tragedia. Curiosamente esa mañana era particularmente fría, hacía bastante frío y eso lo podían notar bastantes personas.
En pocas palabras había pasado un día exactamente, desde la partida de Hanako Morohoshi, la única hija del matrimonio Morohoshi.
La señora Aiko Morohoshi y el señor Mikhail Morohoshi. Se encontraban en la residencia Akabane desde las primeras horas de la mañana, ellos habían acudido con la familia Akabane ya que se conocían desde antes.
Karma fue quién les avisó sobre lo sucedido a sus padres quiénes llegaron el día de ayer, por la noche. Ya que ellos estaban en la India.
En esos momentos estaban en el gran salón de la casa, todos vestían ropas de color negro. Ellos decidieron ir juntos al entierro de su hija, claro que en el lugar, se encontrarán con todos los seres queridos de su pequeña hija.
Todas las personas presentes en aquella casa, se encontraban en un gran silencio tratándose de dar apoyo con la mirada.
─ Karma, cariño.─ llamó la mayor al pelirrojo.─ Puedes decirnos cómo te sientes, nosotros no te juzgaremos.─ tranquilizó observando las acciones del menor, a lo que su esposo puso una mano sobre su hombro, dándole un pequeño apretón.
─ Estoy bien, Aiko.─ mencionó él, dándole pequeñas caricias al perro las cuales él aceptaba de manera gustosa.
─ Karma, hijo.─ habló la madre del pelirrojo, preocupada por cómo se encontraba él.
─ Estoy bien, mamá.─ mencionó interrumpiendo a la mayor, manteniendo su atención aún en Taka.
─ No lo presiones cariño, ¿está bien?.─ comentó el padre del pelirrojo, tomando la mano de su esposa.
─ Karma.─ llamó el hombre de apellido Morohoshi.─ Se que te duele que mi hija ya no esté aquí, nosotros comprendemos tu dolor pero ella...─ comentó obteniendo la atención del menor, a lo que él prosiguió.─ Ella no querría verte de esa forma y antes de que preguntes que como lo sé, es porque ella era mi hija y la conocía mejor que nadie.─ terminó de decir a lo que Karma sonrió de lado, ya que él conocía la gran relación que tenía su novio con sus padres.