I know I love you - YeonKai

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Yeonjun caminaba sin rumbo, no sabía que hacer sinceramente estaba aburrido de fingir una buena vida, donde ser popular, tener un auto último modelo, tener una de las chicas mas hermosas de la Universidad como novia, tener amigos jugadores, como él y pasar de fiesta en fiesta, ser un buen estudiante y permitirse dejar manipularse de su padre y lleve los mismos pasos.

Estaba cansado, fastidiado de toda esa fachada, donde pedía a gritos ayuda y quería morir. Pensaba en el castañito que se preocupó de su estado con el que al menos diálogo antes de irse de la Universidad corriendo.

Ese lindo chico se preocupó.

Al menos se preocupó.

Ahora sólo miraba hacia al frente, sin nada más que le preocupase, la gente a su alrededor lo veía extraño eso menos le importaba a él. Sentía como ese silencio inundaba sus oídos su vista se nublaba, pero seguía porque logró ver un ángel, se sentía tan real verlo a pocos pasos.

Sus ojos comenzaron aguarse, odiaba todo esto fingido, todo de ser el mejor, todo de que lo que tiene es la mejor vida que todos quieran tener.

Que se vaya la mierda todo.

Él quería escapar, huir de todo, pero estaba ahí caminando a la nada con una botella de licor en su mano y sus ojos rojos aguantando del dolor que estaba reteniendo y sólo imaginando se un lindo ángel que lo esperase.

Kai estaba ahí viendo y sintiéndose agobiado, extrañado, triste y enredado en sus sentimientos a un chico que no le correspondía o no le prestaba atención. Simplemente sentía que no pertenecía a ese mundo donde él tiene todo, se sentiría una piedra que Yeonjun patearia y se quitaría de su camino.

Quería llorar pero sólo se aguanto, son pequeñas cosas que sinceramente pasan, sentirse perdido y no saber con seguridad que querer, o que saber o en que creer...

Yeonjun tenía problemas, estaba enfermo, enfermo de toda la oscuridad de su vida, sentirse feliz era como algo muy lejano, desde la punta de los dedos donde todo se pone negro y borroso.

--- Salva me ... --- murmuró con las pocas fuerzas que tenía

Kai, no quería entrometerse pero ver en el estado que estaba el contrario sólo le preocupó más, y más ganas de ayudar a pesar de que lo vaya a mandar a la gran mierda. Se levantó de la parte de la fuente viendo como ese gran cuerpo de atleta ahora era más débil de lo que él nunca imaginó.

Con los pasos contados, lentos y fuertes fue a él, sin esperarse que este lo abrazaba llorando como un niño pequeño. No pudo captar mucho la acción, estaba sorprendido ¿Porque este cambió? ¿Qué le pasaba? Vio la botella de licor en la mano, podía ser eso. Estaba ebrio.

--- e-eres un ángel que se me apareció... E-estoy enfermo

--- Yeonjun Sunbae... ¿Está bien? --- pregunto al no escuchar ni un sollozo

--- Q-quiero todo de ti, sálvame... Odio todo esto --- comenzó a llorar nuevamente

¿Que podría hacer?, él estaba ebrio, mal, triste, desconsolado. Estaba triste, feliz no sabía decirse con precisión pero su parte triste lo estaba completando mucho, la persona que ama no tenía esa sonrisa hermosa que lo deslumbra.

Aunque fuese falsa.

Llego a su pequeño hogar, no sabía como había llegado literalmente cargando al mayor, pero lo hizo. Esta era la peor idea que había tenido pero no pensaba en otra. Abrió la puerta tirando las llaves en su mesa, acostó a Yeonjun en su cama quitándole esa botella de las manos y quitando sus zapatos.

Yeonjun tomó inconscientemente una almohada abrazando la en posición fetal, Hyukai sonrió tanto observar lo desde lejos se daba cuenta que ese lado tierno de su mayor lo amaba, pero exacto. Tanto observar.

--- Cuanto quisiera que supieras que te amo...