Sueños dentro del sueño

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Había despertado con algo de sudor en la frente, había soñado con esa cosa otra vez, pero está vez fue diferente, la criatura estaba dentro de la ciudad y bueno los ciudadanos o mejor dicho sus cuerpos estaban esparcidos alrededor de las calles, esa pesadilla fue más intensa que las otras, había tomado un tiempo en calmarme y olvidar lo que había sucedido, aunque realmente era imposible olvidar algo como eso simplemente trataría de no pensar en eso y bueno mirar a mi lado servía para distraerme Jagā se veía tierna mientras duerme.

Jagā seguia totalmente dormida y bueno realmente yo también dormí bastante, pero mi cuerpo no necesitaba un descanso tan largo, un par de horas y me sentía increíblemente bien, mi cuerpo rebosaba de una energía prácticamente infinita, ni siquiera podía notar el fin de mi poder mirando a la chica que dormía a mi lado... Era fuerte, no podía encontrar una firma más fuerte que ella en toda la ciudad, solo un par podían compararse, pensando en ellas note mi error, las otras sacerdotisas seguro estaban preocupas por mi... Necesito hablar con ellas.

Volviendo al tema podía ampliar mi rango a toda América y realmente había pocas formas de vida con un poder similar al de Jagā, pero nada se comparaba a mi, mi poder era tan bastó que sentía que me podía perder dentro de el, pero incluso dentro de el había un núcleo que era aún más fuerte, al levantar mi mano y tratar de tocarlo podía sentir como algo empezaba a aparecer en mi mano, sería mejor que lo dejara en paz.

Mi mirada empezó a moverse alrededor de la habitación, en la silla había un yukata japonés... Un traje de sacerdotisa, curioso supongo que algunas cosas son raras en los sueños aunque no me quejaba, seguramente Jagā se vería bien con ese vestido, me preguntó cómo reaccionarán las demás sacerdotisas cuando sepan que la novata ahora es la suma sacerdotisa, talvez ya estén acostumbradas a mis excentricidades, aunque puede que se enojen un poco, al final del día tenía una mejor idea, tendría que aprender a bailar aunque algo dentro de mi me decía que se bailar, supongo que era cosa del sueño.

Me imaginaba como sería el festival, seguro sería mejor de lo que podía imaginar después de todo este sueño tenía la costumbre de sorprenderme, sería bueno bailar con Jagā aunque nose por qué siempre pensaba en ella, talvez por qué no conocía a nadie más, o talvez tenis un estarlo gusto por las chicas gato.

Cerré los ojos y mi cuerpo que convirtió en aire, me deslice suavemente fuera del abrazo de Jagā y comencé mi viaje a la pirámide, incluso cuando ya había visto la ciudad no podía evitar asombrarme por la cantidad de detalles que había, realmente este sueño era otra cosa aunque no tenía mucho tiempo para perder o mejor dicho luego tendría más tiempo para perder por ahora necesitaba llegar con las sacerdotisas, con ese pensamiento su velocidad cambio y llegó a su destino en menos de un segundo.

-Señor, lo estábamos buscando... Porfavor avísanos cuando salgas, realmente nos preocupamos por usted-, una voz sonó a mis espaldas, al voltear pudo ver a una chica haciendo una pequeña reverencia.

-Oh cierto lo olvide... Otra vez, sabes tuve una revelación, creo que deberíamos hacer el festival más grande y hermoso que jamás haya existido, además quiero que la gente sea más feliz... Es decir sé que mi reino es guay y todo pero creo que podría ser mejor-.

-¿Esto tiene que ver con la nueva suma sacerdotisa?-.

-¿Como sabes eso?, Pero no no tiene que ver con eso, no se porque pero creo que mi tiempo se acerca...

-¡¿A que se refiere, señor?!-.

-Eh visto mi muerte, pero es necesaria... En algún momento debo despertar, aunque ya sabes lo que dicen, el sueño vive incluso si el soñador muere-.

-M-mi señor-, susurro la chica entre lágrimas.

-Necesito que se aseguren de que mi pueblo siga de pie, necesito saber que todos estarán bien, creare un Reyno donde nadie pueda entrar o salir, no faltará nada en el reino exepto yo... Es por eso que necesito que cuiden del pueblo, tu y las demás que escuchan nuestras conversación, salgan chicas-.

Poco a poco fueron saliendo las otras nueve sacerdotisas, se que podía confiar en ellas... Solo espero que se lleven bien con Jagā no se por que pero presiento que esa chica es especial, talvez sea alguien que ví en mi anterior mundo... O talvez sea la guía espiritual en este tipo de coma.

-¿Sabe cuando pasará?-.

-Creo que será después del festival, es por eso que quiero que sea único, porfavor hagan los preparativos y bueno me gustaría también pasar la fiesta con ustedes... Realmente no sé que hubiera hecho sin ustedes-, con esas últimas palabras me dirigí a mi habitación, tenía que encontrar algo, no sabía que pero supongo que era importante.

Al entrar simplemente me sentí agobiado, no había nada más que muebles básicos y una gran cama, definitivamente esto se parecía a mi habitación soñada, pero amenos que buscará un abanico o mi cama no creo que encontraría nada, así que con resignación me fui, talvez la niña gato despertaría pronto y bueno tenía planeado un día lleno de aventuras y supongo que en la noche empezaría el festival, el ritual de inicio mañana sería la ceremonia y pasado sería el baile y la comida, realmente seria divertido.

Quetzalcóatl un dios en dxdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora