Destiny | Gally ~ Newt ~ Minho ~ Thomas

CAPITULO 22

NO EDITADO

232.01.14

La alarma llevaba sonando dos minutos sin detenerse pero los habitantes seguían acercándose a la Caja para averiguar qué estaba sucediendo. Todos le hacían preguntas o lo miraban en busca de explicaciones y Newt no entendía qué respuesta pensaban obtener, teniendo en cuenta que todos sabían lo mismo, lo cual era prácticamente nada. También era consciente de que lo que en realidad buscaban era consuelo y él, como siempre, era al primero que buscaba la mayoría para tranquilizarse. Para todos los demás habitantes él no parecía estar preocupado por lo que estaba sucediendo y de a poco todos los que lo miraban de reojo comenzaron a calmarse.

Gally se paró al lado suyo y ambos se miraron por apenas un segundo, que era lo único que necesitaban para comprender lo que el otro pensaba. Los ojos del guardián de los constructores transmitían la misma preocupación e incertidumbre que él sentía por dentro. Aún no había pasado un mes desde la llegada del último novato y la alarma siempre anunciaba que un nuevo habitante estaba por unírseles. Thomas había llegado hace tan solo quince días y cambios como este podrían traer consecuencias impredecibles.

Newt odiaba la sensación de tener todo el control y, al mismo tiempo, no tenerlo. A pesar de que todos en el Claro estaban bajo su poder, nada de lo que sucedía en ese lugar y de lo que hacían los creadores podía ser predicho o controlado, y él lo detestaba.

Aunque la Caja tardaba media hora en subir, ninguno abandonó su lugar para continuar con los trabajos designados. Todos se murmuraban los unos a los otros confundidos por lo que estaba sucediendo y la ansiedad sólo parecía incrementarse con el paso del tiempo.

Un golpe sordo finalmente anunció que la Caja había llegado y los habitantes corrieron a colocarse a ambos lados del hueco, desesperados por conocer al nuevo novato. Las puertas se abrieron con un chirrido metálico, levantando en el aire una nube de polvo de la tierra circundante. Un profundo silencio se instaló sobre todos mientras luchaban por ver el interior y escuchar los gritos desesperados del novato, que siempre se hacían oír. Sin embargo, esta vez, a pesar del silencio, no se oía ni un sonido salir de la Caja.

Newt se agachó para poder ver mejor el interior de la Caja. Al principio no notó nada y se rascó la cabeza confundido: nunca antes había sucedido que la alarma sonase para luego subir solo con suministros. Sin embargo, a los pocos segundos finalmente pudo vislumbrar al nuevo habitante.

De una brusca sacudida, Newt se enderezó con la cara arrugada por la confusión.

-Diablos...-disparó con un suspiro.

A esa altura, Alby ya había tenido una clara visión y una reacción idéntica.

-No puede ser-murmuró como en un trance.

Un coro de preguntas llenó el aire mientras todos comenzaban a empujar hacia delante para poder ver el interior del hueco.

-¡Tranquilos!-exclamó Alby, callando a todo el mundo-. ¡Esperen un poco!

-¿Cuál es el problema?-alguien interrogó con un grito.

-Dos novicios en menos de un mes-dijo casi en un susurro-. Y ahora esto. Dos años, todo igual, y de pronto...

-Alby, ¿por qué no nos dices de una vez que garlopo hay ahí abajo?-intervino Gally. Hubo más murmullos y empujones hacia delante.

-¡Cállense, larchos!-gritó Alby-. Newt, tu diles.

El muchacho miró una vez más dentro de la caja y luego se enfrentó a la multitud con el rostro grave.

-Es un bebé -anunció.