Corazones Rotos _Cap 3

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2020

Marina

-Corazón traicionero lo regañé, al sentir que el ritmo constante del mismo había cambiado por uno más errático. Solo había sido cuestión de reconocer la melodía para que mis latidos  se agitaran y mis lágrimas aparecieran para hacerle compañía.

Habían pasado más de cinco meses desde que nos dejamos y el dolor seguía constante, no había noche en la que no le llorara a nuestra relación fallida, a nuestros planes inconclusos, a lo que hubiera sido, a lo que nunca dije.

Obtener un corazón roto te quemaba por dentro, pero contribuir a que el tuyo se rompiera lastimando aquel corazón que te había jurado amar por siempre, era un nivel de sufrimiento diferente.
¿Por qué el amor no siempre es suficiente? grité a la nada, cansada de sentirme culpable y víctima a la vez.
¿Por qué lo habíamos arruinado de esta manera? me paré de donde estaba para alcanzar el último cuadro que quedaba de ambos en mi habitación.
Éramos tan felices, me aferré a la fotografía enmarcada llevándola hasta mi corazón. Lo único que necesitaba era sentir la paz que sus brazos me daban, pero la brisa entrando por la ventana, me hicieron consciente de mi soledad.
Y los recuerdos de aquel último día atacaron mi mente.
Flash Back
-No puedo más, esto me está sobrepasando, dije intentando que mi voz no sonara lastimada. Había pasado toda la noche pensando en que la decisión que tomaría por los dos era la correcta, la que necesitaba, la que lo haría libre, la que no iba a asfixiarlo.
-¿Ya no soy suficiente para ti? me reprochó con tristeza y lágrimas corriendo por sus mejillas.
- Yo no he dicho eso, alcé mi voz para acallar mis pensamientos.
-Ya... ,suspiró,- no lo has dicho, pero es lo que estás pensando ¿o acaso me equivoco?
- No se trata de ser suficiente o no, ni siquiera se trata de mí, susurré bajito.
-¿Entonces? Dímelo, habla conmigo, necesito entender el porqué, me suplicó.
- No siempre hay uno, Salvador, no siempre lo hay. Y apenas terminé de pronunciar la última palabra, el nudo en mi garganta no resistió más, la opresión en mi pecho me empezó a dificultar la respiración y mis lágrimas se hicieron constantes aún cuando ningún sonido de dolor brotó de mis labios.
- Te amo, como estoy seguro nunca volveré a amar, acarició la pantalla del móvil, en su fallido intento por limpiar mis mejillas.
- Tampoco he dejado de amarte, hablé acallando mis sollozos- y no creo que deje de hacerlo, pensé, pero no pude pronunciar aquella última frase que podría haber cambiado el rumbo de nuestra conversación .
- ¿No se supone que el amor puede superarlo todo? preguntó con decepción y tristeza.
- Tal vez somos muy jóvenes para entenderlo, dije en un intento por responder aquella pregunta que había pronunciado.
- Marina, yo no quiero dejarte ir, sé que podríamos encontrar una solución a esto.
- No hay ninguna certeza de ello y lo que menos quiero es  dañar el recuerdo de lo bonito que ha sido lo nuestro.
-¿Me pides entonces no luchar más?, preguntó casi afirmando.
Asentí.
-No tengo fuerzas para luchar contigo, no es justo que te pida que lo hagas solo por ambos.
-Sabes perfectamente que podría hacerlo,trató de sonar esperanzado.
-No te hagas esto, Salvador, no mereces menos de lo que me has dado durante estos 2 años, fuí firme. Olvidame lo más rápido que puedas.
-Te amo Marina, y por mucho tiempo más será de ese modo, no me pidas que eso cambie así de repente, mi corazón no es un juguete, habló herido.
-Adiós, decidí cortar nuestra conversación, ya estaba dicho lo esencial, acababa de romper su corazón y el mío en unos cuantos intercambios de palabras.
-No me diste la oportunidad de elegir.
-Sé libre, sé feliz, alcancé a pronunciar antes de que él diera por finalizada la llamada.
Fin del Flash Back
-Siento haber sido injusta aquella noche, susurré a la nada.
Sin embargo no me arrepentía de mi decisión.
-Espero que seas todo lo feliz que no hubieras podido conmigo, decreté al término de nuestra canción que sonaba en mis auriculares y que había traído a colación nuestra última vez .
***
Andando Marina, ponte de pie, hoy nos vamos de compras y de fiesta, entró Luna de manera escandalosa en mi habitación.
-No debí darte un copia de las llaves de mi departamento, me quejé, mientras aferraba mi cobija a mi cuerpo con la intención de volver a dormir.
-Marina, por favor es momento de disfrutar la vida, mujer.
-Solo quiero seguir durmiendo, me quejé.
-Dale amiga, no es justo. Él por allá gozando al máximo y tú encerrada dentro de estas cuatro paredes,mencionó enojada.
Sabía que Salvador hace más de un mes que había decidido volver a su vida de diversión, porque en redes no había semana que no viera una publicación de él en una fiesta rodeado de mujeres o de amigos.
-Luna, él está soltero, no tengo nada que reprocharle. Yo herí su corazón, fuí yo la que decidió por los dos y si él quiere estar con mil mujeres distintas es su vida.
-¿Mientras tanto que? ¿Acaso eso era lo que tú querías cuándo lo dejaste? ¿Que te olvidara así de rápido?
-Amiga, él jamás me faltó cuando estuvimos juntos, si esa es su manera de seguir, no puedo hacer nada al respecto. ¿Me lastima verlo de fiesta? Definitivamente. No calculé el daño que me estaba haciendo, no sé si era lo que quería, pero está bien, no esperes que me comporte como una loca, que no quiere que su ex sea feliz.
-No te entiendo Marina, sufres por él, no dejas de llorar, pero tampoco quieres demostrarle que has avanzado también.
-Es que no lo he hecho. Dije cansada de sus preguntas. - además yo no tengo nada que demostrarle, no voy a entrar en el absurdo juego de las indirectas.
-¿Por qué no eres una chica normal que solo quiere despotricar sobre su ex relación  ?
-Entiendeme Luna, Salvador nunca va a dejar de ser el chico bueno, caballero y respetuoso que me enamoró, porque hasta el último minuto dónde me debió fidelidad, él me lo demostró. No hay razón para odiarlo.
-Pero, míralo ahora, contraatacó mi amiga. Ni siquiera ha pasado un año.
- No existe tiempo definido para  decidir dejarse de lamentar por lo que pasó, cada persona lleva sus procesos a su modo.
***
Salvador.

-Marina… amor mío, balbucé entre sueños. Estaba ebrio una vez más y parecía que lo único que mi cerebro quería recordar era su nombre, su voz; como una irónica manera de decirme que solo de esa forma podía tenerla.
Habían pasado casi 4 meses desde que ella decidió ponerle fin a lo nuestro y yo no podía dejar de pensar en el motivo que la había llevado a tomar esa decisión.
Consciente o ebrio, no importaba el momento, la voz de mi conciencia me repetía nuestra última llamada.
-Salva, Salva, despierta, escuché que Jared me llamaba.
Abrí mis ojos y la luz del día se tornó una molestia dificultandome  la visión por lo que intenté  cubrirme con el brazo.
-Es temprano aún, me quejé.
-Claro, es casi mediodía.
-Ya, pero es domingo.
- Pero me muero de hambre, refutó.
- Pide algún delivery y déjame seguir durmiendo.
-Tan cansado te ha dejado esa preciosura que tiró la puerta por la mañana,intentó bromear.
- Cállate, lo amenacé.
-¿Qué pasa Salva? No me digas que la dejaste insatisfecha, se burló de mi expresión.
-No es eso, me enojé, no quería que siguiera hablando sobre lo que había pasado la noche anterior.
-¿Me dejas darte un consejo?, Preguntó y sin esperar mi respuesta volvió a hablar. - No se puede sacar de la cabeza a quién no ha salido del corazón,- así, me señaló el estado en el que estaba, - no vas olvidarla nunca.
-¿De qué estás hablando? Traté de hacerme el desentendido.
-Sabes perfectamente de quién te estoy hablando, Mar ha sido la única que ha logrado lo que muchas quisieron, tú y yo lo sabemos. Me  tendió una botella con agua y una pastilla.
-Gracias, asentí y me puse de pie.
Sus palabras habían sido como un balde de agua helada sobre mi cuerpo,pues el sueño que sentía se había esfumado como por arte de magia.
-Por todo, añadí.
***
Hola, cómo están? Bien, acá vamos de nuevo, esta es la tercera línea temporal, el siguiente capitulo volvemos al 1700 🤫 Dudas? Acotaciones? Cómo les va pareciendo esta locura?
Espero se encuentren bien✨😍, nos leemos pronto, l@s quiero ✨

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