"El amor se jodió"
Un día después que confesé mi asexualidad a Aidan, Mau regresó al departamento por la mañana.
–¿Dónde estabas? -pregunté a Mau cuando entró al departamento-
–Oh, estoy muy bien, gracias por preguntar -dijo Mau con ironía-
–Mauro, no estoy para tus tonterías -dije y suspiré molesta-
–¡Uy, perdón! -dijo con tono irónico otra vez- Y no me llames Mauro
–Mau, ¿dónde estabas? -pregunté fingiendo una sonrisa-
–En un hotel
–¿Cómo por?
–Tuve que dormir en un hotel porque Aidan me pidió que les dejara el departamento para ustedes solos ayer -explicó mientras robaba la fruta de mi desayunó-
–En pocas palabras, Aidan te corrió del departamento, ¿y tú se lo permitiste? -pregunté arrebatándole mi fruta lo que provocó que él rodara los ojos-
–Bueno, es que él pagó el hotel -confesó- Además era 5 estrellas
–Oh, ok. Aidan te sobornó, ¡que fácil eres!
–Oye, era un Hotel Boutique, ¿ok? Tú también habrías aceptado -dijo Mau volviendo a robar mi fruta y esta vez permití que se la comiera-
–No, yo no me dejo sobornar
–Como sea -dijo empezando a comer la fruta- Por cierto, ¿dónde está el sobornador?
–El sobornador, digo, Aidan sabe que soy asexual -confesé con agobio-
–Esa no fue mi pregunta, digo, ¿y cómo lo tomó?
–¡Excelente! -dije con ironía-
–¿En serio? -preguntó omitiendo mi ironía-
–¡Por supuesto! Lo tomó tan bien que por eso ahora mismo está aquí, desayunando conmigo -dije con sarcasmo-
–Oh, ¿y desde cuándo es invisible? -preguntó Mau con la boca llena y omitiendo mi ironía una vez más-
–¡Mauro! -grité molesta-
Después de mi sarcasmo, le conté a Mau todo lo que había pasado con Aidan la noche anterior y él casi se atraganta con la fruta.
–Bueno, sabíamos que era muy probable que reaccionaría así -dijo Mau después de tragar la fruta con dificultad por su atragantamiento-
–¿Crees que Aidan quiera seguir conmigo ahora que sabe que soy asexual? -pregunté con abrumacion-
–Sí -dijo Mau con seguridad- Yo creo que si Aidan reaccionó como lo hizo es porque para nada se esperaba lo de tu asexualidad, pero también creo que él te ama, o bueno, puedo estar seguro de eso, entonces quiero creer que no se atrevería a perderte por una estupidez como tener sexo o no
Mau seguía hablando sobre el supuesto amor que Aidan me tenía cuando de pronto sonó mi celular y pude ver las fotos que Nadia se había tomado con Aidan en la cama, además de un mensaje de esa zorra que decía: "no te preocupes, yo tendré sexo con él por ti, perra".
–Claro, Aidan me ama -dije con sarcasmo y le mostré las fotos a Mau-
–¡Santo Jesús, wey! -dijo Mau atónito después de ver las fotos que envió Nadia- Ojalá hayan usado protección -dijo y me hizo molestar aún más-
–¿Podrías dejar tus bromas y ser serio por una vez en tu jodida vida? -grité molesta-
–Oye, no te desquites conmigo, quien te engañó fue Aidan, no yo -respondió molesto también-
–Déjame sola -pedí amablemente-
–¿Para qué? ¿Para que te lamentes por ese imbécil? No voy a dejarte sola
Mis ojos cristalizados empezaron a derramar las primeras lágrimas que al instante Mau secó con sus dedos.
–No llores por él -dijo Mau y me abrazó-
Como dije antes, los abrazos de Mau me hacían sentir protegida, más en situaciones así, entonces hundí mi cara en su pecho, llorando descontroladamente, recibiendo su protección.
–T/N, no sufras más por Aidan -pidió Mau aún abrazándome-
–Tienes razón -dije separándome de su abrazo- Es momento de que deje de llorar por él -dije y sequé mis lágrimas con las mangas de mi buzo- Las cosas pasan por algo, ¿cierto?
–Exacto -se limitó a decir Mau-
–Supongo que esto es lo que tenía que pasar asegurarme de que... -hice una pausa-
–¿De qué?
–De que ya no amo a Aidan -confesé y mis ojos volvieron a derramar lágrimas- Y es que estas jodidas lágrimas no son porque él me engañó con esa... -quería insultar a Nadia, pero me contuve- Con Ricitos de Oro -dije finalmente- Mis lágrimas son porque me di cuenta que esas fotos no me duelen. Lo que duele es que...
–¿Lo que duele es que esas fotos no te duelan? -me interrumpió Mau confundido-
–Duele aceptar que dejé de amarlo -dije asintiendo-
–¿Es en serio lo que dices? -preguntó Mau con desconcierto-
–La verdad es que Aidan y yo no supimos valorar verdaderamente lo que teníamos. Él y yo no supimos mantener nuestra relación y nuestra amor se convirtió en costumbre. Me gustaría decir que valió la pena esperar más de dos años para volver a estar con él, pero no fue así. Desde que nos reencontramos todo es diferente. Porque los "te amo" dejaron de ser sinceros, porque no valoramos los momentos juntos, porque el amor ya se jodió. Yo ya no quiero más. Duele que no duela -dije con conmoción-
–¿Estás consciente de todo lo que estás diciendo?-preguntó Mau y yo me limité a asentir- No entiendo -negó con la cabeza- Tú alguna vez dijiste que no te importaría tener que esperar 268 años para volver a verlo y que la espera siempre valdría la pena. No entiendo -repitió volviendo a negar con la cabeza- ¿Qué te está pasando?
–¿Te ha pasado que has deseado tanto algo que cuando por fin lo tienes ya no lo quieres?
–Sí
–Pues eso es justo lo que me pasó con Aidan. Esperé mucho para volver a verlo y durante todo ese tiempo en lo único que pensaba era en estar con él, y volví a verlo y a estar con él, pero ya no se sentía bien, ya no se sentía como antes, como al principio. Ya no es lindo porque la magia se acabó. Ya no es lindo porque yo siempre supe que a Nadia le gustaba, era obvio por como se le insinuaba aún estando frente a mí y lo peor es que yo nunca sentí celos. Ya no es lindo porque Aidan prefirió darle prioridad a otras cosas antes que a nuestra relación, y así, poco a poco mi amor por él fue desapareciendo. Ya no es lindo porque las mariposas que Aidan hacía sentir en mi interior, hoy descansan en paz. Mi amor por él se jodió y murió -confesé entre sollozos-
En realidad no estaba tan segura de lo que dije, pero era lo que sentía en ese momento y era lo que venía sintiendo semanas atrás. Tal vez había dejado de amar a Aidan, o tal vez sólo estaba confundida.
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Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]
Fiksi PenggemarTodavía hay una promesa por cumplir y 268 aventuras más por vivir.