Su nombre es Jeon Jungkook, tiene 21 años y está por terminar una de las etapas de su vida que le ayudarán a forjar su brillante futuro.
En un sueño tuvo una visión...
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Esta historia es de mi completa autoría, los personaje...
El día era perfecto, el sol iluminaba cada rincón de la habitación con un asombroso color dorado, iniciando un nuevo capítulo en su vida. Ama el color de los rayos del sol.
De pronto recordó el sueño que había tenido durante la noche, este se centró en un lugar rodeado de muchos pinos, en el aparecía un joven hermoso, su sonrisa singularmente rectangular le había llamado la atención, su cabello era castaño claro y la luz del sol se reflejaba en el, lo hacía verse como un verdadero ángel y sus ojos oscuros daban la sensación de una gran pasión oculta.
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Su nombre es Jeon Jungkook, tiene 24 años, su cabello es castaño oscuro y sus ojos son café oscuro pero que pocos logran identificar este color pues a simple vista parece que fuesen negros.
Está por terminar una de las etapas de su vida que le ayudarán a forjar su brillante futuro.
Este día comienza la pasantía que le permitirá completar el proceso para obtener su grado académico en Ingeniería Agroindustrial.
Por ser el mejor estudiante en su universidad le concedieron el privilegio de poder realizar la pasantía en una de las universidades privadas de agronomía más prestigiosas del país.
Está preparado para iniciar esta nueva aventura.
- Cariño, tu desayuno ya está listo, date prisa, no querrás llegar tarde en tu primer día. - le decía su madre quien siempre estaba pendiente de él.
- Enseguida bajo, mujer hermosa - gritó, una vez que terminaba de verse en el espejo.
- Ok, me veo bien, espero que esta experiencia sea inolvidable, todo estará bien Jeon. - decía en voz baja para calmar un poco los nervios.
Bajó al comedor donde ya se encontraba la mesa puesta, su cereal favorito, un poco de fruta y su infaltable jugo de fresas. le encanta que su madre lo consienta tanto. Es maravillosa esta mujer, la adora con todo su corazón.
Terminó su desayuno, subió de nuevo a su habitación para lavar sus dientes y ponerse un poco de brillo labial, revisó que todo lo que debía llevar estuviera dentro de su mochila, bajó y se despidió de su hermosa madre.
Se dirigió hacia el lugar donde se le había indicado que debía tomar el autobús que lo llevaría a la universidad para comenzar su primer día de pasantía.
Esperó alrededor de 15 minutos y el autobús apareció, como era nuevo tuvo que presentar el carné que lo acreditaba como pasante. El señor Choi - quien es el conductor del autobús - le sonrió muy amablemente y le permitió el acceso.
Recorrió rápidamente con la vista las caras de las pocas personas que ya estaban dentro, hizo una reverencia saludándolos, a la cual todos respondieron.
Tomó asiento casi en el centro, del lado izquierdo - su favorito siempre - sacó sus earpods para entretenerse con un poco de música mientras llegaba a su destino, al cual tardaría al menos 45 minutos en llegar.
Después de varias estaciones, de las cuales, el señor Choi recogía al menos dos personas, como si una fuerza se hubiera apoderado de su cabeza automáticamente la giró hacia la puerta y ahí estaba la persona más hermosa y resplandeciente, que sus ojos habían podido ver, sintió que ese rostro lo ha visto en algún lugar pero no logró recordar donde.
Sus ojos se abrieron dejando ver su fascinación, una hermosa sonrisa rectangular se dibujaba en el rostro angelical del que iba subiendo al autobús.
Esa peculiar sonrisa.
El tiempo se detuvo cuando se percató que se dirigía hacia donde él estaba sentado.
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Espero les guste esta historia, sean amables con sus comentarios.
¡Gracias!
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