Dangerous➳Teen Wolf \ Theo Raeken✔

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Tessa se levantó esa mañana con un enorme dolor de cabeza, el día estaba nublado, pero lo que realmente la sorprendió fue el hecho de que no había nadie cerca, la casa de su prima estaba totalmente vacía.

¿Dónde se había metido ella y el ruidoso de su novio?

Caminó directo al baño para darse una ducha, evitó con todas su fuerzas pensar en lo que había ocurrido, había besado a Theo, drogada o no lo había hecho y siendo sincera en sus borrosos recuerdos eso era lo más claro y le había encantado. Debía contárselo a Liam.

Le había puesto los cuernos y el debía saberlo, ella no iba a jugar con el corazón de nadie.

Cuando fue a escoger la ropa para salir, miró con atención el closet, hacia un tiempo que no se vestía como de verdad deseaba hacerlo, aún usaba rojo, pero mucho más claro.

Sacó una blusa negra y una saya ajustada rojo sangre, unas botas de tacón  negras hasta las rodillas, junto a su usual labial rojo, ese sería su oufit del día. Tomó las llaves de su coche y se dispuso a salir. Su misión aclararlo todo con Liam.

Sonrió al ver su rostro en el espejo del coche, sin duda se sentía como ella, como alguien que podría incendiar al mundo. —Tessa Woolf ha vuelto.

Encendió la radio y  el ambiente se inundó con Power de Little Mix, y sus labios se curvaron en una media sonrisa, se sentía bien, se sentía espectacular levantarse siendo ella misma, ya no tenía deseos de ser la novia perfecta.

Condujo hasta la cabaña en el bosque donde sus betas la esperaban dormidas.

Tessa sonrió la verlas tiradas en el suelo como pedazos de carnes cualquiera, sin duda la resaca era histórica.

Tessa fue a la cocina a por algún envace de metal y una cuchara y comenzó a tocar con fuera causando un fuerte sonido que hizo que todas se pusiesen alerta.

—Me siento orgullosa de ustedes. —Dijo al ver el destartalado grupo que aún se quejaba del dolor de cabeza. —Ninguna se ha meado o vomitado.

—Dime que no hay entrenamiento ahora son con las cinco de la mañana. —Se quejó Clary que estaba demasiado pálida.

—El sol solo es un ser injusto. —Marina apenas podía abrir los ojos. —Vamos a morir.

—Mi cerebro aún se encuentra apagado. —Se quejó Diana. —Porfa jefa, dejanos dormir un poco más, incluso tú luces demasiado brillante para nuestros mortales ojos.

—Tienen tres horas. —Demandó la pelirroja viendo su reloj de mano. —Ni un minuto más. ¿Han visto a Liam?

—Si en mis sueños. —Masculló Diana con sarcasmo,ganándose una mala mirada de la pelirroja. —No puedo saberlo si mi objetivo era llegar al décimo sueño y me despertaste en el quinto.

Tessa resopló y ganándose la mirada de Marina. —¿Vas a contarle lo de Theo?

—Es lo correcto.

...

La pelirroja se bajó del coche en la casa de Melissa McCall, cuando fue a tocar reconoció las voces en el interior y por alguna razón, decidió permanecer en absoluto silencio.

Lydia informaba sobre alguna visión que había tenido, Tessa se encontraba ligeramente ofendida, debido a que ella no había sido citada para esa reunión y al parecer todos estaban allí.

—¿Podría ser más específica Lydia? —Reconoció la voz de Etta.

— Había un edificio en llamas, el cielo estaba oscuro, y juraría que podía incluso escuchar los fantasmas que murmuraban alrededor. Delante de todo había una chica pelirroja que miraba el fuego con parsimonia, como si estuviera orgullosa de haber sido quien lo provocara —de repente, hubo absoluto silencio, y la hija de Abraham dió un paso hacia atrás, no queriendo saber lo que vendría a continuación— ...la chica tenía los ojos rojos. Como los de un alfa. Se los había ganado después de matar.