UN JUEGO DEL DESTINO DEL ODIO AL AMOR

Capitulo 52

UN JUEGO DEL DESTINO
DEL ODIO AL AMOR 💘

CAPITULO  52

Beso la mano de la castaña, pero sin quitar la vista del camino.

En poco tiempo llegaron a la mansión, el platinado estacionó su auto frente a la puerta, dándole las llaves a Jaken, para que guardara el auto.

Jaken:
Señora, que alegría tenerla de regreso.

Rin:
Señor Jaken, muchas gracias.

Ya todos la esperaban dentro, sabían que había llegado, puesto que Jaken salió y escucharon la voz del platinado. Sesshomaru abrió la puerta, dándole pasó a la castaña.

Rin:
Qué silencio, no te parece ❓

Sesshomaru:
Deben estar en sus labores.

Caminaban de la mano, cuando al pasar por el Gran salón, escucharon unos gritos.

SORPRESA ‼️

La castaña los volteó a mirar muy feliz y con una sonrisa en el rostro.

Kagura:
Bienvenida.

Dándole un abrazo a la castaña.

Rin:
Te extrañe.

Kagura:
Y yo a ti, qué bueno que estás bien.

Así cada uno saludo a la castaña, Sesshomaru estaba tan sorprendido como Rin, por tal recibimiento, no había duda que Rin, era la luz que le faltaba a su vida, había logrado que Kagura, cambiará su forma de pensar hacia él, ahora eran amigas, todos la querían, ahora entendía porque Bankotsu en algún momento, se había enamorado de ella, pero para su fortuna, le pertenecía a él y sólo a él, la ayudó a sentarse en el sillón, mientras era rodeada por Kagura y Kaede, se veía radiante, Inuyasha llegó y saludo al platinado, quién se acercó a su esposa para presentárselo. Rin le agradeció lo que hizo por ella, Inuyasha y Sesshomaru tomaban un trago y platicaban, era una reunión muy amena, en ese momento llegó Naraku saludando muy efusivamente a todo el mundo, luego se acercó a la castaña.

Naraku:
Rin, es una alegría que estés de nuevo aquí, menos mal volviste, para ver si aplacas al gruñón de tu marido.

La castaña río ante el comentario del ojicarmin, mientras Sesshomaru le daba una mirada asesina.

Su corazón latió rápidamente, cuando vio al pelinegro, en la entrada del salón.

💭
Bankotsu... que hace aquí.

El pelinegro se acercó a ella a paso lento, regalándole la más tierna de las sonrisas.

Bankotsu:
Preciosa, qué alegría que estés de vuelta, no te atrevas a asustarnos de nuevo, de esa manera.

Rin:
Ban... Qué haces aquí ❓

Preguntó la castaña nerviosa.

En ese momento, el platinado se acercaba a ellos, la castaña pensaba en que iba a haber un gran problema.

Sesshomaru:
Ey... Te demoraste.

Bankotsu:
Sessho, sólo estaba comprando unas cosas para Kagura, ya sabes cómo son las mujeres.

La castaña los miraba y no entendía nada, desde cuando eran amigos❓ Sesshomaru se sentó junto a su esposa y le explicó todo, desde que quedó en coma.

Rin:
Mi amor estoy muy orgullosa de ti, no puedo creer que seas amigo de Bankotsu, además me alegro por Kagura, sabes, el día que se conocieron, se miraron de una manera muy especial, sabía que iba a funcionar.

Sesshomaru:
Hermosa, eres la luz de mi vida.

Rin:
Y tú, mi amor de ojos dorados.

La reunión llegó a un feliz término, la castaña se despidió de todos, agradeciendo por tan lindo recibimiento, pero ya se sentía algo cansada, quería dormir un poco, así que el platinado la cargo, llevándola hacia la habitación.

Rin:
Creí que me llevarías a mi habitación.

Sesshomaru:
No volverás a estar lejos de mí, además eres mi esposa, así que esta es nuestra recámara, ya sabes que puedes hacer los cambios que desees.

Rin:
Me gusta tal cual está, es perfecta.

El platinado la ayudó a ponerse cómoda, él también se cambió de ropa y juntos fueron a la cama a descansar, los días pasaban y él veía a la castaña un poco triste.

Estaban juntos en el hermoso jardín, el platinado tomó de la mano a su esposa.

Sesshomaru:
Ven cariño, siéntate a mi lado.

La castaña tomó la mano que le ofrecía, sentándose junto a su esposo.

Sesshomaru:
Te ves mucho mejor, pero dime, porque estás triste.

Rin:
Sabes, hace mucho no veo a mamá y ni siquiera ha venido a verme.

Sesshomaru:
No te preocupes por eso cariño, ya vendrá.

Rin:
No es así y lo sabes, aunque ustedes no me digan nada, sé que no quiere verme.

Sesshomaru:
Por qué piensas eso ❓

Rin:
Porque no ha venido a verme, ni siquiera cuando estuve en el hospital.

Sesshomaru:
Eso no lo sabes cariño.

Rin:
Gracias cariño, sé que no quieres que me sienta mal, pero le pregunté a la enfermera y ella me dijo que mi madre, no había ido ni un solo día.

Sesshomaru:
Quiero preguntarte algo.

Rin:
Dime cariño.

Sesshomaru:
Recuerdas lo que pasó, durante el secuestro.

Rin:
Al principio estaba un poco confundida, pero... sí lo recuerdo todo.

Sesshomaru:
Quieres contarme❓

Rin:
Esta bien,
Ese día que desperté contigo a mi lado, siendo la mujer más feliz del mundo, era el día en que se cumplía el plazo de la deuda de Kohaku, me levanté rápido pues no quería que te dieras cuenta, me aterraba la idea de que te pasara algo, llegué al parque donde tenía que ver a mi hermano, a los minutos llegó, pero lo venían siguiendo, él me dijo que me marchara pero yo no quise, no le dejé opción, así que esos hombres nos subieron a la camioneta y nos llevaron ante su jefe, el hombre golpeó a Kohaku, pues quería tocarme.

El platinado al escuchar lo que la castaña decía, apretó los puños, la irá salía por sus poros.

Se llevaron a Kohaku a la camioneta, aquel hombre me dijo que si aceptaba ser suya nos perdonaría la vida, nos llevaron a otro lugar, a cuartos separados, quise llamarte pero no había señal por la fuerte lluvia, luego de tanto llorar no supe en que momento quedé dormida, al día siguiente este hombre entro, quería una respuesta, le molestó lo que dije, salió furioso, fue cuando te llamé, no me di cuenta en qué momento entro de nuevo y me descubrió hablando contigo, me golpeó y me saco de la habitación, allí me encontré con Kohaku, me pidió perdón pues íbamos a morir, me apunto con el arma, solo escuché un fuerte sonido, Kohaku estaba frente a mi, salia sangre de su boca, me faltaba el aire, sentí como caía junto a él.

Sesshomaru:
Porque no confiaste en mi, yo habría hecho cualquier cosa por ti.

Rin:
Nos llevábamos muy mal, desconfiabas de mi, no quería que pensarás, que solo me acercaba a ti para pedirte dinero.

Sesshomaru:
Aún así, hubiera hecho todo por ti.
Sabes lo que pasó con Kohaku.

Rin:
(Llorando)
Si... Se marchó, está en un lugar mejor.

Sesshomaru:
A qué te refieres, con un lugar mejor.

Rin:
Se que murió.

En ese momento la castaña se derrumbó, no había tenido la oportunidad de llorar la muerte de su hermano, el platinado la estrecho entre sus fuertes brazos, brindándole todo el apoyo que su amada necesitaba, jamás la dejaría sola de nuevo.

(✿ ♡‿♡)