Capítulo 5:

620 87 92
                                    

Olivia:

El calor de la madrugada se me hace insoportable. La habitación que me asignó mi amiga es bastante ventilada, pero no lo suficiente para una persona acostumbrada a la nieve y al frío de Canadá. Con pereza me levanto de la cama, no logro conciliar el sueño, así que decido ir en busca de un vaso de leche que me permita calmarme.

Todo está oscuro cuando salgo al exterior del cuarto. Intento no hacer ruido mientras busco la cocina, creo recordar que Kara mencionó que se encontraba en el ala izquierda del apartamento. Tanteo las paredes, rezando para que mi sentido de la orientación sea lo bastante bueno como para encontrar el lugar. Presiento que si me pierdo aquí puedo perderme perfectamente en las calles de la ciudad.

— Auch — gimoteo al golpear mi nariz con algo duro.

Camino hacia atrás, intentando hallar el motivo de mi golpe. Levanto la vista, lo primero que mis ojos ven es una espalda oscura, tatuada desde la nuca hasta el sitio donde inicia su trasero. Mis ojos se explayan, eso definitivamente debió de dolor, aunque dudo que exista algo que pueda lastimar al hombre que tengo frente a mí, ya que cuando se gira su mirada me penetra de tal forma que un estremecimiento me recorre todo el cuerpo, y no es algo bueno, todo lo contrario, es una sensación extraña y amarga que me provoca un mal sabor de boca.

— Perdón, no te vi — murmuro, al ser consciente de la toalla que se encuentra envuelta alrededor de su cintura.

Es el novio de Kara.

— Así que tú eres la famosa Olivia — me mira de arriba a abajo, como si intentara descubrir todos mis secretos, para acabar conmigo más tarde — .Kara mencionó que vendrías.

— Sí, fue un viaje bastante precipitado.

— Se nota — bebe de la botella de agua que tiene en las manos.

— No te preocupes, intentaré irme lo más rápido posible.

— No es necesario, si te trajo a este sitio es porqué eres de confianza.

Alzo mis cejas, debido a la sorpresa que me producen sus palabras.

— ¿Qué significa eso?

— ¿Siempre eres tan curiosa? — no me deja responder — Tranquila, tu amiga saldrá en un momento, se encuentra en el baño.

— Bien, iré a por un vaso de leche.

Me permite pasar, siento sus ojos sobre mi espalda. No miro hacia atrás ni un instante. Preparo mi leche caliente con calma mientras voy repasando los últimos acontecimientos.

— ¿Estás bien? — la voz de Kara me sobresalta.

— Sí, ¿por qué lo preguntas?

— ¿Renaud no te intimidó?

— Un poco, la verdad — saco la leche del microondas.

— Él es así, pero no es mala persona — observo por el rabillo del ojo como se muerde el labio inferior.

— ¿Ya se fue? — asiente ante mi respuesta — Creí que estaba de viaje.

— Sacó un tiempo para venir a verme.

— Parece que está enamorado — murmuro, dándole un sorbo a mi vaso de leche — Y tú, ¿lo estás?

Suspira.

— Me encanta — sus ojos se iluminan — .Él es tan... — se muerde el labio otra vez — Ni siquiera sé cómo decirlo.

— Pues a mí no me inspira confianza — su semblante se entristece — .Aunque de todas formas lo soportaré por ti.

Efímero [Re-edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora