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La pegadiza música proveniente de una de las casas cercanas, se reunía a dos extasiadas voces con entusiasmo

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La pegadiza música proveniente de una de las casas cercanas, se reunía a dos extasiadas voces con entusiasmo. La dulce compañía de la canción que ahora sonaba, hacía volver más agudos los gemidos provenientes del estrecho y para nada agradable callejón. ¡Que cosas! Lo bien que describía la situación la exitante tonada.

La fiel oscuridad de la noche escondía a ambos de los cuerpos, pero no los gemidos de cegador placer.

Un pelinegro de elegantes rasgos y constitución bien formada, sostenía entre sus brazos a un pequeño cuerpecito de acaramelada piel.

Ambos amantes se hallaban bajo la clara luz lunar, que a pesar de hacerle frente a la oscuridad que consumía al callejón con sus destellantes rayos, era la principal espectadora de tan exquisita unión.

El viril alfa empujó más a prisa sus dedos en las estrechas paredes, sirviendo como deleite propio los tiernos gemidos de su-, bueno, digamos desconocido acompañante.

Por desgracia su mente no podía centrarse en embelesarse solamente con lo bien que se sentía escuchar a esa traviesa boquita gemir en su oído, gracias a la ardua pelea entre su lobo y su propio sentido. Pero, ¿Cómo no hacerlo? Si la velocidad adoptada por la delicada mano del pelirojo alrededor de su miembro le estaba llevando al mismísimo cielo. La forma en que sus largos dedos se enredaban en su erección, tirando de ella a un ritmo deliciosamente rápido, mientras con su boca gime y solloza encantado.

Tanto su alfa como él, deseaban adentrarse en ese exquisito interior en el que sus dedos tenían la inmensa dicha de disfrutar, palpando todo lo que podían hasta ver perder la cabeza al pelirrojo. Sin embargo para su cruel desgracia, no podían hacer más de lo que deseaba sencillamente porque el angelical omega de perfectas curvas y voz gravemente atractiva era la deliciosa excepción a la regla.

Kim Taehyung bien le había dejado en claro que fuera de masturbarse mutuamente, no había más nada entre ellos. Que él no quería ningún tipo de enfermedad por el insignificante y jodido hecho de no tener un preservativo a disposición. Además, también le dejó bastante en claro, que si se atrevía a violarlo en medio de ese desolado lugar, le rompería las pelotas.

Toda una fiera disfrazada de gatito, sí.

Jungkook por su parte estuvo de acuerdo en cada punto. No importaban sus condiciones porque después de todo, ese había sido el reto inicial. No obstante, justo ahora se maldecía mil veces por estar de aburrido y no llevar consigo un dichoso condón a la fiesta. ¡Eso era la salsa en el spaguetti! No podía faltar.

Cuando su dedos se aventuraron hasta el dulce punto del omega, logró ver sus azulados ojitos girar por el placer, casi al mismo tiempo en que el pelirrojo se recomponía de a poco para apurar el movimiento de su mano en el bien dotado miembro.

Sabía que ambos ya se encontraban al borde de culminar, por tanto, se aventuró a mordisquear el cuello de Taehyung. Llevando su mano libre hacia sus llamativos cabellos y succionó con esmero las tiernas clavículas, sin embargo, el omega le dio una pequeña señal para que no se atreviera a dejar marcas.
Ciertamente ya se había convertido en uno de sus lugares favoritos en el cuerpo del pelirrojo, pero decidió suavizar los mordiscos y mantenerse al marjen si quería culminar con sus partes en su lugar.

𝙆𝘢𝘳𝘮𝘢 𝙞𝘴 𝙖 𝙗𝘪𝘵𝘤𝘩 ﹆ꦿ๋ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora